Las grandes almas del jazz han dejado legados intangibles con su música, pero también otros con un efecto social inmediato. La fundación Nat King Cole habilitó su programa La generación de la esperanza para que el espíritu de la música no estuviese atado a la dictadura del bolsillo. Los herederos del maestro del piano ofrecen cursos, conciertos y convenios con importantes universidades como Harvard para grandes talentos con pocos recursos. La organización del saxofonista John Coltrane, por su parte, sigue los pasos de su coetáneo y vela por la educación básica de niños con riesgo de exclusión social.
Además, la fundación Amy Winehouse ha anunciado en el quinto aniversario de su muerte que crearán un centro de rehabilitación para mujeres en Londres. Desde su creación, los proyectos han estado siempre ligados a prevenir la adicción a las drogas y el alcohol, por el fatal efecto que provocaron en la cantante. Primero organizaron una serie de charlas de ex consumidores en colegios para concienciar a los más pequeños de sus peligros y ahora dan un paso adelante para ayudar en la reintegración social y laboral de las adictas.
El espacio, que se llamará Amy's Place, estará situado en East London y comenzará a funcionar el 22 de agosto. Estará conformado por doce habitaciones y tendrá capacidad para 16 mujeres, un avance primario ante la escasez de centros específicos en Reino Unido. “Solo hay seis centros exclusivos para mujeres y, además hay muy pocas plazas en cada uno de ellos”, explicó Dominic Ruffy, director de proyectos especiales de la fundación, a The Guardian.
Las mujeres trabajarán en un modelo de co-producción, en el que se ayudarán mediante actividades organizadas y elegidas por ellas mismas. Para el director eso es primordial ya que, mientras en las clínicas se suelen centrar en un efecto choque psicológico, en el centro se potenciarán sus aptitudes para una rápida recuperación de su vida laboral y cotidiana.
Ruffy también piensa que el cuidado centrado en las mujeres es beneficioso porque “muchas llegan con antecedentes de abusos físicos y psicológicos, por lo que se encuentran más seguras en un entorno donde no se tienen que preocupar por aspectos de su pasado”. Los programas del centro se alargarán durante tres meses en los que las recién llegadas contarán con atención personalizada, grupos de prevención de recaídas y apoyo para el desarrollo de sus habilidades potenciales.
La gerente de la fundación, Jane Winehouse, cree que la trayectoria de Amy podría inspirar a quienes estén pasando por un momento delicado. La intérprete de Valerie falleció a causa de una intoxicación accidental por alcohol en 2011 a los 27 años. “Los comienzos desde cero son difíciles y llenos de retos, pero en Amy's Place intentaremos dar a esas mujeres jóvenes las herramientas y el apoyo para que se conviertan en realidad”.