El artista urbano Banksy ha regresado a las calles. O mejor dicho, ha vuelto a uno de los colegios de Bristol, su ciudad natal. Los más pequeños se han encontrado sus muros decorados con una sorpresa muy reconocible al volver del parón estival. El dibujo representa a una niña dirigiendo un trabajado neumático en llamas con un palo, entre una casa y una flor delineados con trazos básicos. “Recuerda que siempre es más fácil pedir perdón que pedir permiso”, dice la nota escrita a mano que Banksy dirige al director del centro. Es el particular agradecimiento del artista urbano a un colegio que ha bautizado uno de sus pabellones con su nombre.
La intervención apareció en la noche del pasado lunes en la escuela Bridge Farm. Los agentes de la brigada de autentificación de Banksy, Pest Control, han confirmado a The Guardian la autoría del dibujo. “Muchas de las piezas de Banksy son creadas en un avanzado estado de intoxicación, por lo que el proceso de autentificación puede ser largo y desafiante”, cuentan al diario británico. Tanto el colegio como el director han acordado hacer pública la carta que el artista local ha dirigido al centro.
El pabellón de Banksy en Bridge Farm es el resultado de una votación en la que los alumnos decidieron dedicar uno de los edificios al artista urbano. Los niños y niñas del centro, además, le escribieron antes de Semana Santa comunicándole el feliz resultado de la consulta. Además de Banksy, también tienen un pabellón en nombre del explorador italiano Juan Caboto y del ingeniero Isambard Kingdom Brunel, que impulsó la creación del puente sobre el cañón Avon de la ciudad.
Las obras de arte de Banksy a menudo son robadas al poco tiempo de aparecer. Por ejemplo, la colección más extensa del artista hasta la fecha ha sido cedida íntegramente por coleccionistas privados. En otras ocasiones, las piezas son subastadas y siempre sin el permiso del artista. Esta vez parece que será diferente. Según cuenta Geoff Mason, el director del colegio a The Guardian, el niño con el neumático en llamas no va a venderse. “Es inspiracional y aspiracional para los niños”, defiende.
A pesar de que Banksy aclara en la carta que no necesitan respetar el trazado original de la obra, Mason ha asegurado que no permitirá ningún cambio en el mural.
Así, el artista vuelve a los titulares después de su paso por el campo de refugiados Jungle, en Calais, donde construyó refugios con los restos de Dismaland. El parque de atracciones inaugurado por el artista en agosto del año pasado -y que él mismo calificó como “el sitio más decepcionante de todo Reino Unido”- colgó el cartel de “todo vendido” durante las cinco semanas que estuvo abierto. Por allí pasaron más de seis millones de visitantes que, como los niños de Bridge Farm, siempre guardarán un pedazo de Banksy en su memoria.
Para Bridge Farm,
Gracias por vuestra carta y por poner mi nombre a un pabellón. Por favor, aceptad el dibujo. Si no os gusta, sentíos libres de añadir lo que queráis -estoy seguro de que a los profesores no les importará-. Recordad, siempre es más fácil pedir perdón que pedir permiso.
Con cariño,
Banksy.