Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

“Micromachismo”, una de las candidatas a palabra del año para la Fundeu

“Micromachismo”es una de las candidatas a palabra del año 2018 para la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA).

Al término que pone el foco en la denuncia de actitudes machistas cotidianas que perpetúan la desigualdad, le acompañan otras palabras como “VAR”, “dataísmo” y “mena” en la que será la sexta ocasión en la que la Fundación, promovida por la Agencia Efe y BBVA, elija, de entre los más de 250 términos a los que ha dedicado algunas de sus recomendaciones diarias sobre el uso del idioma, su palabra del año.

Hace cinco años, eldiario.es lanzaba el blog Micromachismos, para rastrear y denunciar los machismos cotidianos y tantas veces normalizados y que ha servido precisamente para popularizar esta palabra.

La primera de ellas fue, en 2013, “escrache”, a la que siguieron “selfi” (2014), “refugiado” (2015), “populismo” (2016) y “aporofobia” (2017).

Antes de la elección definitiva, que tendrá lugar el sábado 29 de diciembre, la Fundación del Español Urgente da a conocer una lista con doce candidatas que deben cumplir varios requisitos.

Por un lado, que sean términos que hayan estado, en mayor o menor medida, presentes en el debate social y en los medios de comunicación.

Por otro que, por su formación, significado o dudas de uso, ofrezcan interés desde el punto de vista lingüístico y hayan sido, por tanto, objeto a lo largo del año de alguna de las recomendaciones que publica diariamente Fundéu BBVA. Además, se pretende que las elegidas sean de uso general en todo el ámbito hispanohablante y no solo en algunas zonas concretas.

Con esos criterios, la Fundación ha elegido las doce candidatas de este año, que son las siguientes:

  • Arancel
  • Nacionalpopulismo
  • Microplásticos
  • Hibridar
  • VAR
  • Procrastinar
  • Mena
  • Los nadie
  • Micromachismo
  • Descarbonizar
  • Dataísmo
  • Sobreturismo

El director de Fundéu BBVA, Joaquín Muller, explica que, en el proceso de elección de la palabra del año, el equipo de la Fundéu repasa todas las que han ido siendo objeto de sus recomendaciones diarias de uso del idioma, muchas de ellas directamente vinculadas a la actualidad, ya que esos consejos han de ser útiles a los periodistas, que trabajan con el español más urgente.

“Al hacer ese repaso surge de forma natural una especie de dibujo del año a través de las palabras: qué temas preocuparon más, de qué se habló en los medios, qué dudas tuvieron los profesionales de la comunicación...”, explica Muller.

Esos términos forman un cuadro que, añade, “nos parece muy interesante para todos los amantes del lenguaje y de la actualidad; por eso nos gusta compartir con nuestros seguidores este grupo de candidatas unos días antes de comunicar la decisión final”.

Como en años anteriores, hay varias candidatas del ámbito social, como “mena”, que alude a los menores no acompañados que se ven obligados a migrar; “los nadie”, una expresión creada para referirse a aquellos que parecen ser invisibles para la sociedad, y “micromachismo”, que pone el foco en esas actitudes, a veces desapercibidas, que perpetúan la discriminación contra las mujeres.

“Este año hay entre nuestras candidatas menos política (solo ”nacionalpopulismo“) y, sin embargo, nos han surgido muchos términos relacionados con el medioambiente y la creciente conciencia de que debemos tomar medidas para preservar nuestro entorno (”descarbonizar“, ”microplástico“ o ”hibridar“).

El mundo económico aporta a la lista “arancel” y “sobreturismo”; el deporte, la sigla “VAR”, que se ha asentado para referirse al videoabritraje y va camino de convertirse en un sustantivo y, por tanto, de escribirse con minúscula: “var” (como ya ocurrió con “sida”, “onvi” o “pyme”).

Del ámbito de las nuevas tecnologías, la lista incluye “dataísmo”: la tendencia o filosofía que pone en el centro de la actividad humana los nuevos e inmensos flujos de datos. La lista se cierra con “procrastinar”, una voz que muchos consideran nueva, pero que lleva siglos en el español y que, con sus peculiaridades fonéticas, se convierte en un trabalenguas en el que es fácil equivocarse.