Características del poto y cómo cuidarlos

El poto es una opción fácil de cuidar y bonita para decorar cualquier ambiente.

Cristina Hernán

13 de junio de 2023 18:23 h

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El poto, conocido también por su nombres más tecnico pothos o, popularmente, como hiedra del diablo, es una planta trepadora popular que se ha convertido en un elemento decorativo común en muchos hogares. Proviene del sudeste asiático, de Malasia e Indonesia, y crecebien en ambientes no demasiado húmedos, por lo que si no tienes mucho tiempo para dedicar a su cuidado es una opción perfecta. 

Puede alcanzar una altura de hasta 20 metros y, en ocasiones, crece en forma de enredadera. En este artículo veremos cómo cuidarlo, qué macetas puedes usar e, incluso, los estilos de decoración con los que puedes combinarlo.

Si quieres añadir un toque verde a tu espacio pero no eres para nada experto en plantas, no te preocupes, el poto no será para nada exigente contigo y, a cambio, crecerá rápido y aportará un ambiente agradable a tu hogar. Esta planta tiene la cualidad de ser purificadora del aire y acaba con las sustancias nocivas de este.

El poto crece en tallos alargados y finos y, a medida que va creciendo, tomará un efecto de enredadera que aportará a tu hogar o estancia la sensación de que hay una gran cantidad de vegetación y decoración natural. Incluso puedes usar algunas hojas para hacer esquejes y, así, tener varios en diferentes lugares de tu casa. 

Cantidad de luz que necesita 

El poto es una planta de interior resistente y adaptable como comentábamos, sin embargo la primera precaución que debes tener en cuenta si quieres que tu poto crezca sano y dure muchos años es no exponerlo directamente a la luz del sol.

Esta planta necesita abundante luz, pero tiene la característica de no ser indicada para que le dé la luz del sol directamente sobre las hojas. Puedes buscar un lugar luminoso de la casa, pero será beneficioso que lo mantengas alejado de terrazas muy expuestas al sol o el alféizar de alguna de tus ventanas

Riego del poto

Es ideal regarlo una vez a la semana en invierno y cada tres días o dos en verano, dependiendo del calor. También puedes revisar cada dos o tres días cómo está la tierra y si está seca, puedes regarlo. 

Como regla general, es mejor mantener el sustrato no muy húmedo, dejando que casi se seque entre riegos. Es decir, mejor si lo riegas de menos que de más. Pulverizar las hojas tres veces por semana en verano puede ser una alternativa en momentos de episodios u olas de calor.

Qué hacer si las hojas se ponen amarillas

Si las hojas se ponen amarillas es señal de que el poto tiene exceso de agua, por lo que te proponemos regarlos menos. También puedes ponerlo en un lugar donde reciba más luz del sol, pero, recuerda, nunca directa. Si ves que es la mayor parte de tu poto la que tiene las hojas amarillas, puedes trasplantarlo como te indicamos a continuación. 

Esto también puede ser debido a que le falten nutrientes a la tierra, como las sales minerales y se encuentre en mal estado por ello. El trasplante en este caso sería la solución ideal y, a partir de ese momento, puedes tener cuidado de darle el riego exacto que necesita para que no vuelva a ocurrir. Puedes comprar para ello sustrato universal, el mejor en estos casos.

El mejor momento para la poda del poto 

El mejor momento para podar cualquier planta es el momento en que la luna está menguante.En caso del poto, es lo mismo. Puedes buscar en internet un calendario de lunas para la agricultura donde puedas saber cuál es este momento, que se da cada mes. 

Las fases lunares son cuatro. Creciente, llena, menguante y nueva. Aunque se dividen en ocho subfases. Es ideal podarlo en menguante porque la savia está en las raíces, no en las hojas, por tanto sufrirá menos daño y crecerá fuerte y sano. 

La poda es una parte importante del cuidado del poto, ya que ayuda a mantener su forma y promueve un crecimiento más denso. La mejor época para podar el poto es a principios de la primavera, cuando la planta está entrando en su periodo de crecimiento activo. 

Para podarlo correctamente, selecciona los tallos más largos y las hojas más viejas ya que son las que necesitan mayormente la poda. Utiliza tijeras de podar limpias y afiladas para evitar dañar la planta y asegúrate de cortar justo por encima de un nudo o nodo, donde hay pequeñas protuberancias a lo largo del tallo.

Trasplante del poto

El momento de trasplantarlo será cuando haya crecido demasiado para la maceta en la que está plantado. ¿Cómo saberlo? A veces puedes verificar si las raíces asoman por los orificios de la maceta. Las macetas con ellos son una buena opción por esto, además de porque la planta no se pudre por un exceso de agua. 

Es ideal trasplantarlo si puedes una vez al año con sustrato universal y en primavera. Ya que, como comentábamos, el poto crece muy rápido y fuerte. 

Abono y fertilización

El poto agradecerá una alimentación ocasional para promover un crecimiento saludable. Se recomienda utilizar un fertilizante líquido equilibrado diluido al menos una vez al año. Sin embargo, ten en cuenta que el exceso de fertilización puede quemar las raíces de la planta, por lo que es importante seguir las instrucciones de dosificación del fertilizante y no excederse.

Lugares ideales de la casa para colocar un poto

Quedará ideal tanto en maceta de barro como en una de bambú o fibras naturales trenzadas como el cannage, tendencia actual en decoración. ¿Cuál es el mejor rincón de tu casa para colocar un poto? Quedará ideal tanto encima de armarios, estanterías o mesas como al lado del televisor para neutralizar el efecto de la pantalla en medio del salón. Pero también puedes colocarlo en la cocina o incluso en el baño.

Estilos de decoración con los que puedes combinar un poto

Los estilos de decoración con los que esta planta combina de maravilla son:

  • El estilo vintage, ya que es un clásico.
  • El estilo boho chic.
  • El rústico.
  • El nórdico o escadinavo.
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