Ni bicarbonato ni vinagre: el truco del alambre y otras formas de mantener el fregadero libre de atascos

La cocina es una de las zonas de la casa donde más tiempo pasamos a lo largo del día. Por ello, es indispensable el mantenimiento de cada uno de los muebles, electrodomésticos y utensilios presentes en la misma.

Uno de los más utilizados es el fregadero. Sin embargo, debido al uso diario, es sencillo acumular restos de comida, suciedad y jabones en este, lo cual podría contribuir a que se atasque con mayor facilidad. Para evitarlo, este requiere un mantenimiento que pocas veces se lleva a cabo.

Un fregadero sucio no solo puede derivar en atascos, sino también puede contribuir a la propagación de malos olores, la formación de moho y bacterias dañinas, y en fugas de agua, que podrían generar un daño irreparable, obligándonos a llamar a un fontanero.

Por ello, existe un método para mantener el fregadero libre de atascos, perfecto para evitar la necesidad de llamar a un especialista, y sin tener que recurrir a los clásicos trucos de limpieza con bicarbonato y vinagre.

Truco del alambre

El truco del alambre es una opción manual y muy útil para desatascar el fregadero, principalmente cuando la obstrucción es en la boca del desagüe. Con él, conseguiremos retirar la suciedad más superficial, retirando el taponamiento. Para llevar a cabo este método tan solo será necesario una percha de metal y unos guantes de limpieza.

Para comenzar, será necesario preparar la herramienta. Para ello, endereza la percha de alambre para dejarla lo más recta posible. A continuación, dobla una de las puntas de la percha, el objetivo es que esta termine con forma de garfio.

Una vez el alambre esté preparado, introdúcelo en el desagüe del fregadero y empuja suavemente hasta encontrar la zona atascada. Cuando ya no sea posible introducir más la herramienta, gira el alambre en círculos para intentar enganchar la mayor cantidad de residuos posibles.

Tras ello, retira el alambre cuidadosamente para que no vuelvan a caerse los restos enganchados. Repite este paso las veces que sean necesarias en función de la cantidad de residuos presentes en el fregadero.

Por último, abre el grifo y vierte agua caliente para asegurarte de que no quede ningún residuo. De esta manera limpiarás la tubería y los restos aún presentes en las cañerías se perderán con la corriente.  

Este método es principalmente útil para retirar residuos sólidos de la boca del desagüe, como restos de comida que han quedado amontonados durante el fregado de los platos.

Agua caliente

Otro de los métodos caseros más sencillos y que servirán para desatascar el fregadero es simplemente verter agua caliente. Esta es una de las soluciones más simples y menos invasivas y funciona desatascar tuberías con restos solidificados, como aceites.

Para ello, llena una olla con agua muy caliente, con cuidado de que no hierva, ya que esto podría dañar las tuberías de PVC. A continuación, vierte el agua caliente poco a poco en diferentes tramos en el desagüe para que vaya disolviendo la obstrucción lentamente.

Este proceso es uno de los más sencillos y seguros, por lo que es posible repetir el método cuantas veces sea necesario si las tuberías siguen atascadas tras la primera intervención. Además, llevar a cabo esta técnica de manera regular servirá como prevención para evitar posibles atascos.

Recurre a un fontanero

Si estos métodos no son efectivos, es posible que sea necesario recurrir a un fontanero para que utilice técnicas más avanzadas y evalúe el atasco al completo. De forma similar al truco de la percha, este especialista cuenta con una herramienta denominada serpiente o cable de desatascos, una larga malla de alambre que permite retirar la mayor parte de las obstrucciones.

Sin embargo, si esta herramienta no consigue su función, es posible que haya que desmontar las tuberías de debajo del fregadero, también denominadas sifón. Estas son los diferentes tramos de PVC con forma de U que se encuentra debajo del utensilio, normalmente escondidas tras un mueble.

Mantenimiento preventivo del fregadero

Pese a que existan métodos específicos útiles para desatascar de forma casera el fregadero, es recomendable llevar a cabo un mantenimiento regular, así como utilizar métodos preventivos, que eviten la acumulación de restos de comida y otro tipo de residuos.

Una de las formas más comunes de prevenir un atasco es instalando una rejilla en la boca del fregadero, que recoja todos los restos y con pequeñas hendiduras. Así, la herramienta tan solo permitirá el paso de líquidos por las tuberías.

Pese a que existen varios tipos de rejillas para la boca del fregadero, como las de plástico, es recomendable adquirir una de acero inoxidable, las cuales resultan más higiénicas y duraderas. Además, al igual que con el fregadero, es necesario limpiarlas con agua y jabón cada cierto tiempo.