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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Evelyn Mesquida rescata las vidas de la resistencia española en Francia

París —

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París, 10 feb (EFE).- Tras reivindicar ante el mundo con su libro “La Nueve” que la liberación de París en la Segunda Guerra Mundial fue liderada por republicanos españoles, Evelyn Mesquida repasa ahora las vidas de los exiliados que combatieron a los nazis con la resistencia francesa.

La continuación de aquella historia, de dónde venían aquellas personas y cuál fue su destino después de cruzar los Pirineos en enero de 1939, es rescatada por esta periodista española afincada en París desde hace mas de cuarenta años, bajo el título “Y ahora, volved a vuestras casas” (Ediciones B).

Estas fueron precisamente las funestas palabras pronunciadas por el entonces general Charles De Gaulle en Toulouse en 1944 al pasar revista a las tropas de la resistencia que habían combatido a los alemanes en suelo galo. Se dirigía a los españoles, invitándoles a volver a España pero ignorando que, si volvían, la mayoría serían ejecutados.

Este discurso agridulce fue fruto de la complicada relación del futuro presidente con los comunistas, donde englobaba a los republicanos españoles y sobre los que De Gaulle quiso imponer su nueva autoridad visitando las principales ciudades de esa Francia que acababa de ser liberada del yugo nazi.

“El orgullo republicano fue luchar por una república -la francesa- que ellos habían perdido en España”, cuenta en una entrevista a Efe Mesquida, que ha conseguido desenterrar la vida de muchos de los que se quedaron en Francia reconstruyendo el país, trabajando en fábricas o abriendo pequeños negocios.

HUBO ESPAÑOLES EN CADA RINCÓN DE FRANCIA

Se trata en su mayoría de historias anónimas e individuales, diluidas en el relato francés, pero cuyo valor y recorrido merecerían un libro en sí mismo. “Eran gente normal que al mismo tiempo merecen la admiración de lo que puede llegar a hacer la gente normal”, recalca la autora.

La voluntad pacificadora de la transición española y el orgullo nacional francés han silenciado durante décadas la historia de más de medio millón de españoles que contribuyeron en distintos aspectos a la lucha contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Mesquida denuncia que en Francia “se ha ocultado la verdadera historia” de esa época, para dejar de lado la participación española, y así en este país “pocos saben” que en la liberación de París el 19 de agosto de 1944 los primeros vehículos de combate aliados se llamaban “Guadalajara”, “Teruel” y “Belchite” y que los soldados que los tripulaban eran españoles.

La escritora alicantina, excorresponsal de prensa en París, ha consagrado más de 10 años a bucear en archivos históricos, a investigar y a hablar -no sin dificultades- con familiares, fuentes oficiales y protagonistas de aquellos hechos para desempolvar el papel español en la resistencia contra la ocupación nazi.

“Los republicanos que huyeron de Franco ocuparon las primeras líneas del frente francés y a su vez eran los soldados más experimentados porque venían de luchar en la Guerra Civil”, remarca Mesquida al recordar que los franceses combatían desde 1918.

Los refugiados que cruzaron los Pirineos aportaron en la lucha contra los nazis a todos los niveles, por su preparación militar y porque estaban fuertemente politizados, lo que les hacía luchar de una forma más enérgica y combativa.

Gran parte de los 500.000 refugiados fueron encerrados inicialmente en los campos como los de Argelès-Sur-Mer y en el de le Vernet, en el sur de Toulouse, que pasó a la historia por ser uno de los más duros.

Precisamente la historia de uno de ellos abre el nuevo libro de Mesquida. Se trata del relato de Francisco Ponzán o “Paco el gafas” por su miopía. Un combatiente aragonés que creó y lideró una red de evasión de pilotos aliados derribados en Francia y que fue capturado y ejecutado en 1944 en la cárcel de Toulouse.

En esa red había muchas mujeres, incluso la propia hermana de Ponzán.

EL PAPEL CLAVE DE LAS MUJERES

Este papel destacado de las mujeres se ilustra ya en la portada del libro, donde vemos a una bella mujer con un collar de balas y sosteniendo un fusil apoyada en un portal de la ciudad de Ruán. Se trata de María, una gallega exiliada en Francia que luchó junto a los canadienses en el frente de Normandía.

“No sabemos si llegó a combatir activamente pero sí que las mujeres sirvieron de enlace entre los diferentes batallones y hubo muchas que lucharon junto a los hombres”, señala Mesquida.

Los republicanos, hombres, mujeres, soldados, médicos, ingenieros y amas de casa sirvieron para trabajar en el campo, en la fábrica de aviones de Toulouse, en los hospitales de campaña y en las casas.

“La resistencia francesa, en la que el papel español fue tan importante y que estuvo en cada rincón de Francia, no hubiera podido llevarse a cabo sin las mujeres”, recapitula la autora, que estudia publicar este nuevo libro en francés con la misma editorial que publicó en ese país “La Nueve”.

Todos los grupos resistentes tenían que estar en contacto entre ellos y con las otras redes. Era muy importante para vigilar a los alemanes o preparar atentados, y estos enlaces eran casi todos mujeres que viajaban en bicicleta.

Una vez acabada la guerra y despojados de su patria, estos republicanos se resignaron a quedarse en Francia, adoptando sus costumbres, mezclándose con sus ciudadanos y convirtiendo en común una historia extraordinaria que ahora ve la luz.

Josep Puig