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ENTREVISTA | KATE TEMPEST

“A la gente se la está estrangulando, pero demuestra determinación para salir adelante”

Kate Tempest

Luis J. Menéndez

La música fue el escenario en el que Kate Tempest (1985) se dio a conocer, inicialmente formando parte de los combativos Sound Of Rum y años después al arrancar una carrera en solitario que en 2014 la convirtió en finalista del prestigioso Mercury Prize y que ahora acaba de consolidar con el extraordinario álbum Let Them Eat Chaos, principal excusa de esta entrevista.

Al teléfono, la de Brockley habla con la misma convicción con la que rapea, aunque en determinados momentos de la conversación, aquellos en los que se adivina el sufrimiento por lo que ha visto y vivido en sus propias carnes, su tono adquiere una gravedad tal que amenaza con sepultar la señal de voz hasta hacerla casi imperceptible.

¿Podemos definir Let Them Eat Chaos como una recopilación de viñetas que tienen lugar a las 4:18 AM en diferentes puntos de Londres?Let Them Eat Chaos

El disco comenzó con una idea: son las 4:18 y siete personas que no se conocen entre sí están despiertos mientras una gran tormenta descarga sobre Londres. Vemos la tormenta acercarse y cuando definitivamente empieza a llover nuestros protagonistas salen de sus casas bajo la tempestad. Sienten que es algo más grande que ellos mismos, que les conecta con la naturaleza y despierta su propia esencia humana.

¿Qué tipo de adjetivos cree que mejor sirven para describir a sus personajes?

Realmente no lo sé. El estado en el que se encuentra cada uno es diferente, aunque todos están despiertos a las cuatro de la mañana porque son incapaces de dormir, así que puedes imaginar que no pasan por su mejor momento (risas). Algunos acaban de volver del trabajo, otro acaba de despertarse por culpa de una pesadilla, otro sufre de insomnio... En todos ellos hay un punto de soledad y vulnerabilidad, están atrapados en sus propios pensamientos.

Hace un tiempo Karl Hyde, de Underworld, me decía que Londres era la ciudad del mundo que le resultaba menos inspiradora precisamente porque la conocía demasiado bien. En su caso parece que ocurre todo lo contrario.

La razón por la que Londres está tan presente en mi trabajo es porque es mi casa. Es el lugar en el que he aprendido sobre la manera de ser de las personas, su aspecto… Además, desde que empecé a hacerme adulta hay una influencia muy marcada de la comunidad con la que he crecido, de mis raíces. Así que para mí Londres es mi principal fuente de inspiración. Dicho esto, cuando me encuentro fuera de casa, de gira, cada lugar que he visitado me ha cambiado y ha inspirado mi trabajo de alguna forma también. En cualquier caso creo que cuanto más específicas se vuelven las referencias en mis letras, cuanto más se centran en un lugar concreto, más universales resultan. Lo que cuento perfectamente podría suceder en Madrid o Barcelona.

En la canción Tunnel of Vision escribe: “La tragedia y el dolor de una persona que nunca has conocido está presente en tus pesadillas”. Al mismo tiempo y como bien dice, en este disco las referencias a los sueños y el insomnio son constantes. ¿Es su diagnosis de una sociedad enferma?Tunnel of Vision

Sí.

¿Qué sociedad exactamente?

La que veo cuando miro a mi alrededor. El disco es mi respuesta a aquello que sé que es una certeza. No es una suerte de descripción socio-política. Sólo yo, mi realidad mostrándose en una pieza artística. Probablemente, lo obvio, es que esté hablando de nuestra sociedad occidental pero no me apetece demasiado remarcarlo.

Usted no defiende una opción política concreta.

No, no. Yo no sostengo un posicionamiento político. (Piensa durante unos segundos antes de continuar). Mis letras están llenas de imágenes icónicas, pero no es mi intención envolverlas de mensajes políticos. Y tampoco me gusta hablar de política en entrevistas porque habitualmente los periodistas perseguís el titular, especialmente en Gran Bretaña, lo que me obliga a ser extremadamente cuidadosa con lo que dices y a quién.

