Para considerar que un artista se compromete con causas sociales no hace falta que toda su obra trate explícitamente de política. Y cuando estás en la cima musical no es siempre tarea fácil hacerlo. Pero Bad Bunny demuestra que hay cosas que van más allá de eso. Uno puede aprovechar su posición para servir de altavoz a otros. A través del videoclip subido a su canal de la canción El apagón, Benito Martínez Ocasio se posiciona una vez más contra las injusticias que se están viviendo en su país. Lo hace a través de un reportaje de la periodista independiente Bianca Graulau con el título de Aquí vive gente. Actualmente está en tendencias de la plataforma y tiene ya más de cinco millones de visitas.
El videoclip subido a su canal de YouTube el pasado viernes, de más de 20 minutos de duración, empieza con la canción del álbum Un verano sin ti. Pronto clarifica sus intenciones de una forma más explícita y da sentido al mismo título de la canción: antes del primer minuto muestra las noticias de los apagones eléctricos que se están viviendo en la isla caribeña.
Siguiendo el reportaje, los culpables del desabastecimiento energético son la empresa privada estadounidense LUMA Energy y el Gobierno puertorriqueño. En 2021, el actual gobernador Pedro Pierluisi, privatizó el servicio eléctrico a favor de la compañía. Lo hizo bajo el argumento del desarrollo y recuperación, ya que en 2017 el desastre del huracán María había arrasado casi toda la red eléctrica del país. Ahora hay un peor suministro de energía, abundan los apagones durante más de 20 horas y ha aumentado el precio de las facturas de la luz en hasta siete ocasiones el último año. “Los apagones se traducen en estudiantes que hacen sus deberes a oscuras o incluso personas que no pueden conectar su equipo médico en casa”, denuncian en el reportaje.
Puerto Rico es un territorio no incorporado de los Estados Unidos; es un Estado Libre Asociado con estatus de autogobierno. Se le considera la colonia más antigua del mundo, por la influencia y poder de Estados Unidos sobre el archipiélago desde que España lo cediese en 1898. Es decir, la soberanía final la tiene el país norteamericano. Así, existen leyes que benefician a las empresas estadounidenses.
En el documental, la periodista señala la Ley 22, “la Ley para Incentivar el Traslado de Individuos Inversionistas a Puerto Rico”, que, en la práctica, permite a los extranjeros no pagar ciertos impuestos cuando se trasladan a la isla.
En el reportaje se ve cómo desde hace unos años se ha promocionado también el turismo a Puerto Rico desde los poderes mediáticos de Estados Unidos. Lo cual, denuncian, se ha traducido en la privatización de recursos y bienes públicos, como la electricidad, la vivienda pública, escuelas o incluso playas.
“Pagaba 230 dólares al mes por el alquiler de mi casa. Ahora se pagan 150 dólares por noche de Airbnb”, denuncia una puertorriqueña que ha perdido su vivienda de orden público tras la venta de propiedades. “Nos echan de nuestras casas para beneficiarse de nuestra propia tierra”, critica otra mujer desalojada. “Yo no me quiero ir de aquí / No me quiero ir de aquí / Que se vayan ellos”, denuncia en la canción por su parte Don Benito.
En el reportaje también hablan con la parte acusada. Aunque advierten de que muchas peticiones de entrevistas han sido rechazadas, como la del actual gobernador Pierluisi. El Presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Rafael Hernández, ofrece la versión institucional. Según la periodista, Hernández ha recibido donativos económicos de empresas estadounidenses gracias a la Ley 22. Pese a que él considera que las empresas estadounidenses han traído “desarrollo” a zonas del archipiélago, asume que en “ciertas zonas” puede verse “como que el Gobierno está quitándoles recursos” a los habitantes. “Me mortifica que nos traten como ignorantes, o como delincuentes, cuando quien rompe la ley son las empresas”, denuncia en el reportaje una limpiadora de las zonas donde se han construido las residencias privadas en la zona de Dorado Beach.
Toda esta situación ha tenido su respuesta. Ante el “expolio colonial del territorio”, han sido muchos los puertorriqueños que han luchado en defensa de su tierra. Tras varias manifestaciones contra la construcción de una nueva zona residencial frente a las playas de Rincón —con actuaciones policiales incluidas— el caso fue a corte y se decretó la construcción como ilegal y se decretó la demolición de la obra. Ni la empresa responsable ni el Gobierno lo hicieron. Los manifestantes fueron quienes la echaron abajo. “Esta es mi playa / Este es mi sol / Esta es mi tierra / Esta soy yo”, concluye con la letra del ganador del Grammy de mejor álbum de música urbana de 2022 en el reportaje.
No es la primera vez que el artista se posiciona
Esta no es la primera ocasión en la que Bad Bunny toma partido en una lucha social. Ya lo hizo en 2019, dejándose ver en las protestas contra el entonces gobernador, Ricky Roselló, del que se desvelaron chats con comentarios machistas y homófobos. Aquellas protestas fueron encabezadas por otros músicos de la talla de Daddy Yankee o Residente.
Pero no solo se limita a mensajes por una problemática inmediata. Ha querido cambiar la estructura musical. Si bien a otros artistas etiquetados en el reguetón o la música urbana se les critica por reproducir prejuicios machistas, la cosificación a la mujer o la homofobia, ‘el conejo malo’ muestra mensajes políticos contrarios.
Aunque haya quien incluso lo tache de machista por la canción MIA con Drake, en Solo de mí, se posiciona precisamente contra esa posesividad tóxica que le habían criticado en la canción anterior. “Yo no soy tuyo ni de nadie, yo soy sólo de mí”, canta el puertorriqueño acompañado de un videoclip contra el maltrato machista.
También se ha posicionado contra la homofobia y los roles de género. Ha sido uno de los primeros artistas del género latino en deconstruir estéticas, como que solo las mujeres puedan llevar vestido o pintarse las uñas. Sobre ello, bien es conocido el videoclip de Yo perreo sola. Cuando sacó el álbum YHLQMDLG, salió a presentarlo con una camiseta que rezaba: “Mataron a Alexa, no a un hombre con falda”, debido al asesinato de una chica trans en Puerto Rico por haber utilizado el baño de mujeres.
Si Bad Bunny sigue liderando las listas de éxitos musicales, sus consignas políticas también influirán en sus oyentes. No hace falta que todo sea una canción denuncia para hacer que las cosas cambien. A veces vale con cambiar la forma de hacer las cosas. Y cada vez son más los que se conciencian sobre las injusticias, sean opresiones de género, de clase o de raza. Y bien lo sabe el propio Benito, que en El apagón expresa: “Cuida'o con mi corillo Que somo' un montón”.