La obra de Yves Klein Zone de sensibilité picturale immatérielle Série n°1, Zone n°02 (receipt to Jacques Kugel) creada en el año 1959 ha salido a subata este miércoles con un precio inicial de 280.000 euros y una estimación de venta entre esa cantidad y los 500.000 euros. La puja ganadora ha sido por 850.000 euros y el precio final de venta ha sido 1.063.500 euros. La particularidad es que Sotheby's admitido por primera vez el pago de la puja en criptomenedas. Se desconoce si el comprador depositará el dinero en euros o criptomoneda. Al cambio de hoy, supondría 360,5 Ethereums o 26,49 Bitcoins.
La elección de esta obra como pieza comprable en criptomonedas no es casual, pues está relacionada con el propio origen de la peculiar pieza, que en realidad es un recibo convertido en obra de arte y que podría considerarse una precursora de las NFT. El 28 de abril de 1958 se inauguró en una galería de París la exposición El vacío. La exposición, por llamarla así, consistía en vaciar el espacio de la Galería Iris Clert por completo. Pero, en palabras de Klein, la galería no estaba vacía sino saturada de “sensibilidad pictórica en estado puro”. Unos meses más tarde, se realizaron unos “rituales” que “traspasaban” la “sensibilidad pictórica inmaterial”, como dice su título, en un objeto material: unos recibos de compra —en oro— para que los coleccionistas pudieran convertirse en dueños de la zona de vacío.
Pero para que la adquisición fuera del todo efectuada, el artista ideó que el recibo debía quemarse en un ritual ante testigos elegidos por el artista, mientras este arrojaba el oro al río Sena. Se realizaron y se documentaron tres de estas ceremonias de transferencia y la obra que hoy ha subastado Sotheby's es la número dos. La casa de subastas de arte ha puesto en relación aquellos actos performativos con el mundo del criptoarte, siendo la obra una proto NFT, y el registro que Klein mantuvo de los propietarios de las “zonas” podría tener una similitud con la blockchain, aunque en el caso de Yves Klein ese registro no estaba descentralizado, como sí ocurre en la cadena de bloques. El certificado de autenticidad, creado en los años 60 por conceptualistas como Sol LeWitt, tiene hoy reflejo en una segunda revolución de la autentificación que es la blockchain.
El primer propietario de una de estas obras fue el escritor italiano Dino Buzzati, quien hizo lo que Klein pedía y quemó su recibó en la orilla del Sena. El segundo propietario de una zona fue el célebre anticuario Jacques Kugel, que la adquirió el 7 de diciembre de 1959. Como coleccionista que era, no cumplió con el ritual sino que se quedó con el recibo y lo enmarcó. Este llegó en 1984 a las manos de su último propietario, Loïc Malle, quien ahora la ha vendido. Malle explicó hace unas semanas que se vendía “nada” y por tanto se trataba de una obra que habla “sobre la nada” pero también sobre “la plenitud”. Sobre la obra original explicó que “no solo es arte sino que que incorpora el mercado del arte”, en una línea de arte conceptual que parte de Duchamp y pasa también por los artistas de landscape y otras disciplinas que no querían que sus obras estuvieran en un museo o en un salón. En esta misma audición, Sotheby's ha vendido otras obras de la Colección Loïc Malle que versan alrededor del acto de la experiencia.