Trucos para taladrar un azulejo sin agrietarlo

Azulejo y taladro

Jordi Sabaté

5 de septiembre de 2020 22:10 h

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Todos nos hemos enfrentado al siguiente dilema: tenemos un bonito lavabo nuevo recubierto de azulejos recién puestos, tal vez caros pero seguro que bonitos y de nuestro gusto, elegidos por nosotros y nosotras mismas, y resulta que tenemos que colocarle un colgador de toallas, un soporte para los champús o cualquier otro elemento que precisa perforar los azulejos.

El riesgo, todos lo sabemos porque alguna vez nos a pasado, y tal vez muchas: nos salta el esmalte o se nos agrieta la superficie alrededor del orificio como si alguien le hubiera metido una pedrada y al final el colgador o el soporte queda feo merced al estropicio. Hemos estropeado la belleza de nuestro nuevo lavabo y acabamos odiando la simple perspectiva de tener que hace otro agujero sobre azulejos, ya sea en lavabo o en la cocina.

Primero: elegir la broca adecuada

Pero hay sitio para la esperanza: si rompemos el esmalte del azulejo es que hemos estado haciendo algo mal. Por lo pronto utilizar una broca equivocada. O demasiado grande. O bien taladrar desde un inicio con el “modo percutor” en el taladrador. O dejar que la broca resbalase sobre el esmaltado del azulejo y terminase por rayarlo.

Todos estos errores nos conducen irremediablemente al destrozo del esmalte alrededor del agujero. ¿Cómo solucionarlo? En primer lugar utilizando el tamaño de broca adecuado. El fabricante Azulejos Peña aconseja utilizar una broca máximo de 6 milímetros, y si precisamos de un orificio mayor, iniciaremos la prospección con una broca del 5 o el 6 y una vez perforado, agrandaremos con el calibre deseado.

Peña también explica que el tipo de broca adecuada es la que tiene una punta reforzada tipo “widia”, y que la misma puede conseguirse en cualquier tienda especializada, teniendo cada fabricante de taladradores su propia propuesta. Por ejemplo, en el caso de que el esmaltado sea de porcelana, necesitaremos una broca especial porcelanico.

Trucos para taladrar limpiamente un azulejo

Una vez tenemos nuestra broca, podemos practicar el agujero. Pero no todo acaba ahí. Si queremos el máximo de limpieza en nuestro orificio, deberemos aplicar un par de trucos que nos asegurarán un éxito absoluto en nuestra empresa.

El primero de ellos es marcar con un rotulador –que se pueda luego borrar– el punto en el que queremos perforar; tratándose de un lavabo o una cocina, deberemos además extremar las precauciones para evitar pinchar conductos o cables. Una vez marcado, y seguros de que no pasa ni agua ni electrones por debajo, procederemos a “puntar” el punto.

El “puntado” se realiza con un punzón –puede servir un destornillador de estrella con punta– y un martillo. Colocaremos el punzón sobre la cruz marcada y con el martillo daremos dos golpes secos pero suaves, de modo que fracturemos el esmalte en este punto exacto. De esta manera podremos perforar en la zona abierta sin afectar al resto del esmalte.

Finalmente, otro truco que nos evitará a pesar de todo el riesgo de rayar el azulejo en un resbalón de la broca es colocar sobre la zona ya puntada una cruz de esparadrapo. Comenzaremos así la perforación con el taladrador en modo “no percutor” hasta que pasemos la zona del esmalte. Entonces, ya sí, podremos poner el “modo percutor” y rematar el orificio.

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