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Unos nuevos 'Episodios Nacionales' para repensar la Expo, Barcelona 92 o el 15M

Un icónico momento de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, un acontecimiento que sirve de fondo para una de las ficciones

Carlos Madrid

3 de enero de 2022 22:20 h

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La noche del 11 de marzo de 2004, horas después de que hubieran explotado tres trenes en Madrid cerca de Santa Eugenia, El Pozo y Atocha, el grupo de música Belle and Sebastian dio un concierto en la capital. Ni el shock ni el dolor causados por los atentados hicieron que el recital se cancelara. A raíz de este hecho, Jorge Lago, editor de Lengua de Trapo junto a Manuel Guedán, pensó que sería interesante escribir un libro sobre ello, ya que, como cuenta a elDiario.es, “tenía una potencia narrativa y política tremenda: quién asistió, qué pasó allí y cómo sería abordar la historia inmensa de los atentados desde un lugar más acotado y factible como un concierto”. Una idea que le pareció atractiva para convertirla en una colección con la que narrar la historia reciente de España, y que, siguiendo la estela de Benito Pérez Galdós, llamaron Episodios Nacionales.

Además del 11M, esta serie de libros aborda más de una decena de grandes hitos actuales entre los que se encuentran las Olimpiadas de Barcelona del 92, el 15M, los atentados de las Ramblas, la Expo de Sevilla del 92, la nacionalización de Rumasa o la moción de censura contra Rajoy. Unos hechos que están narrados desde una perspectiva menos apegada a los grandes acontecimientos para romper con esa historia reciente que, como explica Lago, “siempre ha estado al servicio del relato de la Transición, la cual nos sigue educando sentimentalmente”.

Unos Episodios Nacionales que trenzan la cultura popular, el escenario político y las estructuras de sentimiento que nos han ido conformando estos años a través de tres procesos. El primero de ellos, explica el editor, “aborda la necesidad de contarnos otra historia sobre nuestro pasado reciente, alejada tanto de la cultura de la Transición como de la rigidez militante de las novelas de tesis. El segundo está centrado en una propuesta narrativa que trabaja con la ficción o la realidad o, más bien, que explora políticamente las ficciones que han conformado nuestros últimos 40 años de democracia. Por último, reúne a un grupo amplio de escritoras y escritores con los que nos sentimos narrativa o políticamente identificados, y con los que nos apetecía mucho trabajar, además de verlos compartir un mismo espacio”.

Abordar la historia desde la ficción

Antes de explicar por qué para ellos era interesante abordar la historia desde la ficción, Jorge Lago matiza que no cree que “exista la primera sin la segunda, por más que se busque la objetividad, ni ficciones que no den cuenta y sean resultado, explícita o implícitamente, de un momento de la historia”. En este sentido, la ficción permite mostrar que eso que llamamos historia es siempre el resultado de un enfoque, ya sea por los personajes, por el tiempo elegido o por los marcos de observación, y, por lo tanto, “una construcción narrativa”, dice el editor.

Y añade: “Creo que la historia española tiende a estar excesivamente escrita y planteada no solo desde una cierta búsqueda de objetividad, que no cuestiono, sino desde el intento de convertir esa búsqueda en un hecho incuestionable, y la historia así contada en una suerte de verdad incontestable. Me parece un ejercicio de salud democrática en España hacer el proceso inverso: abordar el pasado reciente mediante ficciones, es decir, mostrando que son construcciones, miradas, formas de recuerdo. Abrir el ayer a esas reinterpretaciones es seguramente la mejor manera de abrir el futuro y, por lo tanto, de poder cambiarlo”.

Y con estos principios, tienen ya más de diez libros encargados, pero su intención es mantener la colección en marcha mientras siga habiendo buenas propuestas. Todas escritas con voces diferentes, ya que así consiguen crear un relato coral, de voces contrapuestas. “Lo hicimos así porque nos parecía importante reunir en una colección distintas formas de narrar, de entender la relación entre la ficción y la historia, incluso de preguntarles a autores y autoras que seguimos con interés qué sería escribir hoy como Galdós. Y conformar un espacio común, una colección, con las distintas respuestas a esa pregunta”, sostiene Jorge Lago. Unas voces que fueron elegidas por su interés intelectual, narrativo y político.

El 11M al margen de los atentados

Hasta ahora llevan publicados cinco libros de la colección. El primero que vio la luz fue Soñó con la chica que robaba un caballo, de Sabina Urraca. En él, la escritora narra los atentados del 11M de una forma muy personal: una joven que quiere juntarse con su flamante amor mientras Madrid es un caos. Un personaje que parece mantenerse al margen de todo, sumido en su vida, y que le sirve para abordar algo más íntimo. “El 11M fue el primer acontecimiento histórico que viví en esa salida al mundo que es dejar la casa de los padres. Para mí fue un momento de toma de conciencia política, de profunda decepción. Hasta entonces mantenía cierto candor idealista. En aquel momento me di cuenta de que la política era generalmente un entramado oscuro, de que en realidad estábamos en manos de personas a las que no les importábamos lo más mínimo”, explica la escritora.

