Cómo reciclar (bien) tu caja de la pizza
Todos lo hemos hecho: tirar una caja grasienta de pizza al contenedor azul. A veces pensamos que algo es reciclable, así que lo depositamos en el contenedor para su recuperación y tratamiento. Y es precisamente lo que repite Ecoembes, el organismo encargado de gestionar estos residuos en España.
“Las cajas de pizza tienen que ser depositadas siempre en el contenedor azul”, insiste la organización en los muchos correos intercambiados durante cuatro días, con el fin de averiguar cómo reciclar o separar bien una caja de pizza manchada de queso u otros ingredientes pringosos, que es como acaba la mayoría.
¿Las cajas de pizza sucias al contenedor azul?
La postura ha sorprendido y desconcertado por igual a todas las asociaciones ecologistas consultadas: Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra. “Casi todas las cajas de pizza son de cartón, pero hay un problema: cuando metes la pizza dentro se manchan de grasa; y una caja manchada de grasa ya no se puede reciclar”, afirma Julio Barea, responsable de la campaña de Residuos de Greenpeace. No solo ocurre con el cartón: “Tampoco el papel manchado de aceites o comida se puede reciclar”, insiste Barea.
La duda surge porque la caja de pizza está hecha de cartón corrugado, un material del que en 2019 consumimos 3.388.200 toneladas, según Aspapel; y limpio tras su uso iría al contenedor de reciclaje de papel y cartón. Pero lo cierto es que la mayoría de las cajas de pizzas se pringan de aceite, tomate, salami y queso, entre otros ingredientes: absorben mucha grasa.
Por eso, en países como Estados Unidos y Reino Unido, entre otros, las autoridades encargadas del tratamiento de residuos se han esforzado en explicar que las cajas de pizzas no deben nunca ir al contenedor azul o de papel; precisamente por lo sucias que acaban. Pero, ¿y en España? ¿Qué debemos hacer con las cajas de pizza pringosas y grasientas?
Ecoembes insiste: “Mantenemos la primera respuesta, las cajas de pizza tienen que ser depositadas siempre en el contenedor azul, estén como estén”, señala su departamento de comunicación. Este también nos invita a consultar el asistente inteligente de reciclaje de Ecoembes, A.I.R-e, que resuelve las dudas de reciclaje de los ciudadanos.
Y cuando preguntas al simpático robot sobre el asunto de las pizzas, esto es lo que responde: “¡Qué hambre me acabas de dar! Si ya os habéis acabado la pizza, ¡la caja, no importa lo manchada que esté, al ser cartón va al contenedor azul”. El robot incluso adorna su respuesta con un emoticono de un pedazo de pizza de salami.
Lo que ocurre si echas la caja de pizza al azul
Por desgracia, depositar tu caja de pizza para el reciclaje puede hacer más mal que bien, insisten los ecologistas. Tu caja de pizza grasienta contaminará el resto del cartón o papel que esté limpio, aseguran. “Si metes en el contenedor una caja manchada de grasa, estás llenando de aceite el resto del cubo azul, y estás fastidiando la calidad del reciclaje, y estropeando todo el proceso”, insiste Barea.
Una vez sucia, no es posible separar la fibra de papel de las grasas. En la planta, todo el material mezclado se tritura y se sumerge en agua para hacer una pulpa, dentro de un depósito con hélice llamado hidropulper. Esa pulpa o masa es la que se recupera para hacer material reciclado. Y si hay material sucio o grasiento, el producto final será de menor calidad, y valdrá menos en el mercado. Compostar tu caja de pizza tampoco es sencillo
Carlos Arribas, responsable de Residuos de Ecologistas en Acción tampoco oculta su sorpresa con la pauta de Ecoembes: “Decir que las cajas de pizza sucias deben ir al contenedor azul no tiene ningún sentido”, afirma. En su opinión, un cartón o papel grasiento no pueden ir al contenedor azul porque va a dificultar la tarea del reciclador, además de contaminar el resto de papel y cartón que esté limpio. “Una caja grasienta va a manchar y echar a perder una parte de ese contenedor que sí cumple los requisitos para ser reciclado”, insiste Arribas.
No son los únicos atónitos
A Adriana Espinosa, responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra, también le desconcierta que Ecoembes lance el mensaje de que no hay ningún problema en meter estas cajas de pizza sucias en el contenedor azul. “Es de sentido común: el hecho de que estén sucias dificulta el reciclaje del material que sí es apto para reciclarse”. Y apunta: “Lo que le genera dudas es por qué insisten en que hagamos un reciclaje que no es el adecuado”.
Para Espinosa se trata de un error transmitir a la ciudadanía la idea falsa de que no importa cuántos productos desechables consumamos porque todo es reciclable. “Tenemos que empezar a plantearnos nuestro modelo de consumo; más que pensar que todo se puede reciclar”, anota Espinosa. Porque hay muchas cosas que no se reciclan bien o, directamente, no se reciclan y acaban en el vertedero. Y tu caja de pizza grasienta es una de ellas.
Conclusión: ninguno de los tres expertos duda: el sitio para tu caja de pizza grasienta no es el contenedor azul, sino el de restos. Aún así, en las cajas de pizza suelen quedar partes limpias que no se manchan de aceite, como la tapa.
Si estás muy concienciado, puedes separarlas o cortarlas y, estas sí, depositarlas junto con el resto del cartón y papel limpio. O hazte la pizza en casa, y te ahorrar la caja. “Todo, menos echar la caja pringosa al contenedor azul”, insisten desde Ecologistas en Acción. “Sabemos que el sistema de reciclaje en España es deficitario; pero, por favor, no nos engañen”, concluye Barea.
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