Muere Trina Robbins, la primera mujer que dibujó a Wonder Woman, a los 85 años

Gerardo Vilches

11 de abril de 2024 12:21 h

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La dibujante, editora e historiadora Trina Robbins ha fallecido a la edad de 85 años. Según ha informado su pareja, el también dibujante Steve Leialoha, Robbins había sufrido recientemente un derrame cerebral. Su legado artístico y su reivindicación de la herstory la convierten en una de las personalidades más importantes de la historia del cómic estadounidense.

La artista e investigadora nació en Brooklyn en 1938, en el seno de una familia de inmigrantes judíos, los Perlson, y se sintió atraída por los cómics y la ciencia ficción desde su juventud. Sin embargo, su primera ocupación artística fue el diseño de modas, durante los años 60, época en la que Robbins se codeó con músicos de la escena del rock como Jim Morrison o David Crosby. Incluso llegó a regentar su propia boutique en el East Village.

Será en los años 70 cuando Trina Robbins se mude a la Costa Oeste y se asiente en San Francisco, donde entrará en contacto con la escena del comix underground que, unos años antes, habían puesto en marcha autores como Robert Crumb, Spain Rodriguez o Gilbert Shelton. Robbins, quien en 1969 ya había dejado su huella en el cómic diseñando el traje de Vampirella, se convertiría en una pieza clave de ese movimiento, dominado por hombres. En 1970, junto con Barbara 'Willy' Mendes lanzará la antología It Ain’t Me, Babe, la primera publicación underground realizada únicamente por mujeres. En 1972, Robbins será una de las impulsoras de la revista Wimmen Comix, en activo hasta 1992, una publicación clave, en la que publicarán nombres tan importantes como Joyce Farmer, Phoebe Gloeckner, Carol Tyler, Aline Kominsky o Diane Noomin. Estas dos últimas se marcharían de la revista tras los cuatro primeros números por desaveniencias con Robbins, para fundar Twisted Sisters.

La labor de Trina Robbins en los 70 no solo resulta fundamental por su reivindicación de las autoras de cómic y la creación de espacios de expresión propios, dentro de un underground que solía recurrir a representaciones estereotipadas, cuando no misóginas, de las mujeres, sino que también contribuyó a que el comix evolucionara hacia temáticas sociales y adquiriera un mayor compromiso político. En las primeras entregas de Wimmen Comix se hace evidente el carácter feminista de sus colaboradoras, que tratan cuestiones relativas a la discriminación de género, los abusos, la orientación sexual y otros. De hecho, Robbins también se convirtió en una voz crítica dentro del sector, señalando algunas de las obras de Robert Crumb por su representación de violencia sexual.

A partir de los años 80, Robbins también realizó varias incursiones en el mainstream. En 1986 se convirtió en la primera mujer en dibujar a Wonder Woman en un cómic de DC, y publicó de The Legend of Wonder Woman, una serie de cuatro números con guion de Kurt Busiek, que homenajeaba los cómics originales del personaje de los años 40. Posteriormente, también participó en varios cómics dirigidos a una audiencia infantil, como Misty, publicada por el sello Star Comics de la editorial Marvel, o California Girls, publicada por Eclipse Comics. En los años 2000, Robbins creó con la dibujante Anne Timmons la serie GoGirl!, publicada por Image.

Su trabajo como investigadora ha sido fundamental para rescatar del olvido la geneaología de autoras de cómic americano, muchas de las cuales, en los inicios del medio, ni siquiera firmaban su trabajo o usaban su verdadero nombre. Desde el seminal Women and the Comics (1985), realizado junto con Catherine Yronwode, hasta su última monografía, Flapper Queens (2020), pasando por A Century of Women Cartoonist (1993) o sus memorias, Last Girl Standing (2017), la labor incansable de Robbins durante cuatro décadas la ha convertido en una de las más importantes historiadoras del medio, con casi dos decenas de libros publicados, todos ellos lamentablemente inéditos en España.

Tras la noticia de su muerte, autores y autoras como Emil Ferris, Colleen Doran, Terry Moore o Gail Simone han lamentado su pérdida, recordando su gran labor y su calidad humana.