No quiero excluir a nadie de mi trabajo, y precisamente aquellos que piensan políticamente de forma diferente a mí son aquellos a los que más me interesa llegar. Quienes se sienten del mismo modo que yo, los que tienen un pensamiento de izquierdas y creen en el socialismo y la democracia reales, esa gente sabe cómo me siento y yo sé también cómo ellos se sienten, con ideales de comunidad por los que los unos cuidamos de los otros.

También tenemos en común la percepción de que una serie de desgracias asolan el mundo moderno: vivimos manipulados por los medios de comunicación y controlados por quienes detentan el poder… Y, mientras hay una suerte de “socialismo” dirigido a servir a los que tienen el dinero, quienes están en la parte más baja de la sociedad son negados. Así que por supuesto que siento que mi pensamiento político y mi sentido de la moral tienen un protagonismo en mis letras, pero en general cuando hablo me apetece hacer referencia a la experiencia de sentirse humano. Porque cuanta más importancia le demos al debate de quién tiene la razón y quién está equivocado, más tardaremos en avanzar y encontrar soluciones.

Escuchándole hablar me ha venido a la cabeza la autobiografía de Bernard Sumner, de New Order y Joy Division, quien recuerda su infancia en Salford, una población del cinturón obrero de Manchester en la que existía una enorme conciencia de comunidad. Todo eso, cuenta, se perdió con el thatcherismo a principios de los ochenta y las políticas que desmontaron barrios enteros. Cuando usted habla del South London da la sensación de que este tipo de comunidades todavía existen a día de hoy.thatcherismo

Hmmmm… La gente está perdida. Creo que a la gente se la está estrangulando, que la gente se está empobreciendo, que la gente siente pánico por una serie de circunstancias que nos afligen y que la situación es terrible. Pero al mismo tiempo la gente trabaja muy duro, está sacando adelante a sus hijos y las personas están llenas de amor. Así que, sí, la gente está perdida, pero mientras el dolor y la presión les ahogan esas personas demuestran más determinación que nadie para salir adelante.

En España La Bella Varsovia acaba de publicar Mantente firme, su primer libro traducido al castellano. ¿Cómo lo presentaría al público español?Mantente firme

Bueno, no tengo ni idea de cómo la traducción ha llevado al castellano las palabras originales. Espero que sea una hermosa traducción, por supuesto. Pero es difícil para mí hablar de ello a los potenciales lectores españoles porque al haber sido traducido se convierte en un libro diferente. No lo sé… La idea central surge del mito de Tiresias que vivió su vida como niño, hombre, mujer, y al que, ya al final de su vida, los dioses convirtieron en profeta ciego para contarle al resto del mundo las tragedias que nadie quería escuchar. La historia de él, ella o ellos me interesa por el aspecto personal, político y social. También por el el aspecto sexual de la historia, porque esta es la primera vez en mi vida que me siento libre y suficientemente madura para hablar de este tema en mi propia vida, y aunque en el libro hay poemas sobre la guerra o que hacen referencia al capitalismo y la religión, antes de eso hay una serie de poemas que tratan el tema de las relaciones sentimentales y la dificultad de amar y vivir en nuestro tiempo.

Por último, aunque usted proviene de otro contexto, llamémosle “cultura popular” (el pop, las batallas de gallos entre raperos,…), ha sido aceptada por la alta cultura que incluso le ha otorgado premios tan prestigiosos como el Ted Hughes. Por eso me gustaría preguntarle qué cree que puede hacer la cultura, y especialmente la alta cultura, por aquellas clases sociales con menos recursos.

No termino de entender la pregunta. No sé a qué te refieres cuando dices “alta cultura”.

¿A la literatura, por ejemplo?

De acuerdo. Yo no hago distinción alguna entre alta y baja cultura. Hay veces que la inspiración surge de sentarme al piano y tocar unas notas, otras de dar un paseo por el parque de mi barrio y escribirles unos versos a los enterradores que trabajan en el cementerio. Es ridículo pretender dividir la manera en que consumimos arte. La expresión creativa es una parte extremadamente importante de la experiencia humana y todo el mundo debería tener acceso a su propia creatividad: es esencial para la salud mental. Uno de los grandes problemas de nuestro tiempo es esa imposibilidad de conectar realmente con nosotros mismos y nuestro yo interior, lo que a la larga nos lleva a no poder hacerlo tampoco con los que nos rodean. Esa incapacidad es fuente de conflicto y dolor.

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