'Machirulo', 'perreo', 'sinhogarismo' y 'chundachunda', entre las nuevas palabras del diccionario de la RAE
Pese a que lo sufrimos desde hace años –en forma de bares, discotecas, vecinos y automovilistas con música ratorena a todo meter– el chundachunda acaba de entrar en el diccionario de la RAE, la Real Academia Española. Junto a este rítmico vocablo, entran otros que contribuyen a describir mejor el mundo en que vivimos. 'Machirulo' es una de las incorporaciones más llamativas, que la RAE define como “dicho de una persona, especialmente de un hombre: Que exhibe una actitud machista”. De los 44 académicos de la RAE, solo 11 son mujeres, y la mayoría de ellas nombradas en los últimos años. Quizá por ello, en 2022 también se incorporó al diccionario la palabra micromachismo.
Aunque la RAE se resiste desde 2017 a incluir el término 'heteropatriarcado'; sí ha sido añadida una acepción al vocablo “patriarcado”, en concreto la que lo define como “predominio o fuerte ascendiente masculino en una sociedad o grupo”, usualmente utilizado en sentido peyorativo. En la misma línea, eso sí, se ha añadido una acepción simétrica en el término “matriarcado”.
Nunca está de más recordar que la RAE no prescribe qué palabras existen y cuáles no, sino que simplemente intenta describir qué palabras empleamos los hablantes. Siempre utilizamos un vocabulario mucho más rico que el que cabe en el diccionario de la RAE, porque la creación de palabras va mucho más rápida que su incorporación al diccionario. De momento, los académicos deben considerar que el uso de matriarcado en su nueva acepción sí es generalizado y no tanto el de heteropatriarcado.
El documento con algunas de las novedades que incorpora la nueva edición del diccionario consta de 17 folios con términos que se han ido imponiendo y generalizando en el uso, como perrear y perreo (“baile que se ejecuta generalmente a ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que, cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos”); binario y no binario (“dicho de una persona: Que no percibe su identidad de género en términos binarios de hombre o mujer”); regañá (“lámina pequeña y fina de pan crujiente”); disforia de género (“Angustia o malestar persistente en una persona causados por la falta de correspondencia entre su sexo biológico y su identidad de género”) o sinhogarismo (“Circunstancia de la persona que carece de hogar donde vivir y, generalmente, de cualquier medio de vida”).
La inclusión de este término ha sido saludada por 'Hogar Sí', una entidad que lucha, precisamente, por acabar con este fenómeno: “Que esta palabra se recoja en el diccionario no es una cuestión menor; sino una gran oportunidad para continuar impulsando soluciones efectivas. Para ello, además de nombrar el problema, es fundamental destinar los recursos necesarios para su erradicación, poniendo en marcha políticas públicas que vayan más allá de la mera gestión del fenómeno”.
También ha sido incorporado el famoso y denostado VAR (el videoarbitraje de los partidos de fútbol y otras disciplinas deportivas) o la palabra doula (“Persona, generalmente mujer, capacitada para prestar asistencia, orientación y apoyo emocional a una mujer durante el embarazo, el parto y el posparto”)
Otras inclusiones más especializadas son las de macguffin, para el campo cinematográfico, como “motivo argumental que hace avanzar la trama, aunque no tenga gran relevancia en sí mismo”; kriptonita o criptonita (“en los cómics, películas, etc., del superhéroe Supermán, sustancia que debilita al protagonista y anula sus poderes” y, también “persona o cosa que neutraliza o merma las cualidades principales de algo o de alguien”).
La versión electrónica 23.7 del Diccionario de la lengua española (DLE) incorporado por primera vez en la historia sinónimos y antónimos. “En total, las innovaciones totales que incorpora esta actualización, entre palabras nuevas, artículos, variaciones o supresiones, ascienden a 4.381 operaciones”, afirman desde la RAE en una nota de prensa.
Habrá que ver qué sucede en el futuro con el vocablo tuit, una palabra que incorporó en 2014 con el siguiente significado: “Mensaje digital que se envía a través de la red social Twitter® y que no puede rebasar un número limitado de caracteres”. Hoy Twitter ya no existe, los mensajes se llaman 'posts' y pueden rebasar limitaciones de caracteres.
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