Bayonne
PrimitivesCity Slang / Music As UsualPOST-POPâ Primitives
8/10
Publicado originalmente por Roger Sellers en un pequeño sello norteamericano, City Slang recupera ahora este Primitives para una nueva edición bajo el nombre artístico de Bayonne. En los dos años transcurridos entre ambas ediciones el disco ha sido reivindicado por contemporáneos como Panda Bear o Toro y Moi, lo que en realidad da una idea bastante aproximada del terreno por el que Sellers se maneja con habilidad. Y eso a pesar de la reivindicación que Sellers hace de Phil Collins, señalándole como principal culpable de que un día empezase a aporrear una batería y grabar su propia música.
Puestos a hurgar en el legado de Genesis y sus diferentes satélites, el universo multicultural de Peter Gabriel habría resultado un referente mucho más cercano que el de su antiguo compañero de grupo. Las canciones de Bayonne se construyen a partir de melodías circulares sintéticas, algún que otro ritmo tribal y voces ensoñadoras en falsete, una suerte de dream-pop post-Animal Collective -imposible entender un disco como Primitives sin la ascendencia de Panda Bear y sus compañeros- que efectivamente merecía tener esta segunda oportunidad con la que llegar a más personas.
D∆WN
RedemptionLocal Action / Our DawnR’N’Bâ Redemption
9/10
Como una Beyoncé de lo alternativo, Dawn Richard -rebautizada DâWN para este disco- dio sus primeros pasos en el mundo de la música formado parte de una girl-band, Danity Kane, que para más datos nació al calor de un concurso televisivo de la cadena MTV. En 2011, tras otra aventura conjunta fugaz bautizada Diddy-Dirty Money, esta cantante y actriz nacida en Nueva Orleans comenzó un carrera en solitario que se puede calificar de cualquier cosa menos de vulgar, y que con tres álbumes a sus espaldas ha agotado los elogios de la prensa especializada.
Un detalle tan simple como haber estrenado este Redemption cuando las listas de lo mejor del año ya están siendo publicadas da una pequeña medida del camino de absoluta libertad tomado por DâWN. También decisiones tan a priori anticomerciales como no lanza el disco en formato físico (se hizo una pequeña tirada en vinilo agotada antes de ver la luz) o dar el streaming en una plataforma gratuita como bandcamp.
Redemption se plantea como el último capítulo de una trilogía sobre el fracaso en las relaciones sentimentales y en ese contexto el propio título del álbum refleja a la perfección cuál es el pulso del disco: frente al aguerrido Goldenheart (2013) y el tono sombrío de Blackheart (2015), este punto y final definitivamente despega, llevando todavía unos pasos más allá la colisión de estilos: r’n’b, jazz, electrónica experimental, pop de autor,… Para ello en esta ocasión ha recurrido como coproductores -ella firma todas sus canciones- a Noisecastle III y uno de los grandes nombres del momento en el terreno de la electrónica, Machinedrum.
Juntos completan un álbum de múltiples escuchas e infinitos matices, que no deslumbra tanto por sus concesiones a la radiofórmula -que los hay, y cien por cien radiables- como por exquisiteces de r’n’b futurista como LA (con Trombone Shorty), los bajos gordos de Renegades (bien podría haberlo firmado Hudson Mohawke) o el tremendo cierre con The Louvre. Otro sobresaliente para un año excepcional en lo que a discos de r’n’b y asociados se refiere.
Juan Perro
El viajeLa Huella SonoraAUTORâ El viaje
7/10
Las ilustraciones de Cristina Cortés que sirven de concepto gráfico para El viaje se inspiran en pinturas rupestres de la etnia bosquimana san. Es una bonita metáfora del camino a lo esencial emprendido por Santigo Auserón en su séptimo disco como Juan Perro. Tras dos décadas de investigación musical en la que el ex Radio Futura ha profundizado en las raíces latinas y sus conexiones con la canción popular de nuestro país, Auserón se encuentra en el momento idóneo para plantear una aventura de estas características, sin cortapisas ni autocensuras.
Porque no es precisamente El viaje un disco fácil, ni el trabajo que va a devolver al zaragozano al primer plano de la actualidad musical, un lugar que abandonó hace ya mucho tiempo y que no parece añorar. Desde esa otra posición, la de francotirador y respetado musicólogo con carrera artística paralela, Juan Perro nos propone un paseo por diferentes palos de la música negra, blues, jazz, rock’n’roll, el son cubano. O, lo que es lo mismo, la música a la que ha entregado su alma.
Lo hace con la única ayuda de su guitarra acústica, en un formato esquelético que posiblemente le sitúa más cerca del Libertad 8 que de ese cada vez más improbable regreso a los escenarios del rock. Podría parecer hasta un acto de autosabotaje de no venir de un verso libre como él.
Neil Young
Peace TrailRepriseROCKâ Peace Trail
5/10
Con mucho menos ruido de fondo que otros compañeros de generación –los Rolling Stones, sin ir más lejos- Neil Young publica un nuevo disco, el trigésimo séptimo álbum de estudio en casi cincuenta años de carrera. Ahí es nada. Que un nuevo disco de Neil Young no suponga un terremoto mediático tiene su parte de lógica y, al mismo tiempo, de injusticia.
El de Toronto nos ha acostumbrado a una producción discográfica constante (en 2015 publicó su álbum con coartada ecologista, The Monsanto Years) y hasta nos ha visitado en directo con cierta asiduidad, siempre manteniendo un sobresaliente estado de forma sobre las tablas. Así las cosas, desprovisto del aura que envuelve al típico disco de regreso de una leyenda del rock fuera de foco, nos enfrentamos a Peace Trail sin condicionantes ni paños calientes. Como debe ser.
