La historia de Emilio, escritor primerizo a los 80, que te hará recuperar la fe en los hilos de Twitter
“Ser breve, en arte, es suprema moralidad”, decía Juan Ramón Jiménez, y todo lo que esta historia tiene de breve, lo tiene también de suprema. Hace unos días, un chaval de 18 años escribía un hilo en Twitter dirigido a sus 70 seguidores que, sin saberlo, iba a dar un vuelco a la vida de un hombre de 82 años.
Todo comenzó, como en las mejores fábulas, en un evento importante pero ignorado más allá de Despeñaperros: la Feria del Libro de Almería. Entre decenas de casetas y bestsellers, el usuario Jota Merrick conoció a Emilio Ortega, un anciano que acudió a la mayor cita literaria de su ciudad como último recurso para dar a conocer su libro.
Desde que publicó El mundo visto a los ochenta con la editorial Círculo Rojo, Emilio no había logrado vender ni un solo ejemplar. Algo nada excepcional en el sector, por desgracia. Lo realmente insólito fue lo que ocurrió después de que Emilio conociese a Merrick e insistiese en regalarle un libro de su exigua tirada de cinco. El joven abrió Twitter, lo contó y ofreció el enlace a la editorial asegurando que “es una pena que su vida pase desapercibida”. Pero no fue su hilo el que se hizo viral.
Al otro lado de la pantalla estaba Cuco, seguidor desde hace años de Jota Merrick por sus vídeos de cine y la primera persona que sintió curiosidad por ese libro en el que Emilio “habla de su dura infancia, de la vida, las religiones, Dios y la sociedad, entre otros temas”.
Cuco compró un ejemplar y mandó el e-mail reglamentario a los de Círculo Rojo que, para su sorpresa, encomendaron la respuesta al propio Emilio. El escritor le indicaba en el correo los establecimientos de compra pero que, “no obstante, si lo desea, se lo puedo dar en persona, en el lugar que quiera y cuando quiera”.
Ante el honesto agradecimiento y total disposición del hombre, su primer comprador le ofreció conocerse por teléfono y en esa conversación descubrió a “una persona maravillosa”.
Siguiendo el modus operandi de Jota Merrick, Cuco publicó también un hilo sobre su bonita historia e instó a su puñado de seguidores a comprar un ejemplar. Dicho y hecho. A los pocos días, ese hilo ya cuenta con más de 23.000 retuits y favoritos, y las ventas de El mundo visto a los ochenta se han disparado.
“A mí no me leía nadie. Lo hice para ver si vendía un par de libros más, pero no me imaginé esta reacción. Tengo menciones a cada segundo y continuamente mensajes privados pidiéndome información para comprarlo”, cuenta Cuco a eldiario.es. Él fue quien le dio la feliz noticia a Emilio por primera vez, “que ya estaba alucinando con los tres primeros ejemplares vendidos, así que ahora con cientos mucho mas”.
El joven contaba en su hilo la gran conexión que tuvo con el escritor durante la hora y media de su primera llamada. “Os lo digo en serio, es un hombre muy bueno”, prometía antes de convertirse en viral. “Aunque todavía no he recibido el ejemplar, hemos quedado en ir llamándonos para comentar el libro poco a poco. También me pregunta mucho por mí. Es muy humilde y cercano”, nos asegura.
Este periódico no ha podido contactar directamente con Emilio, que ha tenido que gestionar el repentino éxito de su obra y las nuevas tiradas en un tiempo récord. Pero, ¿cómo llega una persona que apenas alcanza la mayoría de edad a interesarse por las vivencias tan subjetivas de otra que le saca siete décadas? “Soy muy curioso. Emilio también se sorprendió por mi edad, pero le gustó mucho”, explica Cuco.
Emilio vive con su mujer en Almería y, según su comprador primigenio, llevan una existencia muy humilde. De hecho, él no pudo recibir formación porque su madre, a quien dedica el libro, tuvo incluso que pedir limosna para dar de comer a sus hijos. Aún así, Emilio posee unas opiniones políticas y sociales muy poderosas, lo que llamó pronto la atención del joven. “Llegó a pedirme disculpas por si me ofendía algo de lo que dice en el libro. Por ejemplo, por qué no cree en Dios”, dice Cuco con una mezcla de admiración y extrañeza.
El pasado miércoles, la editorial había recibido un pedido de 200 ejemplares, pero hoy la librería almeriense Bibabuk ha afirmado que dentro de una semana seguirán tramitando reservas y reponiendo los tomos en sus estanterías. Lo mismo ocurre con las Librerías Picasso, que cuentan con establecimientos físicos en Almería y Granada, pero reparten libros por toda España.
De esta forma, la red social acusada de sobreinformación y pasto de fake news ayudó a Emilio a promocionar su libro sin necesidad de poseer un perfil. Como pago, él solo espera llegar con su historia al mayor número de personas posibles. No por dinero, sino por legado.
Como cuando regaló un ejemplar a su primer lector potencial y renunció a la que estaba destinada a ser su única venta con tal de ser escuchado. No sabía que esa generosidad le iba a reportar cientos de oyentes más.