El pasado mes de diciembre proponíamos una serie de lecturas con banda sonora de fondo y con las que quedaba de manifiesto la sorprendente efervescencia que vive el género en España.
Apenas tres meses más tarde, ofrecemos una nueva selección en la que encontramos desde biografías de estrellas del rock a memorias discográficas, novelas de ilustres del pop nacional o literatura de ficción con aire musiquera. Curiosamente, en un momento en que la crisis discográfica es total, la música se “lee” más que nunca…
Camino SoriaEdi ClavoContraCamino Soria
Camino Soria es, claro está, el título de uno de los discos esenciales del pop en castellano, obra cumbre de Gabinete Caligari en la que se daban cita Antonio Machado, Dylan, Bécquer o la Stax y con la que el grupo alcanzaría un éxito masivo allá por 1987.
Resulta curioso el modus operandi de Gabinete a la hora de escribir sus textos: a diferencia de lo que ocurre en casi todos los grupos en los que el compositor y líder firma la mayor parte de las letras, en Gabinete Caligari las letras surgían del bombardeo de ideas por parte de los tres componentes del grupo, Jaime, Ferni y Edi. Que Edi Clavo no se limitaba, como tantos otros baterías, a golpear los parches era evidente entonces y se ha hecho notorio de un tiempo a esta parte, desde que se ha entregado con pasión a la escritura rock.
Tras la publicación de unas memorias a partir de los conciertos que le marcaron como espectador (Electricidad revisitada, 2015), Edi echa ahora la vista atrás a un periodo muy concreto de su vida, el antes y el inmediatamente después de la publicación del disco que cambió su vida.
No necesariamente para mejor: Gabinete siempre han reconocido que el éxito de Camino Soria lanzó al grupo, sí, pero de alguna forma también marcó su inevitable declive posterior. A partir de ese momento, distraídos por las mieles del éxito, por los cachés millonarios y los excesos asociados a la floreciente escena musical española de los tardíos ochenta, la banda comenzó conocer su decadencia. Todo eso aparece reflejado en estas casi trescientas páginas que son no sólo una colección de recuerdos sino también el retrato de un momento de la historia de nuestro país.
De aquí nadie sale vivoJerry Hopkins & Danny SugermanCapitán SwingDe aquí nadie sale vivo
El estreno en 1991 de The Doors, el biopic firmado por Oliver Stone, convirtió de nuevo a Jim Morrison en icono contracultural veinte años después de su muerte. El fenómeno fue tal que terminó por agotar a fans y (por supuesto) a detractores del grupo, provocando una nueva etapa de olvido generalizado a la que tampoco ayudaron las giras de Ray Manzarek y Robby Krieger explotando el repertorio de la banda con impersonators de Morrison.
Así las cosas, no parece éste mal momento para volver de nuevo sobre su figura y la de la banda angelina, teniendo en cuenta además que en su momento la cinta de Stone levantó ampollas en el entorno de The Doors por la imagen (poco menos que un descerebrado) que ofrecía del cantante y poeta.
Hopkins y Sugerman parecen dos personas mucho más fiables que Stone a la hora de contarnos la historia de The Doors y Jim Morrison. El primero tuvo la oportunidad de acercarse a él en vida y hasta de realizar una de las entrevistas más exhaustivas de su carrera poco antes de que falleciera en París a los 27 años.
Danny Sugerman, por su parte, ha sido una de las personas más cercanas a la banda, asistente de The Doors desde los trece años. Su aspiración a la hora de firmar De aquí nadie sale vivo no es tanto alimentar el mito del artista salvaje y el gran fornicador, como plantear una biografía rigurosa que se ajuste a la sucesión de hechos que en sólo cuatro años llevaron a la banda y muy especialmente a Morrison del éxito masivo a la autodestrucción. Y lo consiguen.
