Apps para aprender idiomas y por qué funcionan
Aprender un idioma extranjero es una de las asignaturas pendientes para muchas personas en España. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 15% de la población en España habla “bien” inglés, el idioma extranjero más conocido, y el 75% reconoce no saber hablarlo en absoluto, con las generaciones más jóvenes mejorando solo ligeramente estas cifras.
El aprendizaje de los idiomas no es como otras áreas de la educación. Cuando aprendemos nuestro propio idioma nativo empezamos escuchando varias veces la misma palabra, que aprendemos a reconocer, reproducir y pronunciar correctamente. Después, aprendemos a escribir las palabras y las reglas de la gramática.
Este es el mecanismo natural. Por desgracia, en las clases de otros idiomas en las escuelas se empieza la casa por el tejado. Primero, se aprende a escribir las palabras extranjeras y las reglas de la gramática, mientras que hablar y escuchar pasan a un segundo plano. No es sorprendente que el nivel sea tan bajo en nuestro país.
El objetivo de aprender un idioma es poder conversar con sus hablantes y hacerse entender. Eso solo se puede conseguir empezando por la conversación. Esta también es la base de las apps para el aprendizaje de idiomas que hay disponibles para teléfonos inteligentes.
En qué se basan las apps para aprender idiomas
Las aplicaciones para móviles más populares de aprendizaje de idiomas suelen basarse en una combinación de varias metodologías pedagógicas y psicológicas, adaptadas para aprovechar las ventajas de la tecnología.
- Gamificación: las aplicaciones como Duolingo y Memrise utilizan elementos de juego, como puntos, niveles y premios, para mantener a los usuarios comprometidos. La gamificación puede aumentar la motivación y hacer que el proceso de aprendizaje sea más ameno.
- Repeticiones espaciadas: varias aplicaciones, incluidas Duolingo, Memrise y Drops, emplean el algoritmo de repeticiones espaciadas, una técnica respaldada por la investigación en psicología cognitiva para mejorar la retención a largo plazo.
- Aprendizaje contextual: aplicaciones como Babbel se esfuerzan por presentar palabras y frases dentro de un contexto útil o realista, que puede hacer que el nuevo vocabulario y las estructuras gramaticales sean más fáciles de recordar y aplicar.
- Enfoque comunicativo: algunas aplicaciones como Busuu ofrecen interacciones con hablantes nativos o ejercicios prácticos de conversación. Esto se basa en la teoría del aprendizaje social, que enfatiza la importancia de la interacción social para el aprendizaje de idiomas.
- Microaprendizaje: Drops y otras aplicaciones utilizan sesiones cortas y específicas que se adaptan al estilo de vida ocupado de muchas personas hoy en día. Este enfoque fragmentado se conoce como microaprendizaje y se considera efectivo para el aprendizaje a largo plazo.
- Aprendizaje visual: aplicaciones como Drops hacen uso extensivo de imágenes y elementos visuales para ayudar en el proceso de memorización, basándose en teorías que sugieren que la memoria visual puede ser más fuerte que la memoria verbal para algunas personas.
- Aprendizaje adaptativo: algunas aplicaciones avanzadas como Duolingo utilizan algoritmos de aprendizaje automático, una parte de la inteligencia artificial, para adaptar el contenido de aprendizaje a las necesidades individuales del usuario. Esto puede incluir ajustar la dificultad de los ejercicios o revisar material que el usuario ha olvidado.
Cada aplicación suele combinar varias de estas metodologías para crear una experiencia de aprendizaje más completa y efectiva. Sin embargo, la eficacia de cada aplicación puede variar según las necesidades individuales del usuario. La solución es probar, aprovechando que muchas de estas aplicaciones son gratuitas, y ver cuál se adapta mejor a tu propio estilo de aprendizaje.
Duolingo
La app más conocida, Duolingo, ofrece ejercicios interactivos con audio, y un sistema de puntos y niveles que lo convierte en un juego. Dispone de más de 30 idiomas, incluyendo inglés, francés, alemán y muchos más, aunque la interfaz y las traducciones en español solo están disponibles para ocho de ellos. La versión básica es gratuita, y dispone de una versión de pago con ventajas para aprender más rápidamente. La opción de pago se puede probar durante dos semanas.
Babbel
La app de Babbel se basa en lecciones cortas, con un enfoque en conversaciones prácticas. Tiene disponibles 14 idiomas y además incluye podcasts, juegos y vídeos. Las opciones de suscripción empiezan a 5,99 euros al mes si se contrata un año. Las opciones más caras incluyen clases en directo en grupos de seis personas como máximo.
Memrise
El aprendizaje en Memrise se basa en el uso de tarjetas mnemotécnicas y repeticiones espaciadas para aprender expresiones y vocabulario de forma más eficaz. También tiene lecciones en vídeo en las que se emplean las palabras que se han aprendido, y usa ChatGPT para practicar la conversación por mensajes de texto. Tiene 16 idiomas disponibles, con 11 de ellos accesibles en español. El plan de pago cuesta a partir de 5,67 euros al mes al pagar un año.
Busuu
Una app veterana, Busuu ofrece planes de estudio personalizados, lecciones en vídeo e interacción con hablantes nativos. Hay 14 idiomas disponibles. Un estudio de 2016 encontró que 22 horas de Busuu (de pago) eran equivalentes a un semestre universitario para aprender español. Por desgracia la versión gratuita ofrece recursos limitados.
Drops
Drops es otra aplicación que ofrece más de 50 idiomas, entre ellos gallego, catalán, hebreo o gaélico. Dispone de cientos de lecciones de aprendizaje de vocabulario basadas en el aprendizaje visual para representar palabras y conceptos, la repetición espaciada y la interacción táctil de arrastrar y soltar para relacionar palabras e imágenes. Hay una versión gratuita, y la versión de pago cuesta 5,62 euros al contratar un año.
ELSA
Aunque no se trata de una aplicación tan completa como las anteriores, ELSA se enfoca en un problema que trae de cabeza a muchos estudiantes españoles: la pronunciación del inglés. Presenta frases e interacciones reales y registra la voz del usuario, haciendo que repita hasta conseguir pronunciar correctamente. La versión gratuita solo incluye los ejercicios básicos y tiene anuncios.
Dónde fallan las apps de idiomas
Las aplicaciones para aprender idiomas en el móvil ofrecen una gran comodidad y accesibilidad, pero también tienen algunas limitaciones en comparación con las clases presenciales. La más importante es que el compromiso puede ser menor, del mismo modo que contratar un entrenador personal hace que sea más difícil saltarse una sesión, tener clases en general hace que haya más constancia.
Además, en las clases presenciales, los estudiantes tienen la oportunidad de interactuar con un instructor y otros estudiantes, lo que permite una práctica de conversación más realista y la corrección inmediata de errores. Muchas aplicaciones carecen de esta interacción significativa.
En general las apps de idiomas se centran en la conversación y el vocabulario, y no tanto en la gramática. Aunque como hemos dicho antes, la gramática viene al final, también es necesario aprenderla en algún momento. Muchas de estas apps se centran en los niveles principiante e intermedio, y no disponen de opciones interesantes para los estudiantes más avanzados. Por último, no sirven para todos los estilos de aprendizaje y gustos personales. Algunas personas aprenden mejor en el entorno del aula que ofrece disciplina y responsabilidad social.
Dicho esto, las apps de idiomas son como las apps de ejercicio. Solo se obtienen resultados si se usan con frecuencia y con constancia. No hay soluciones milagrosas para aprender idiomas.
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