Ha muerto el dibujante Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón, más conocido como Calpurnio, creador del sintético personaje humorístico Cuttlas. El dibujante zaragozano tenía 63 años y sufría una enfermedad. En una reciente entrevista con elDiario.es, tras anunciar el punto y final de su emblemático personaje Cuttlas, dijo “No quiero morir con las botas puestas” al explicar el final de su esquemático vaquero existencial, pero también reveló que trabajaba en nuevos proyectos.
Calpurnio comenzó su carrera en diversos fanzines, durante los años 80, época en la que llegó a publicar en algunas de las revistas más importantes del momento, como El Víbora o Makoki. En aquella época ya dio forma a Cuttlas, el monigote vaquero a partir del cual crearía un universo creativo que trascendía el del wéstern del que tomaba muchos elementos visuales. Su estilo minimalista encontró un público nutrido que lo siguió allí donde iba: El País, 20 Minutos o Revista Plaza, medio en el que aparecieron las últimas páginas del personaje durante 2021.
Siempre inquieto, sus historias estaban llenas de todo tipo de experimentos gráficos y narrativos, fruto de un espíritu explorador y juguetón que lo llevó, también, a otros medios. Porque Calpurnio, como él mismo afirmó en la citada entrevista concedida a este medio, ha hecho de todo: “fanzines, prensa, guiones y dirección de mi serie de televisión, he sido videojockey, ilustrador, muralista, y no sé cuántas cosas más”.
Los 37 años que Calpurnio dedicó a Cuttlas, su personaje más conocido, lo convirtieron en un autor muy popular y querido entre el público, pero también en un referente para sus colegas de profesión. La libertad creativa con la que siempre abordó su trabajo, la constante experimentación con el formato del cómic y la ausencia de reglas inspiró a dibujantes de todo tipo, por lo que no es de extrañar que las redes se hayan llenado condolencias por parte de autores como Santiago García, Albert Monteys, Germán García, Carlos Azagra, Natacha Bustos o Mauro Entrialgo.
En declaraciones a elDiario.es, Óscar Senar, asesor de contenidos del Salón del Cómic de Zaragoza, ha lamentado la noticia y recordado el Gran Premio del Cómic Aragonés que se le concedió a Calpurnio en 2016. “Fue un momento muy emocionante, que reconocía a alguien que verdaderamente lo ha sido todo en el cómic aragonés. Y que, además, ejemplificaba muy bien el camino del vaquero samurai, como él diría, de la mayoría de autores aragoneses, ya que empezó en los fanzines más underground para después, sin olvidar ese origen, dar el salto a medios profesionales”. Senar también ha destacado el paso del dibujante por el Heraldo de Aragón y el cariño que siempre le profesó a la ciudad de Zaragoza, así como su calidad humana: “Era un autor muy querido, una persona encantadora, siempre dispuesto a colaborar”. El dibujante también había diseñado el cartel del Salón del Cómic de Zaragoza, que se celebra este fin de semana.
Al margen de El bueno de Cuttlas, Calpurnio publicó otros cómics, como Proyecto X (1994) o Mundo plasma (2016). En los últimos años, se había volcado en diferentes proyectos dentro de la línea de Clásicos Liberados de Blackie Books, donde había ilustrado La Ilíada y La Odisea con excelentes resultados, fruto de una exhaustiva documentación y una profunda reflexión para llevar el universo de los mitos clásicos a su particular estilo minimalista. En el momento de su fallecimiento, Calpurnio estaba trabajando en un nuevo libro en esta línea, El libro del Tao.
Borja Crespo, realizador audiovisual, gestor cultural y asesor en Comic Barcelona, recuerda a Calpurnio como alguien “vitalista, generoso y afable. Me recordaba a Miguel Gallardo en muchos sentidos”. Crespo recuerda también aspectos quizá menos conocidos del dibujante. “En su momento hizo cosas visionarias; tenía una faceta muy experimental, vinculada al videoarte y a la música. Siempre estaba a la última, muy actualizado y abierto, adelantado a su tiempo. Recuerdo que fue videojockey mucho antes de que se pusiera de moda… hace veinte años estuvo en el salón del cómic de Getxo actuando y estuvimos cuatro gatos viéndolo. Si se hiciera ahora, la gente pensaría que es algo súper rompedor”.
Son muchos los compañeros de profesión y lectores que lloran este jueves su desaparición. El Ministerio de Cultura ha publicado un tuit lamentando su fallecimiento con una ilustración realizada por Calpurnio para el año Xacobeo. Álvaro Pons, crítico de cómics y director de la Cátedra de Estudios del Cómic SM-Universitat de València, recuerda a Calpurnio como “un autor irrepetible”: “Nos demostró con Cuttlas que la esencia del cómic se encontraba hasta en un simple garabato, la mínima expresión del dibujo, pero suficiente para liberar un torrente de creatividad narrativa. Con cuatro palotes consiguió crear el mayor catálogo de posibilidades narrativas y recursos de la historieta en constante innovación y experimentación”.