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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Malkovich, Malkovich

Spike Jonze diseñó un túnel desde el que acceder a la mente de John Malkovich en aquella descabellada y divertidísima película de finales de siglo. No fue la última vez que el actor se involucraba en un proyecto especial, como aquel 'chico conoce a máquina' anterior a Her que comenzó con un simpático anuncio de Apple y derivó en un idilio tuitero. Ahora, igual que John Cusack y Cameron Díaz se calzaban los zapatos del protagonista de El cielo protector, Malkovich hace lo propio en dos dimensiones.

Sus rasgos, entre lo cómico y lo malévolo, asumen otras famosas identidades en instantáneas para la historia. Esta impactante combinación lleva la firma del fotógrafo Sandro Miller, que inaugurará su nueva exposición en la galería Catherine Edelman en Chicago el 7 de noviembre.

Malkovich, Malkovich, Malkovich logra introducir al actor en la capucha de pelo de Mick Jagger, en la lluvia de margaritas del famoso cartel de Jean Paul Gautier o en el cuerpo plagado de abejas que retrató Richard Avedon. El efecto es absurdo, pero también increíble. Una prueba camaleónica de que Malkovich es capaz de capturar todo tipo de gesto y personalidad con un par de muecas exagerados.

John es la persona más prolífica y brillante que conozco. Su genio no tiene comparación. Puedo sugerir un estado de ánimo o una idea y, en unos instantes, se transforma literalmente en el personaje justo en frente de mis ojos. Él confiaba muchísimo en mi trabajo y nuestro proyecto. He sido profundamente bendecido por tenerlo como amigo y colaborador”. Sandro Miller, encargado de campañas publicitarias para Forbes, GQ, Esquire, American Express, Coca-Cola y BMW, se ha convertido en uno de los fotógrafos más solicitados de Estados Unidos.

Desde su objetivo, el artista nohomenajea a Malkovich como lo hacía el guión de Charlie Kaufman, sino a todos aquellos retratistas que le sirvieron de inspiración para desarrollar su carrera. Desde Annie Leibovitz hasta Robert Mapplethorpe, pasando por Dorothea Lange y David Bailey. Casi una treintena de imágenes que rinden culto al pulp a través de la pericia del fotógrafo y de su 'musa'.

Albert Watson: Alfred Hitchcock with Goose (1973)

Annie Leibovitz: John Lennon and Yoko Ono (1980)

Alberto Korda: Che Guevara (1960)

Bert Stern: Marilyn in Pink Roses (from The Last Session, 1962)

Arthur Sasse: Albert Einstein Sticking Out His Tongue (1951)