Hotel Madrid, historia triste, de Rocío Lanchares Bardají, fue la segunda obra publicada de la colección. En ella, la autora explora los años del 15M con el fin de narrar ese momento determinante para la historia social reciente. “En mi caso se trataba de un ajuste de cuentas entre lo que muchas vimos y lo que después cuentan que pasó. Pocos momentos de desobediencia civil habían tenido ese carácter tan transversal y a la vez tan milenial, de nueva relación con los medios, las redes, la información. Entonces se trataba de contar un acontecimiento muy heterogéneo, que tuviera a su vez un componente muy visceral y quizá demasiado reciente todavía para entenderlo. Para mucha gente que nació en los 2000, de hecho, les será una marcianada”, sostiene la autora.

Natalia Carrero, por su parte, eligió los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92. Pero su obra, Vistas olímpicas, comienza un poco antes, en el 86, momento en el que se anunciaron. Y es que, a partir de ese año, dice la escritora que se impuso “un discurso simpático de cohesión social, deportiva y hasta amistosa que gran parte de la ciudadanía acaba casi por creer y aplicar a la vida cotidiana, olvidando sus implicaciones políticas y económicas, las otras facetas de los beneficios aparentes y las corruptelas en general”. Un punto de inflexión que derivaría en la globalización y la monocromía del “pensamiento de la clase acomodada, de donde emergería el solidario cuerpo de voluntariado olímpico. Desde luego que no es exactamente así, pero en ese momento yo era muy joven y junto a los de mi generación me senté a celebrarlo como si estuviéramos en el centro de la historia universal. Ya que estábamos, representaríamos sí o sí a la Barcelona Olímpica, la más moderna, cosmopolita e internacional”.

El yihadismo como contradicción del mundo contemporáneo

El atentado de las Ramblas de Barcelona ocurrido en 2017 es el hito que narra Vicente Monroy en su libro Los Alpes marítimos. Un hecho que eligió por todo lo que representa el yihadismo hoy en día. “Se trata de uno de los asuntos que han definido la historia de los últimos veinte años. Personifica como ningún otro las contradicciones del mundo contemporáneo: la incapacidad de armonizar la globalización y las diferencias culturales, el miedo y la radicalización de los discursos identitarios de los países occidentales, la deslocalización de la violencia, la virtualidad del enemigo, la explotación de las imágenes y la información, la hipervisibilidad del evento histórico…”. Un trasfondo que le sirve para hablar del estado de la verdad en nuestra época. Por ello, sus personajes son jóvenes que tratan de abrirse paso hacia la edad adulta en un mundo lleno de mentiras y medias verdades. “Las imágenes mienten, las noticias mienten, los políticos mienten, las redes sociales son un espacio para la mentira. Incluso el arte, que debería ser el último reducto de la verdad, se ha convertido en una farsa”, cuenta.

El último en publicarse hasta la fecha ha sido Madrid será la tumba, escrito por Elizabeth Duval. Ella, al contrario que sus compañeros, eligió un momento con menos impacto en la sociedad: la historia de un par de grupúsculos, uno de ideología fascista y otro marxista-leninista, que ocuparon dos edificios en 2016 en el centro de Madrid. “Me interesaba contar un hecho pequeño, pero capaz de ofrecer claves sobre lo que sucedería después o abrirme un ángulo de análisis interesante para explorar a mis personajes”, explica. Respecto a los temas que aborda, ese ángulo de análisis, dice que no los planificó, sino que los fue descubriendo conforme iba escribiendo. “Ahora, unos meses después de acabarla, creo que los temas son: la política como conquista del espacio, el espacio como causa o motor, la relación de las palabras y las imágenes con la violencia, el amor, el sentimiento de pertenencia, la perversión del poder y control sobre otros seres humanos”, resume.

De momento llevan cinco publicados, pero tienen previsto que lleguen muchos más este 2022. Escritores y escritoras como Isaac Rosa, Juan Bonilla o Brenda Navarro abordarán hitos imprescindibles de nuestra historia reciente como la nacionalización de Rumasa o la moción de censura a Rajoy. El periodista de elDiario.es Peio H. Riaño también prepara uno de los Episodios, se trata de “una crónica sobre la relación de Antonio López y Juan Carlos I mientras pintaba el retrato real durante 20 años, y una reflexión sobre por qué Felipe VI no ha sido capaz de crear en siete años un símbolo propio que desplace a ese cuadro”.

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