Los fans de Amenábar, castigados con un euro más en las salas de Cinesa
Regresión fue la película más taquillera del pasado fin de semana, recaudando unos 2,5 millones de euros. Lo que no sabemos es si en esta cantidad está incluida la tasa que cobra Cinesa a todos sus clientes por considerarla “película premium”. Una estrategia de marketing que acaba de inaugurar la exhibidora más grande de España y que no ha sido recibida con entusiasmo entre los espectadores del filme de Alejandro Amenábar.
Todo empezó el pasado tres de octubre, al día siguiente al estreno de la cinta. Un usuario de Facebook preguntaba a Cinesa por qué, al sacar su entrada, la empresa que preside Javier Fernández Montoli le cobraba 7,70€, un euro más que por ver cualquier otra película en el mismo cine. Supo entonces que se trataba de un concepto denominado “película premium”, que se ha inventado la propia Cinesa y que consiste básicamente en cobrar un euro más.
El caso rápidamente trascendió a Twitter, con la consiguiente reacción y cabreo de buena parte de los usuarios, que no entendían por qué Regresión era considerada como tal.
La explicación que dio Cinesa fue escueta. “Este euro de recargo únicamente se aplica a Regresión durante los 10 primeros días de su estreno”. En principio, Cinesa es la única que cobra más a sus usuarios por ver una película que otra, sin la justificación de que tenga 3D. Ni Everest ni Atrapa la bandera -segunda y tercera películas más taquilleras del pasado fin de semana- han entrado en la nueva categoría de “premium”. Tampoco Yelmo -segunda exhibidora en España- ni Renoir cuentan actualmente con esta promoción inversa y todas sus películas en sesión digital cuestan lo mismo, independientemente de que sea un estreno o no.
Cinesa, sin embargo, considera totalmente lícito cobrar el importe extra. “Con este euro en películas de gran demanda (los primeros 10 días), conseguiremos mantener la gran cantidad de promociones”, argumentaban a un usuario de Twitter. Nada distinto de lo que nos han contado a nosotros: “Lo que se pretende es seguir manteniendo e incluso ampliando esta estrategia para permitir que distintos colectivos puedan seguir disfrutando del cine a precios asequibles”. Aunque Alejandro Amenábar todavía no se ha pronunciado al respecto, desde su equipo de prensa nos aseguran que “es una decisión de la exhibidora”, que califican de “sorprendente”.
Cinesacard, la tarjeta gratuita que en realidad cuesta un euro
“¿Tienes la Cinesacard?”, preguntaba Cinesa al mismo usuario. “Si es así y compras desde taquilla, no se aplicaría el recargo”. En esta ocasión, el usuario de Facebook que se comunicó con la compañía sí que tenía la tarjeta. Desde la exhibidora aseguran que a los usuarios de “el programa de fidelización gratuito de la compañía al que están suscritos más del 30% de nuestros clientes, no se les aplica esta tarifa”. Lo que ocurre es que no es gratuito; eldiario.es ha comprobado que solicitar la tarjeta de puntos de la compañía cuesta un euro.
Desde este diario nos hemos puesto en contacto con la Federación de Cines de España (FECE), donde aseguran que “cada cine tiene libertad de adoptar las políticas comerciales que crea convenientes”. Por eso una entrada para ver Regresión mañana jueves en las salas Cinesa cuesta 10,90 euros y en Yelmo 9,50.
De momento, Cinesa no ha aportado ninguna explicación más sobre el tema, desconocemos si esta será la primera “premium” de una larga lista que venga detrás. En países como Reino Unido, la cadena Odeon (que pertenece al mismo grupo que Cinesa, como cuentan desde ecartelera), lleva ya tiempo cobrando una libra más por las películas cuyo estreno genera altas expectativas.
No es la primera vez que, en Cinesa, una entrada es más cara que otra según la cinta. Buena prueba de ello son las promociones en las que las películas Warner, por exigencias de estudio, se quedan al margen de las promociones 2x1 o de otro tipo. Como suele ser habitual en estos casos, hubo tuiteros que se tomaron en clave de humor las declaraciones de la exhibidora. Otros, no tan compasivos mostraron su enfado llamándoles “sinvergüenzas premium”, incluso.
