La 'vendetta' familiar del exsuegro del 'yonqui del dinero' que desencadenó el 'caso Taula' y los ha llevado al banquillo
A finales del 2009, Marcos Benavent —autodenominado 'yonqui del dinero'— se separa de su mujer y abandona la vivienda familiar. “Mi hija lo que hizo es dejar sus trastos en la puerta”, ha relatado el empresario Mariano López, exsuegro de Benavent, durante su declaración en el juicio por la pieza separad D del 'caso Taula'. Entre los enseres no se encontraba un disco duro externo que almacenaba una decena de horas de grabaciones secretas que durante años el 'yonqui del dinero' hizo de la presunta trama de corrupción que tenía como epicentro la empresa pública de la Diputación de Valencia de la que era gerente y la parcela de poder en el seno del PP valenciano de Alfonso Rus, expresidente de la institución provincial.
Aunque el disco duro que albergaba las grabaciones era propiedad de Marcos Benavent, estaba conectado a un ordenador de su exsuegro. Ambos aparatos se quedaron en la vivienda que Mariano López había donado a su hija poco antes de la separación. El empresario ha explicado que el disco “empieza a fallar” y se dedica a “salvar” los audios, volcándolos en otro dispositivo. Aunque no era de su propiedad ni le pidió permiso para hacerse con las comprometedoras grabaciones.
En 2014, a finales del mandato de Alfonso Rus al frente de la Diputación de Valencia, Mariano López contactó con Rosa Pérez Garijo, entonces diputada provincial de Esquerra Unida y actualmente consellera de la Generalitat Valenciana. “Yo le contaba cosas que no se creía”, ha relatado el exsuegro de Benavent. Para “demostrar que decía la verdad”, le llevó los audios, escucharon los dos primeros y el asesor de Rosa Pérez volcó las grabaciones para comprobar con calma si había un contenido delictivo.
El hombre se mostró de acuerdo, al buscar una suerte de venganza contra su exyerno, tal como ha explicado varias veces a lo largo del procedimiento. Aunque se sorprendió de que la diputada provincial “enseguida” entregara el material a la Fiscalía Anticorrupción. ¿Por qué conspiró Mariano López para entregar los audios? “Para hacerle cosquillas a Marcos [Benavent], no”, ha dicho. “Esto es una venganza”, ha agregado a preguntas de su letrado.
Aunque durante la fase de instrucción, Mariano López aseguró al juez que el divorcio de su hija no fue “traumático”, en su declaración en el juicio ha explicado que la relación entre ambos “se enrarece”, sin entrar en más detalles. “Pasado un tiempo la cosa se enrarece hasta el punto que eso lo hice para hacerle mal”, ha dicho.
Las versiones de Mariano López, que en el juicio anterior del 'caso Taula' compareció como testigo, son una de las claves para las defensas, al erigirse los audios como la principal prueba en toda la causa a partir de la cual la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, comandada por la Fiscalía Anticorrupción, consiguió desentrañar la madeja de la trama. Y son, por tanto, objetivo prioritario de las defensas. Aunque la misma sección de la Audiencia Provincial de Valencia, en el primer juicio del 'caso Taula' por el que Marcos Benavent fue condenado a casi ocho años de prisión por blanqueo, avaló los audios y acreditó el “entramado” delictivo.
Alfonso Rus, en su declaración como acusado que ha precedido la de Mariano López, también ha incidido en la variante del enfrentamiento familiar para explicar el 'caso Taula'. Tras la separación de Benavent, ha dicho, “no se podían ni ver”. “Todo este lío viene por esto”, ha concluido el expresidente de la Diputación de Valencia.
El empresario Mariano López jugó un papel de agente doble (e incluso triple) y entró en una espiral de la que no ha logrado salir indemne. Se trata de uno de los principales acusados de la pieza separada D del 'caso Taula' relativa al presunto del contrato del 'call center' de la Diputación de Valencia para la gestión tributaria.
La Fiscalía Anticorrupción solicita una pena de 13 años de prisión para el exsuegro del 'yonqui del dinero', ocho años de cárcel para Alfonso Rus, por los presuntos delitos de prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias, y cuatro y medio para Benavent, por prevaricación y malversación.
Exsuegro y exyerno en el banquillo
Así, de una vendetta puramente familiar, exsuegro y exyerno han acabado en el banquillo de los acusados por la misma causa. Mariano Lopez ha negado haber actuado como conseguidor o intermediario del contrato del 'call center', adjudicado a la empresa Servimun, de la que cobró mediante una firma pantalla a nombre de su cuñada el 15% del monto total del contrato. El acusado ha defendido que simplemente actuó como una suerte de asesor (cobró 158.833 euros).
El empresario Fernando Palomares, dueño de Servimun, le habría contactado tras obtener la adjudicación. “No conocía Valencia ni el tejido empresarial, necesitaba que nos sentáramos porque quería que yo le gestionara el día a día de la empresa”, ha relatado Mariano López, quien sólo ha contestado a las preguntas de su abogado y de la magistrada de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia que preside el tribunal.
El exsuegro del 'yonqui del dinero' ha negado que la empresa que usó para facturar a Servimun careciera de actividad, tal como mantiene Anticorrupción, y ha asegurado que prestaba trabajos de asesoría para varios ayuntamientos. “La afirmación de que la empresa no hacía absolutamente nada es completamente falsa”, ha dicho.
El acusado cobró los fondos a través de Técnicas Legales Administrativas SL, una firma administrada por su cuñada, María Concepción Torregrosa. Mariano López ha explicado que puso la empresa a nombre de su familiar por las deudas que arrastraba. Sin embargo, ha asegurado que la jugada no “obedece a la intención de ocultar la facturación”. Su hijo también trabajó en el 'call center', que dejó de atender 11.000 llamadas.
Mariano López también ha limitado su relación con Rus a lo “puramente institucional”, al haber presidido el primero una asociación patronal de Xàtiva, localidad de la que el expolítico del PP era alcalde. También ha negado haber pertenecido al PP y ha enmarcado su amistad con Salvador Deusa, funcionario de la Diputación de Valencia encargado de elaborar los pliegos de la adjudicación, en que fueron compañeros de colegio en Xàtiva. “Hay que situarse en la época, Xàtiva era un pueblo e íbamos todos al mismo colegio, somos de la misma edad”, ha dicho López.
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