La tecnología led se rige por una nomenclatura diferente a la de las bombillas incandescentes, lo que puede llevarnos a equivocarnos en la compra
Aunque el resultado es el mismo, conseguir luz artificial, lo que hay detrás de este milagro es completamente distinto. Mientras que la tecnología incandescente se basa en la emisión de luz por parte de una resistencia caliente, y la fluorescente tiene el mismo principio pero aplicado a un gas, la tecnología led deriva de la capacidad de algunos materiales de emitir luz cuando pasa por ellos la corriente eléctrica, es decir, que se mueven electrones.
Este fenómeno, conocido desde hace bastantes décadas pero inicialmente limitado a los botones de encendido y apagado de electrodomésticos y electrónica de consumo, pues se trataba de una tecnología cara, presenta muchas ventajas para su aplicación en la iluminación de espacios cerrados e incluso de entornos urbanos, aunque no sin polémica.
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