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No es siglo XXI para mujeres
Una de las muchas mesas redondas celebradas durante la 60 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ha sido la dedicada al ciclo “Femenino singular”, en donde se han proyectado películas dirigidas por mujeres. Algunas directoras consagradas, como Iciar Bollaín, Chus Gutiérrez o Daniela Féjerman, entre otras, alertaron de que la ficción en general no representa a las mujeres del siglo XXI, ya que los roles femeninos siguen “muy estereotipados”. También señalaron que aún hay “poco cine pensado por mujeres”.
Chus Gutiérrez, que dirige el documental Droga oral, aseguró que “la ficción en general no representa a las mujeres del siglo XXI”. Y se lamentó porque la sociedad haya avanzad mucho aunque no en esa materia. “Seguimos reproduciendo personajes estereotipados en todos sus ámbitos, emocionales, laborales, sociales o relacionales”, dijo.
La directora sostuvo que las mujeres tienen que “contar historias invisibles”, dijo. Y se refirió a todas las de entre 40 y 60 que han desaparecido del audiovisual. Esa ficción “no nos ayuda a avanzar como sociedad, ni a los hombres ni a las mujeres”, concluyó.
Por su parte, Iciar Bollaín, que consiguió el premio del público de Seminci con su primera película, Hola, ¿estás sola? (1995), aseguró que en los últimos 10 años la presencia femenina en el panorama audiovisual no ha cambiado mucho, en el sentido de que sigue siendo “poca” a “efectos de números”. “Seguimos siendo pocas directoras, productoras y guionistas” y “hay poco cine pensado por mujeres”, dijo. La directora recordó que se puso en marcha la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) para analizar la situación y “qué consecuencias tiene eso en la pantalla”, para así ser “más fuertes y más conscientes” de sus problemas. Bollaín ha opinado que los roles femeninos en el audiovisual siguen “igual o peor” y ha reivindicado que ese audiovisual “sea más representativo de la riqueza y diversidad que hay en la sociedad”. También demanda “más miradas” para poder captar esa diversidad.
Daniela Féjerman, que presenta en la sección oficial del festival su segunda película en solitario, La adopción, ha incidido en que las directoras “siempre” han defendido que el cine de mujeres “no es un género”, sin embargo las etiquetas “siguen funcionando”. Además, ha llamado la atención sobre todos los temas que “no se representan”, ya que hay “muchas cosas” que se pierden y ha citado que por ejemplo en literatura y en cine apenas está reflejada la relación hija y madre.
Necesario el apoyo de todas y todos
La actriz y directora Silvia Munt fue más allá, asegurando que en muchas ocasiones los papeles femeninos son “una imagen que tiene el hombre de la mujer”, por lo que tiene que haber “más directoras que muestren su visión”. Munt alertó de la “vulgarización tan grande de la mujer en la televisión actual”, lo que puede influir “muchísimo” en las mujeres menores. Munt fue tajante cuando afirmó que acabar con eso debe ser una “guerra” a ganar desde todas las perspectivas y también con el apoyo de los hombres.
Gracia Querejeta, premiada en Seminci en 1992 con Una estación de paso, habló de las dificultades de financiación que encuentran los proyectos cinematográficos impulsados por mujeres. La directora y guionista Inés París, que fue presidenta de CIMA, ha explicado que la asociación demostró que ser tan pocas directoras “afectaba directamente a los contenidos”. A su juicio, el problema se debate ya a nivel internacional y ha reclamado que se apoye “de forma notable” a las productoras mujeres, pero que de lo contrario no se podrá cambiar la situación.
También en el ciclo “Femenino Singular”, Josefina Molina, directora de la película Función de noche (1981), recordó que cuando ella comenzó en el mundo del cine eran apenas tres mujeres las que se dedicaban a ello y entre ellas se veían “bastante poco”. Como si de un cambio desde la soledad a la solidaridad se tratase, Molina animó a sus compañeras a mirar al futuro y buscar soluciones.