Johnny Hallyday: A toda trallaFelipe CabrerizoExpediciones PolaresJohnny Hallyday: A toda tralla
Más difícil todavía. Tras publicar en 2016 Gainsbourg: elefantes rosas en esta misma colección, Cabrerizo se enfrenta ahora a la única estrella del rock francés que puede ensombrecer la fama de calavera al autor de Je t'aime... moi non plus. Sí, efectivamente me refiero a Johnny Halladay.
El tipo que, como bien se recuerda en la nota que acompaña al libro, fue capaz de tirar a la basura un cuadro de Francis Bacon tras una noche de borrachera con Mick Jagger o de montar el mayor puente aéreo desde la II Guerra Mundial para que sus fans franceses acudieran a verle tocar en Las Vegas. En Francia hace mucho que alcanzó la categoría de mito pero que en nuestro país sigue pendiente de revisión.
Hallyday, fallecido el pasado 5 de diciembre de 2017 cuando el libro ya estaba terminado, fue rock'n'roll en estado puro, no sólo porque él introdujo ese virus en los países de habla francófona, sino porque su propia existencia reprodujo todos los tics relacionados con el género: excesos, algún que otro acceso de megalomanía, y también un alma atormentada, en su caso por la marcada ausencia del padre. Con la huella de ese trauma arranca y termina el primer libro en castellano de la que posiblemente sea única estrella del rock que llegó a publicar cuatro autobiografías.
La muerte de Bunny MunroNick CaveMalpasoLa muerte de Bunny Munro
En 1989 Nick Cave publicó su primera novela, Y el asno vio al ángel. Su continuación tardaría bastante en llegar, y veinte años más tarde Cave eligió las calles de Brighton (la ciudad en la que reside desde hace dos décadas) para situar esta historia peculiar de un vendedor de productos de belleza que convierte el puerta a puerta en una suerte de tómbola en pos de sexo fácil.
Como telón de fondo, el suicidio de la esposa del protagonista; su hijo, un niño que soporta estoicamente desde un Fiat Punto el deambular de Munro por la vida; un puñado de maridos celosos dispuestos a tomarse cumplida venganza por las libertades del protagonista; y un asesino en serie que se aproxima amenazadoramente a Brighton.
La edición de Malpaso pone nuevamente el libro en las tiendas de nuestro país tras una temporada en que la novela se había descatalogado y vuelto inencontrable. Además incluye e-book.
Memorial DeviceDavid KeenanSexto PisoMemorial Device
No es casual que algunas de las bandas que mejor definen la estética del pop y el rock hayan sido precisamente grupos de ficción: Spinal Tap, The Commitments o aquellos Stillwaters de Casi famosos. En esa misma línea, David Keenan -uno de los periodistas musicales británicos más prestigiosos de las dos últimas décadas- afronta su primera novela dibujando la trayectoria de los Memorial Device, un imaginario grupo postpunk cuyo nacimiento sitúa en la localidad escocesa de Airdrie.
La excusa le sirve a Keenan para echar la vista atrás y poner a desfilar sus propios recuerdos de una infancia y adolescencia entregado a la efervescente escena independiente, con sus rituales hoy olvidados: las tiendas de discos, la sección de anuncios por palabras del NME y el Melody Maker, la escucha de discos en casas de los amigos, etc. Irvine Welsh y Kim Gordon (Sonic Youth) ya han caído rendidos ante el encanto de esta historia.
PettyWarren ZanesNeo-SoundsPetty
El destino ha querido que apenas un par de meses después del fallecimiento de Tom Petty se publique esta biografía autorizada que echa el telón en 2015. De hecho, el último minuto ha permitido que en la contra del libro se haga referencia al deceso de Petty, aunque el lanzamiento del libro estaba programado desde hacía meses.
A pesar de que en España su figura no ha llegado a alcanzar la relevancia de un Springsteen, por ejemplo, a estas alturas nadie va a poner en duda la ascendencia de Petty en el rock anglosajón. Por eso su biografía autorizada ha sido cuidada hasta el último detalle y no se ahorran aspectos íntimos de la vida y carrera de Petty aportados por el artista, su familia y círculo de amigos más íntimos. La narración habla abiertamente de sus coqueteos con las drogas, las relaciones no siempre fáciles con sus colaboradores o la compleja relación con el éxito que llegó de la mano de discos como Full Moon Fever.
