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El director de 'Super Size Me' admite haber violado a una mujer
El actor y director estadounidense Morgan Spurlock, conocido por su documental Super Size Me (2004), admitió hoy ser “parte del problema” que supone el acoso sexual y confesó haber protagonizado numerosas situaciones similares a las que estos días están saliendo a la luz en Estados Unidos.
“Mientras contemplo a héroe tras héroe, hombre tras hombre, caer al darse cuenta de sus pasadas indiscreciones, no espero sentado a ver quién será el siguiente, sino que me pregunto cuándo vendrán por mí”, escribió Spurlock en una carta titulada “Yo soy parte del problema” que divulgó hoy en Twitter.
Spurlock, que saltó a la fama gracias a un controvertido documental en el que mostraba los efectos negativos de ingerir sólo comida basura durante treinta días, se suma así a la lista de personalidades de Hollywood que en los últimos meses se han visto envueltos en la polémica por su conducta inapropiada.
El director afirma en la misiva que en su vida ha protagonizado “sucesos paralelos” a los que abundan estos días en las noticias y reconoce, incluso, que en sus tiempos universitarios llegó a ser acusado de “violación” por una chica, aunque nunca se llegaron a presentar cargos.
Según explica, los hechos tuvieron lugar una noche en que ambos, borrachos y desnudos, comenzaron a mantener relaciones sexuales a pesar de que ella le había dicho en un principio que no quería. En un momento dado, comenta, ella comenzó a llorar y él paró.
“Intenté reconfortarla, hacerla sentir mejor. Creí que estaba haciendo lo correcto, creí que le estaba haciendo sentir mejor. Ella pensó que la estaban violando”, lamenta Spurlock, quien a continuación concluye que “es por eso que soy parte del problema”.
En la carta, el cineasta enumera otros tantos casos en los que actuó de manera inapropiada, como una ocasión, hace ocho años, en la que llegó a un acuerdo extrajudicial con una mujer a la que había acosado “verbalmente”, lo cual es “igual de malo”.
Uno más a la lista
Spurlock suma así, de forma voluntaria, su nombre a una larga lista que comenzó a fraguarse con un artículo, publicado el pasado octubre por la prestigiosa revista The New Yorker, que se hacía eco de las denuncias de varias mujeres contra el todopoderoso productor Harvey Weinstein.
Surgió entonces una reacción generalizada entre ciudadanos de todo el país que comenzaron a denunciar sus casos a través de Twitter con una campaña que lleva la etiqueta #MeToo (“YoTambién”) y que ha puesto bajo la lupa a figuras tan relevantes en Hollywood como los actores Kevin Spacey, Dustin Hoffman o el productor Andrew Kreisberg.
El efecto de esta campaña en EEUU, que también ha salpicado al mundo de la política y los medios de comunicación, ha sido tal que incluso ha llegado a recibir el reconocimiento de la revista Time, que la semana pasada anunció el nombramiento como “personas del año” de todos aquellos que se han atrevido a denunciar.