Y lo cierto es que esta colección de diez canciones para la que Young ha reclutado al batería Jim Keltner (con un currículo inabarcable que incluye a Dylan, Elvis o Lennon, entre otros muchos) y el bajista Paul Bushnell (más joven, que se dio a conocer formando parte de la banda de The Commitments), no pasará a la Historia como uno de sus trabajos más destacados.
Registrado en tan solo cuatro días utilizando mayormente primeras y segundas tomas y apostando por un formato de trío semiacústico, Peace Trail transmite cierta sensación de improvisación y frugalidad, como si el propio Young no tuviera especial confianza en estas canciones y el disco se convirtiera en un mero trámite antes de pasar a empresas mayores.
Tras un inicio con el tema titular y Can’t Stop Workin’ donde más o menos reconocemos los tics que han convertido a Neil Young en uno de los grandes, el disco deriva hacia terrenos anecdóticos, con alguna que otra melodía tontorrona (John Oaks y la irritante Texas Rangers, que podría pasar por un guiño a los momentos más absurdos en la discografía de Syd Barret).
Para afrontar una devastadora recta final con su absolutamente innecesaria aportación a la puñetera moda del vocoder (My Pledge) y poner punto y final con My New Robot, suerte de chiste a propósito del mundo moderno que cuenta la historia de un tipo que muestra orgulloso al mundo el robot que acaba de comprar vía Amazon. No tiene gracia.
Pascal Comelade
Rocanrolama 1974 / 2016. Les InéditsBecauseEXPERIMENTALâ Rocanrolama 1974 / 2016. Les Inédits
8/10
1974-2016. Cuarenta y dos años de producción al margen, construyendo un universo personalísimo que le ha llevado a colaborar con PJ Harvey, Robert Wyatt, Toti Soler o Albert Pla, entre muchísimos otros nombres a los que les une la admiración por este músico de Montpellier íntimamente vinculado a Barcelona. No lo ha puesto fácil en ese tiempo para que sigamos su obra el escurridizo Comelade.
Por eso parece la mejor de las ideas la publicación de esta caja de 6 discos y ¡164! canciones, revisada por el propio autor y que hace un recorrido bastante detallado de los movimientos de Comelade durante este tiempo. Empezando por su etapa como compositor de electrónica avantgarde, profundamente influido por las teorías musicales de John Cage, y que terminaría llevándole a finales de los setenta a Barcelona y a trabajar junto a Víctor Nubla (Macromassa).
Aunque posiblemente el Comelade que más cerca esté de nuestros corazones sea el compositor de miniaturas con instrumentos de juguete, un género que casi empieza y acaba con él y discos tan fascinantes como El primitivismo: si tuviera un poco de decencia Yann Tiersen le cedería la mitad de las ganancias que obtuvo con la banda sonora de Amelie…
También está muy presente aquí el rocker estrafalario que muestra su devoción por Ramones, The Rolling Stones o Dylan reinterpretando su música en clave de fanfarria descacharrada. Y el investigador de la tradición folklórica a ambos lados de los Pirineos. Mil y una caras de un músico fascinante (y, lo que es mucho más importante, emocionante) que todavía está pendiente de una verdadera reivindicación. Veremos si este Rocanrolama ayuda para que esa deuda no se prolongue durante mucho más tiempo.
Véronique Vincent & Aksak Maboul
16 Visions Of Ex-FuturCrammed / KaronteWORLD MUSICâ 7/1016 Visions Of Ex-Futur
Cuando en 1977 Marc Hollander y Vincent Kenis formaron Aksak Maboul junto a Marc Moulin y Chris Joris en Bruselas posiblemente no imaginaban que ese proyecto musical terminaría convirtiéndose en la semilla del sello Crammed Discs y, por extensión, en uno de los capítulos más excitantes y fructíferos del post-punk y la nueva ola. Casi cuarenta años más tarde apenas queda rastro de labels míticos como Factory, y otros como 4AD, Rough Trade o Mute han cambiado de manos y/o se adecúan como pueden a los nuevos tiempos.
Sin embargo Crammed, a quienes debemos el descubrimiento en Occidente de Konono nº1, Chicha Libre, Cibelle o Minimal Compact y el desarrollo artístico de Tuxedomoon y sus múltiples satélites, sigue en plena forma fiel a su labor de relacionar rock de vanguardia con músicas del mundo.
Pero hablábamos de Aksak Maboul, un proyecto musical que en aquellos tempranos ochenta Hollander y Kenis compartieron con un grupo en el que también se integraban componentes de Les Tueurs De La Lune De Miel: The Honeymoon Killers (recién reeditados por Crammed en vinilo precisamente estos días. No confundir con la banda de rock mugriento de Jerry Teel).
En origen su propuesta de pop electrónico con elementos africanos, jazzisticos y balcánicos dio para un par de discos antes de que Hollander y Kenis decidieran pasar página para centrarse en su faceta como capos discográficos. Por el camino se quedó un tercer disco incompleto, una serie de preciosas composiciones de sofisticado pop electrónico de aires afrancesados que Aksak Maboul habían grabado con Véronique Vincent, la vocalista de The Honeymoon Killers.
Tras aportar un tema al recopilatorio Congotronics, la banda volvió a la carga treinta años después de su disolución para terminar aquel disco inédito, que finalmente se publicó en 2014 con el título de Ex-Futur.
Y ahora, dos años más tarde, lo que tenemos es un homenaje en toda regla que les rinden artistas como su ex compañero Marc Collin, Laetititia Sadier (Stereolab), Jaakko Eino Kalevi, Nite Jewel o Burnt Friedman, entre otros, reinterpretando las canciones de Ex-Futur en 16 nuevas versiones que expanden su imaginario sonoro. Como suele ocurrir con este tipo de productos no mejora el original, pero ayuda a engrandecer su leyenda.