A lo largo de sus cuatrocientas páginas, Zevon -que en los 80 compartió estudio y escenarios con Petty como componente de Del Fuegos- nos descubre una existencia por y para el rock, que musicalmente hablando podría decirse que comenzó el día que un todavía tierno Petty conoció a Elvis y aquel otro en que vio a los Beatles tocar en el Ed Sullivan Show. A partir de ese momento, arranca una carrera que le ha llevado a colaborar con los más grandes, de Johnny Cash, Del Shannon o Stevie Nicks, a aquel proyecto bautizado Travelling Wilburys que le unió a George Harrison, Bob Dylan, Roy Orbison y Jeff Lynne.
Serena a los onceTesa ArranzBarrettSerena a los once
Al igual que el individuo más carismático de la escena Madchester fue un tipo que ni cantaba ni tocaba instrumento alguno, simplemente se dedicaba a bailar, Tesa Arranz se convirtió en uno de los emblemas de la Movida con su danza delirante al frente de los Zombies de Bernardo Bonezzi.
De su personalidad volcánica y experiencias vitales extremas ha hablado largo y tendido en numerosas entrevistas (y hasta ha escrito sobre ello en una suerte de memorias en miniatura para El Estado Mental). Pero lo que para la mayor parte de nosotros ha sido un misterio es la relación de Tesa con la literatura.
Relación que, tal y como se explica en el prólogo que firma Germán Pose, en realidad viene de largo: en ese mismo prólogo se incluye un poema que Tesa escribió cuando tenía catorce años. Pocos más que la protagonista de su primera novela, una preadolescente que ha madurado antes de tiempo y que afronta sin demasiado dramatismo el fallecimiento de sus padres. En realidad Serena, la Serena que da título a la obra, encuentra en su tía y su abuela dos referentes que le resultan mucho más útiles en su despertar a la vida… y al sexo.
The Kinks: Música, cultura y sociedadJavier de Diego RomeroMilenioThe Kinks: Música, cultura y sociedad
Teniendo en cuenta que su trayectoria se prolongó durante treinta y tres años y que su líder Ray Davies aún se mantiene activo -el pasado año publicó un disco notable, Americana-, plantear una biografía de The Kinks se plantea una tarea titánica.
Javier de Diego la afronta como un estudio de su obra en el que los datos biográficos no importan tanto como el contexto en el que se concibieron clásicos del calibre de Waterloo Sunset, Sunny Afternoon o You Really Got Me.
Son canciones que por sí solas definen el swinging London tanto en el aspecto musical como en el narrativo, con Davies convertido en cronista de una generación que pasó de protagonizar la revolución yeyé a vivir el sueño hippie y sufrir la resaca tatcheriana. Esa misma evolución que va de 1963 a 1996, el tiempo que duró la banda, es la que recorremos a lo largo de estas casi cuatrocientas páginas.
VibratoIsabel MelladoAlfaguaraVibrato
Tres movimientos y noventa y nueve compases. Es la estructura de la que la escritora (y violinista) chilena se sirve para componer su segunda novela, con la música clásica como foco. Isabel Mellado vive a medio camino de Granada y Berlín, y es precisamente en la capital alemana donde sitúa la acción de esta obra, protagonizada por una joven cuyos paralelismos con Isabel son evidentes: Gerundia es una joven violinista que migra desde Chile a Berlín y cuyo día a día transcurre a golpe de metrónomo y sinestesia.
Los olores, las texturas,... todo suena a ritmo de Shostakovich, de Bruckner o Beethoven en esta obra. Tal es la confusión entre autor y personaje en esta suerte de falsas memorias que Mellado introduce dentro de la narración imágenes de documentos personales, como ese poema manuscrito que le escribió el poeta Jorge Teiller -amigo personal de su padre- como regalo por su noveno cumpleaños.