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Vox intenta sin éxito frustrar la aprobación de la ley valenciana contra la ludopatía

La extrema derecha intenta frustar el debate y aprobación de la ley valenciana contra la ludopatía. El grupo parlamentario Vox remitió un texto el domingo a las Corts Valencianes en el que cuestionaba el sistema de voto ponderado, aprobado por unanimidad entre los portavoces de los grupos para la votación en el pleno de esta semana. El voto ponderado permite que los síndicos de los grupos voten por la totalidad de los diputados a los que representan.

Los portavoces, según ha explicado el presidente de la cámara, Enric Morera, acordaron establecer este sistema en la última Junta de Portavoces. Al anunciar Vox su impugnación -consideran que se vulneran los derechos de los diputados con este sistema-, la Mesa de Parlamento ha optado por retrasar la votación al finalizar la sesión, este jueves, y habilitar el voto telemático para que todos los diputados puedan ejercer su derecho a distancia.

El portavoz del grupo de extrema derecha que, como PP y Ciudadanos, han solicitado la retirada de la ley, ha explicado antes de comenzar la sesión que ya habían emitido su voto por correo electrónico antes de pedir la impugnación. Es decir, han emitido su voto para posteriormente solicitar que no tenga validez el citado sistema. Vox solicitará un dictamen jurídico a los letrados, un informe que también ha solicitado presidencia para ver cuál es el sistema más garantista con los diputados. 

Por el momento, hasta que se solvente la situación, este lunes se continuará el debate del proyecto de ley que pretende luchar contra la ludopatía, atascado desde la legislatura pasada. En las últimas semanas, la patronal del juego y una plataforma de reciente creación a cargo de un empresario del sector han incrementado las presiones sobre los grupos del Botánico (PSPV, Compromís y Unides Podem) para paralizar la norma, que limita las máquinas recreativas tipo b (tragaperras), las máquinas de apuestas y prevé eliminarlas en los próximos 10 años. La norma implica alejar el juego de la población vulnerable, desde niños a personas que hayan desarrollado ludopatía.

Este lunes, mientras se debate la norma, una organización de trabajadores de salones de juego ha convocado una marcha desde la Plaza del Ayuntamiento de Valencia hasta las puertas de las Corts Valencianes. La concentración ha sido secundada por varias decenas de trabajadores de salones, que creen que pueden perder el empleo si se aprueba la ley.