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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Molina Foix: Más que hacer novelas divertidas, quiero divertirme escribiendo

Barcelona —

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Barcelona, 8 jun (EFE).- El escritor Vicente Molina Foix ha confesado este martes en la presentación de su última novela, “Las hermanas Gourmet”, que más que hacer novelas divertidas, prefiere divertirse escribiéndolas.

En la presentación, Molina Foix ha dicho: “No soy defensor del dolor creativo en la literatura” y ese espíritu ha dado como resultado una novela hedonista, en la que además, por primera vez, da la voz narradora a un personaje femenino.

Después de su celebrada trilogía de 'novelas documentales' del siglo XX hispánico, que tomaba como base la carta y el documento de época, en “Las hermanas Gourmet” (Anagrama) centra la narración en la oralidad.

“No olvidemos -ha indicado- que la literatura empezó oralmente y por tanto era una forma de comunicación basada en la palabra”.

Convocando a grandes chefs de lo imaginario como Oscar Wilde, Borges, Kafka o Tabucchi, Molina Foix construye, en sus propias palabras, “una novela de novelas”, salpimentada con elementos tomados de la novela de intriga y espionaje; y todo ello ligado con el imperecedero mundo de la fábula.

En la base de ese “mundo exquisito” sitúa el autor a esas “cuatro artistas entregadas a su oficio como verdaderas creadoras, un oficio que se desvanece cada vez que se agota el perol”.

La novela se publicó inicialmente como audiolibro hace unos meses y por entregas, como si fuera una novela radiofónica, y después Molina Foix ha engarzado para convertirla en una novela de corte más clásico.

Es también una novela histórica a su modo, ya que parte de un relato de mujeres para hablarnos de “un país desaparecido y de una familia dispersa que inventa con los alimentos la materia prima de sus fantasías”.

Al autor de “El abrecartas” y “La Quincena soviética” le pareció oportuno “fundar esta novela en una voz femenina, en este caso la narradora, Julia, y su relación con otras mujeres”, una mujer que es “irónica, inteligente, sabia, no muy culta y una gran artista de su trabajo”; y el libro es “una manera de presentar un mundo femenino, no porque, como en este caso, esté asociado a la cocina”.

La novela está ambientada en Cataluña, “aunque nunca se menciona”, y “el paisaje inventado podría ser algo del Delta del Ebro, del Empordà”, un territorio al que llega gente de fuera, comenzando por ellas mismas, que vienen de un lugar remoto, pero también los clientes de lugares exóticos que llegan a comer a ese restaurante de las Gourmet, y luego los que llegan de lugares de miseria.

La novela, ha precisado el autor, tiene dos partes diferenciadas: “una primera de más enredo y luego hay un giro inesperado y se convierte en una especie de novela bizantina de gente que cuenta las historias de sus vidas que son parte de la historia de Europa”.

Dedicó Molina Foix parte de la pandemia a reescribir esta novela a partir de la versión audiolibro: “Soy 'workaholic' de la escritura, trabajar fue una manera de reanimarme, de poner a prueba tu cabeza y ver si aún funcionaba”.

Rellenó el tiempo traduciendo una obra de Shakespeare, “Antonio y Cleopatra”, un encargo personal de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que protagoniza su director, Lluís Homar junto a Ana Belén, al que le ha dedicado ocho meses.

Esta obra se suma a las otras tres del bardo inglés que Molina Foix ha traducido, “El mercader de Venecia”, “Hamlet” y “El rey Lear”.

“Antonio y Cleopatra” es su obra favorita de Shakespeare, que ya le impactó muchísimo cuando la vio en Londres hace muchos años con Glenda Jackson, dirigida por Peter Brooks.

Revela el autor ilicitano que no es un cocinillas, aunque sí le gusta el buen comer, y sin embargo no quiso investigar sobre ese mundo: “Veo la cocina como un reino de fábulas, en el que se crean productos exquisitos, obras de arte, que tienen la particularidad de que son efímeras”, señala el autor, que no es nada dado a investigar las novelas que escribe.