Gyrotonic vs. Pilates: qué mejoras aporta cada ejercicio para fortalecerte
El pilates es un ejercicio ampliamente conocido para ponerse en forma. Podemos practicarlo con una esterilla y realizando determinados estiramientos y posturas que comparten muchas similitudes con el yoga; complementando la práctica con mancuernas, pelotas, bandas elásticas y mariposas pero también podemos encontrar centros especializados donde el método pilates se basa en el uso de determinadas máquinas especializadas para llevar los estiramientos a otro nivel.
Lo que quizá no es tan famoso es el gyrotonic. Creado en 1980 por el bailarín húngaro Juliu Horvath, su expansión no ha sido tan popular como la del pilates, aunque se practica en más de ochenta países. Sin embargo, al igual que este y el yoga, se basa en una serie de posturas y estiramientos muy beneficiosos para mejorar la elasticidad y flexibilidad corporal, aliviar tensiones, mejorar nuestra concepción corporal, fortalecer los músculos y mejorar el riego sanguíneo; además de ser muy efectivo para reducir la ansiedad y mitigar los síntomas derivados de la menopausia en las mujeres que atraviesan esta etapa.
El gyrotonic combina yoga, danza, taichí y gimnasia deportiva. Y una de sus características principales es que es un método enfocado a la recuperación de lesiones. De hecho, su creador sufrió múltiples accidentes en su carrera de bailarín y gimnasta antes de fundar la práctica como técnica de rehabilitación. Gyrotonic es, por tanto, ideal para personas que hayan sufrido una lesión, pero también para atletas o cualquiera que tenga como objetivo fortalecer su musculatura.
En una sesión de gyrotonic se emplean también máquinas con poleas y manivelas que ayudan a ejercer resistencia. Aunque como en el pilates, hay versión sin máquinas: la gyrokinesis, cuyo pilar son una serie de movimientos muy fluidos y armónicos acompañados por una respiración específica que se hacen sobre un taburete para terminar la sesión en el suelo.
El pilates con máquinas -o pilater reformer- es un método que desarrolló Joseph Pilates a principios del siglo XX, indicado para personas de cualquier edad y condición física.
Beneficios de Pilates
El pilates es un deporte que muchas personas practican, y con motivo. Existen múltiples beneficios que se asocian a estas rutinas:
- Mejora la fuerza muscular de una forma equilibrada.
- Aumenta la flexibilidad.
- Mejora la postura y la alineación.
- Fortalece el core (los músculos que se encuentran en el centro del cuerpo, como los abdominales).
- Ayuda a rehabilitar lesiones.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Mejora la respiración.
- Aumenta la conciencia corporal.
Beneficios de Gyrotonic
El gyrotonic tiene un gran abanico de beneficios centrados en la propiocepción, la agilidad y la movilidad:
- Es muy útil, como ya hemos señalado, como parte de una rehabilitación para recuperarnos de una lesión; ya que nos ayudará a recuperar la movilidad y la agilidad.
- Redunda en un bienestar general, mejorando la sensación de ligereza y agilidad del cuerpo.
- Tonifica la musculatura y mejora la postura, corrigiendo malos hábitos posturales.
- Incrementa nuestra capacidad cardiovascular.
- Busca la descompresión articular, dotándoles de más espacio a través de movimientos circulares.
- Es bueno también para la circulación sanguínea.
- Es útil para mejorar nuestra propia conciencia del cuerpo, conocerlo mejor y saber observar nuestra anatomía, para estar alertas y saber detectar posibles dolencias.
- Tiene como objetivo también equilibrar la respiración con el movimiento; marcando la inhalación en la expansión o apertura y la exhalación en la contracción o el cierre.
Los orígenes del pilates
Nacido en Mönchengladbach en 1883 Joseph Hubertus Pilates fue uno de los primeros civiles en convertirse en prisionero de guerra en Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial. La experiencia del confinamiento en tiempos de la contienda sirvió de inspiración para la tabla de ejercicios que evolucionaron hasta convertirse en el actual pilates.
Durante su internamiento en la Isla de Man, Pilates empezó a observar a los gatos y a analizar intensamente sus movimientos, dándose cuenta de que sus constantes estiramientos eran la clave de su vitalidad. Inspirado por estos movimientos, comenzó a desarrollar una serie de ejercicios para estirar los músculos humanos, y afirmó que los probó con sus compañeros, que se vieron transformados por los resultados.
Tras su eventual liberación en marzo de 1919, Pilates fue repatriado a Alemania a la edad de 36 años. Según los relatos de estos años, el ejercicio siguió siendo su principal oficio; pasó algún tiempo apoyando a la policía de Hannover en el entrenamiento físico y trabajando con bailarines con problemas físicos. Más tarde, en 1927, montó su primer gimnasio, el Joseph H. Pilates Universal Gymnasium en la Octava Avenida de Nueva York.
Los orígenes del gyrotonic
Por su parte, el gyrotonic fue creado en 1989 por el bailarín Juliu Horvath, húngaro de origen rumano apasionado de la gimnasia deportiva, la natación y el remo. Tras sufrir varias lesiones y romperse el tendón de Aquiles, Horvath tuvo que dejar el ballet y centrarse en recuperarse de sus dolores y lesiones. Tras varios años de experimentación creó primero lo que llamó 'Yoga para bailarines', con rutinas de entrenamiento para este sector. Pero luego lo perfeccionó haciéndolo extensivo al público general con la gyrokinesis. Como evolución de esta, surgió el gyrotonic.
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