Las ocho claves para elegir bien un seguro de moto
Los días se alargan, el sol calienta cada vez más, las nubes, aunque más frecuentes en el Mediterráneo, dejan poco a poco paso al sol y al buen tiempo: llega la primavera y con ella, las ganas de subirnos a una motocicleta y recorrer las carreteras de España por los inacabables llanos de Castilla, hasta llegar a los confines de Extremadura y Andalucía, o a las cordilleras del Cantábrico.
Tanto es así que hay cálculos que aseguran que entre marzo y mayo las contrataciones de seguros de motocicleta se disparan un 105% con respecto al resto de meses del año. Se compran más motocicletas, de primera y segunda mano, y en consecuencia hay que asegurarlas antes de lanzarnos a lo Easy rider por las rutas de la península, no vaya a ser que tengamos un tropiezo y no podamos cubrirnos, ni siquiera para remolcarla hasta un taller.
Por lo tanto, lo primero tras adquirir una moto, y antes siquiera de arrancarla, es contratar un seguro adecuado a nuestras características. No es tarea fácil, aunque tampoco imposible; hay muchas variables que intervienen, desde el uso que le vamos a dar a si vamos a llevar a alguien de paquete o bien si dormirá en parking o la llevarán nuestro hijos, etc. A continuación te contamos las ochoprincipales claves para acertar a la hora de contratar un seguro para tu motocicleta.
1. Qué moto nos compramos
Si se trata de una máquina nueva y buena, condicionará de entrada el seguro. El motivo es que el básico, a terceros sin ninguna cobertura, se nos queda muy corto. A no ser que la vayamos a llevar muy poco y duerma en un garaje solo para ella, tendremos que optar por un seguro a todo riesgo con franquicia. Una alternativa es un seguro a terceros con coberturas contra robos e incendios. Si además se trata de una marca cara podemos añadir asistencia en carretera para que nos la remolquen al taller más cercano.
2. Si es de segunda mano
En tal caso quizás lo más sensato es pensar en un seguro a terceros con cobertura de asistencia en carretera en caso de que sea un modelo bastante actual o de valor. Si ya tiene unos cuantos miles de millas a sus espaldas y no es un modelo de coleccionista, con un terceros sin más coberturas puede que tengamos bastante, aunque muchos seguros incluyen en la base la asistencia.
3. El uso que le vamos a dar
No es lo mismo comprarnos una moto para sacarla los fines de semana, o para ir de casa al dentro de la ciudad, que otra para usarla profesionalmente en tareas de logística o desplazamientos continuos. En el primer caso, podemos plantearnos prescindir de ciertas coberturas, como robos o incluso asistencia en carretera, pues siempre puede haber un taller cerca.
En caso de uso profesional, lo lógico sería decantarse por un seguro a todo riesgo con una determinada franquicia, o bien un terceros pero con coberturas contra robos, asistencia en carretera, reclamación de daños o asistencia al conductor. No hay apenas compañías que oferten un seguro a riesgo puro para motos.
4. ¿Dónde dormirá?
En la calle está expuesta a robos o incendios, por ejemplo, por lo que deben contemplarse estas coberturas. En garaje se conservará mucho mejor y el riesgo será mucho más bajo.
5. Los kilómetros que vamos a hacer anualmente
A más millas, mayor será la probabilidad de que suframos un accidente, no importa que tengamos gran pericia en la conducción o que seamos sumamente cautos; no todo depende de nosotros. Si nos planteamos un uso muy intensivo es mejor contemplar las coberturas de asistencia en carretera, reclamación de daños, asistenciaal conductor, etc. Si vamos a usar la moto solo para hacer el dominguero, podemos reducir algunas coberturas y abaratar así el seguro.
6. ¿Llevaremos a alguien de paquete?
A pesar de ser considerado un tercero, y por tanto estar cubierto con el seguro básico, en algunos seguros se impone al acompañante una franquicia. En tal caso, si tenemos un accidente y le ocurre algo, nos veremos forzados a pagar una cantidad adicional por el coste de sus cuidados médicos. En otras palabras, la asistencia al acompañante es una de las coberturas a tener en cuenta.
7. ¿La usará otra gente?
Otro aspecto que se debe mirar con lupa en las condiciones del seguro es si cubre la posibilidad de que más de una persona pueda conducir la moto cubierta por el seguro. Algunas compañías lo permiten y otras, en cambio, consideran al conductor adicional otro contratante en función de su edad, veteranía, etc., y obligan a contratar un seguro adicional.
8. Si tenemos o no experiencia previa
La edad y la veteranía a los mandos de una motocicleta, es decir la antigüedad de nuestro carné, pesan mucho en no pocas compañías a la hora de calcular una prima. Si somos maduros y veteranos pagaremos menos que los jóvenes y noveles.