Cómo fabricar un hidrogel para que tus plantas no sufran si te vas de vacaciones

Un año más, el verano ha traído consigo mucho calor, y con él, llegan también las esperadas vacaciones. Lo que debería ser un periodo para descansar y recargar pilas puede acabar siendo un quebradero de cabeza para los amantes de las plantas, que se ven obligados a calcular cómo y cuándo cuidarlas mientras ellos no estén en casa.

Si bien es cierto que siempre han existido trucos y estrategias para conseguir solventar esta complicada tarea, como avisar a alguien de confianza o dejar un goteo en cada maceta, estos trucos no siempre son posibles o viables.

De igual manera, es impensable abandonar nuestras plantas en casa sin cuidados para encontrarlas deshidratadas y mustias a la vuelta de las vacaciones. Por ello, una de las soluciones que está triunfando en verano, el periodo más complejo para gestionar su cuidado, es la de acompañar a tus plantas de una solución de hidrogel, que retiene el agua y riega tus macetas poco a poco para que tú puedas disfrutar de tus vacaciones sin ninguna preocupación.

El poliacrilato de potasio, conocido comúnmente como hidrogel, es una sal potásica con propiedades muy útiles. Su principal característica es la de absorber moléculas de agua de 268 veces su peso. De esta manera, el hidrogel libera las moléculas de agua de una manera sostenida, disminuyendo la pérdida de nutrientes y manteniendo el suelo húmedo.

El hidrogel se ha vuelto un útil cada vez más común entre los apasionados al cuidado de plantas y jardines, por ello, es posible adquirirlo en multitud de tiendas. Sin embargo, su elaboración es sencilla y puede hacerse desde casa con tan solo tres materiales. Para la fabricación de hidrogel se necesitan:

  • 800 mililitros de agua filtrada o purificada.
  • 15 gramos de agar-agar en polvo.
  • Moldes de silicona.

Cómo fabricar hidrogel casero

La fabricación de hidrogel casero es muy sencilla y requiere de simples pasos que cualquiera con un poco de interés puede completar. Para comenzar, ponemos los 800 mililitros de agua a hervir hasta que el agua alcance el punto de ebullición. Una vez alcanzado, retiramos el agua hirviendo del fuego y agregamos los 15 gramos de agar-agar, removiendo bien para que no queden grumos durante 3 minutos mientras se diluye con el calor residual del agua.

Posteriormente, dejaremos enfriar y prepararemos nuestros moldes. Recomendamos utilizar moldes pequeños para que el resultado final quede en pastillas individuales que podamos distribuir directamente entre plantas sin necesidad de cortar o separar. Una vez que la mezcla se ha enfriado un poco, la vertemos en los moldes de silicona y la enfriamos en la nevera durante dos horas. Pasado este tiempo, las pastillas ya están listas y las podremos desmoldar y poner en nuestras plantas.

Las pastillas se colocan en la base de la planta, encima de la tierra, y ellas solas distribuirán el agua por todas las raíces, aportándole nutrientes, en algunos casos, hasta dos semanas después de colocarlas. Es importante situar las pastillas en una zona donde reciba poca luz solar directa para que estas cumplan su cometido correctamente y puedan durar el mayor tiempo posible.

La elaboración es sencilla y permite realizarla en casa sin apenas complicaciones. Sin embargo, podrás seguir el proceso de elaboración desde el canal de YouTube (Gran Velada), donde explica el proceso completo de manera sencilla y visual.

Otras maneras de fabricar hidrogel

Si no dispones de dónde adquirir agar-agar para la realización de la mezcla, es posible sustituir este ingrediente por otros tipos de gelatinas, como gelatina neutra. Además, es posible adquirir hidrogel en polvo en tiendas especializadas, facilitando la creación del compuesto en casa.

Para ello, tan solo tendremos que mezclar 800 mililitros de agua por cada 10 gramos de hidrogel en polvo, dejando la mezcla a reposar durante más de 30 minutos hasta que adquiera el aspecto sólido pero gelatinoso que necesitamos.

Usos de las pastillas caseras de hidrogel

Una vez fabricada la mezcla de hidrogel, podrá utilizarse directamente en las plantas de la casa, aunque la realización de esta receta solo servirá para plantas de interiores. Además, el uso de agar-agar, una gelatina compuesta de algas de origen vegetal, aporta nutrientes a las plantas a las que ayuda a hidratarse facilitando su cuidado.

Cabe destacar que el agar-agar es un producto atractivo para todos los integrantes de la casa, por su forma y textura, y por tanto, se recomienda mantener fuera del alcance de los niños.