César Ramos y José Moisés Martín: “La lucha de clases va a existir siempre”

elDiario.es

20 de diciembre de 2020 12:45 h

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José Moisés Martín, economista, y César Ramos, diputado del PSOE, son los autores del ensayo 'Manifiesto por una izquierda digital' (Clave Intelectual). Este lunes han charlado en Conectados con el director de elDiario.es, Ignacio Escolar, sobre la revolución digital y cómo la izquierda debe adaptarse a ella.

En el texto, además de analizar las áreas en las que más están impactando estos cambios en nuestra sociedad, proponen una hoja de ruta para que el progresismo se adapte a ellos, y llaman a la acción destacando que la izquierda debe utilizar la digitalización como plataforma para desarrollar su voluntad trasformadora.

Este manifiesto gira en torno a cuatro grandes cuestiones: cómo produciremos, cómo nos cuidaremos, cómo nos informaremos y cómo nos organizaremos. Sobre la economía digital, las tecnologías que mejorarán la calidad de vida, la sociedad de la información o los retos de la izquierda en la era digital, los autores analizarán para los lectores y socios y socias de elDiario.es las claves y retos del presente y el futuro.

En la conversación con el director de elDiario.es, Ramos explicaba que con su libro buscan la forma de que el futuro “no se convierta en un escenario distópico” consiguiendo que “todos actuemos para lograr el escenario más positivo que beneficie a la mayoría”. Coincidía en este sentido José Moisés Martín, defendiendo que “hay un camino que nos permite avanzar por un mayor progreso y libertad para todos y todas partiendo de la acción política”.

Sobre si los avances tecnológicos producen desigualdades, César Ramos reconoce que en la actualidad vemos que algunos se están “quedando atrás”. “Somos incapaces de ver los cambios que se están produciendo, y regulamos tarde y mal”, explicaba. “Unos pocos se están aprovechando y los ciudadanos no se ven protegidos, por eso hay que hacer análisis de las tendencias de futuro. Si podemos entender donde vamos, tendremos capacidad para regular”, añadía.

Una izquierda que no deje a gente atrás

Martín ahondaba en la idea de que “la izquierda tiene que construir un modelo de digitalización que no deje a la gente atrás” y advertía de cómo en estos momentos hay “mayores que se quedan fuera” o “empresas que se enfrentan al cierre porque no pueden competir con los grandes monopolios”. Así, defendía que tenemos que “democratizar la digitalización”, que actualmente “está controlada por unos pocos”.

Una de las claves para el economista es “buscar mecanismos institucionales para repartir mejor la productividad”, que en estos momentos “se concentra en pocas manos”. En este sentido, explicaba que para poder tomar medidas de reducción de las jornadas de trabajo, se deben tomar de forma consensuada entre los países. “Si no se hace conjuntamente, el país que toma la iniciativa puede perder competitividad y no se puede llevar a cabo”, explicaba y defendía que “ha llegado el momento de experimentar con la reducción de la jornada laboral y con maneras de lograr una red social para todo el mundo”.

Preguntado sobre si cree que va a desaparecer el concepto clásico de izquierda-derecha y la lucha de clases, César Ramos se mostraba tajante: “La lucha de clases va a existir siempre”. Añadía el diputado del PSOE que “la izquierda es más necesaria que nunca” y que “se debe plantear defender a una nueva clase trabajadora, preparada, que trabaja de forma distinta”. “No va a haber una única clase en nuestro planeta, por mucho que evolucione, hay que garantizar que todo el mundo tenga las mismas oportunidades, y eso con los grandes avances, no se está produciendo”, explicaba.

Ramos también ha reflexionado sobre el panorama político y la fragmentación que acabó con el bipartidismo. El diputado ha asegurado que “el parlamento actual funciona con la lógica antigua”. “Los partidos nuevos se adaptaron rápido a la moqueta y se comportan en lo bueno y lo malo como los viejos partidos”, añadía. En su opinión, “hay que dar más participación a los ciudadanos en la vida parlamentaria” y ponía como ejemplo que sería “enriquecedor” que en las comisiones la gente “pudiera dejar sus comentarios y reflexiones” y que estas se trasladaran al debate parlamentario y a la mejora de las iniciativas. “Se enriquecería el parlamento, y no sería más un plató de televisión que un parlamento que cuenta con la opinión de los ciudadanos”, remachaba.