Olivia Rodrigo, la 'chica Disney' que supo cómo arrancarse la etiqueta en tiempo récord
20 años, tres premios Grammy y dos discos. Olivia Rodrigo acaba de lanzar Guts, el álbum con el que la cantante busca seguir confirmándose como uno de los nombres más importantes del pop actual. Ahora con un punto más rockero y tintes de country, eso sí. Y lo hace habiendo conseguido que la etiqueta de 'chica Disney' que a antecesoras como Miley Cyrus, Selena Gómez o Demi Lovato les costó mucho quitarse para ser tomadas en serio dentro de la industria no haya sido, ni mucho menos, una traba.
Su fórmula: romper lazos con la 'factoría del ratón' tan pronto como empezó a lanzar canciones. No estuvo dispuesta a convertirse en su nueva estrella/marioneta del pop y no dejó que fuera quien controlara su carrera musical. Siempre compuso sus temas y se defendió como la cantautora que es. Y sí, claro que forma parte de una cantera que también incluye otros populares nombres como Britney Spears y Lindsay Lohan; pero ella no ha tenido que pagar su peaje de frustración, cambios radicales ni riesgo de acabar siendo un juguete roto.
La vida de Rodrigo (2003) estuvo ligada desde muy pronto a la música, ya que desde muy pequeña comenzó a tomar clases de canto y aprendió a tocar el piano. Con seis años, empezó igualmente a formarse en interpretación y con ello llegaron sus primeras incursiones teatrales en las obras de su colegio. A los 12 ya tocaba la guitarra y la música country –en especial la de Taylor Swift– sembró la semilla de su interés por la composición. Su debut en la pequeña pantalla llegó en 2015, en la película An American Girl: Grace Stirs Up Success.
Disney la fichó un año después para la serie Bizaardvark, en la que encarnó durante tres temporadas a Paige Olvera. Una adolescente que tocaba la guitarra y que publicaba con su mejor amiga Frankie (Madison Hu) canciones y vídeos cómicos en Internet. Rodrigo dio el salto definitivo en 2019, con su papel protagonista como Nini Salzar-Roberts en High School Musical: el musical: la serie.
La ficción seguía a un grupo de teatro del mismo centro en el que se había rodado en 2006 la película liderada por Zac Efron y Vanessa Hudgens; y que preparaban su propia versión de ella. Disney invitó a la estadounidense a componer una canción para su personaje. El resultado fue su balada al piano All I Want y se convirtió en su primer gran éxito.
Rodrigo tomó entonces la decisión clave y que le diferenció de Miley Cyrus, Demi Lovato y Selena Gómez. No ligar su música a la compañía, sino firmar por un sello externo. El elegido fue Interscope/Geffen porque sintió que era el único que verdaderamente la valoraba como compositora y no solo como un fenómeno Disney llamado a hacer mucho dinero. Firmó con la discográfica y en enero de 2021 lanzó el sencillo que la catapultó, Drivers license.
El tema pulverizó récords: fue durante dos días seguidos el título no navideño con más escuchas de la historia de Spotify, con más de 15,7 millones de reproducciones en todo el mundo. Fue también la primera en llegar a los 80 millones en siete días y debutó en el número uno de la Billboard Hot 100. “Ha sido la semana más loca de mi vida”, pronunció en una entrevista. Tenía 17 años. En ella vertió su tristeza tras su ruptura con Joshua Basset, el que fuera su compañero de reparto en la serie de High School Musical (el desamor, una vez más, como máquina de generar hits).
En abril del mismo año vio la luz su segundo sencillo, Deja Vu y en mayo el tercero, Good 4 U, por el que posteriormente fue acusada de plagio por el grupo Paramore por su similitud con Misery Business. La polémica se saldó a favor de los demandantes añadiendo los nombres de Hayley Williams y Joshua Farro en sus créditos. Ambos títulos sirvieron de aperitivo de su álbum debut, Sour.
Ya con el disco en el mercado, la joven artista recorrió Estados Unidos, Canadá y Europa en su primera gira mundial y fue nombrada por la revista Time como Artista del año. Ese verano visitó la Casa Blanca para apoyar su campaña de vacunación contra la COVID-19, apelando a la población más joven.
En febrero de 2022 ya tenía su propio documental para Disney+, Olivia Rodrigo: Driving Home 2U. Decidida a apostarlo todo –por el momento– a la música, se apeó de la ficción de High School Musical tras su tercera temporada. Los Premios Grammy respaldaron su trabajo, otorgándole tres gramófonos dorados: Mejor nuevo artista, Mejor actuación pop individual y Mejor álbum pop vocal.
La opinión como arma
Rodrigo tampoco dejó que Disney hiciera de ella una figura 'blanca', correcta y equidistante. Incluso estando aún en el reparto de la serie, no dudó en criticar a través de sus redes sociales a Donald Trump y el asesinato de George Floyd. Otra de sus protestas más sonadas tuvo lugar en el Festival de Glastonbury en el verano de 2022, en el que se pronunció sobre la derogación de la ley del aborto en Estados Unidos.
“Estoy devastada y aterrorizada. Tantas mujeres y tantas niñas van a morir por esto. Quería dedicar la siguiente canción a los cinco miembros de la Corte Suprema que nos han demostrado que al final del día no les importa una mierda la libertad. La canción es para los jueces Samuel Alito, Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Amy Coney Barrett, Brett Kavanaugh. ¡Os odiamos!”, espetó antes de interpretar junto a Lily Allen el tema Fuck You.
Componer desde la entraña
Rodrigo se ha dado más de un año para lanzar su segundo disco, Guts, que conforman 12 nuevas canciones. La cantante había lanzado ya dos temas, Vampire –un alegato contra los chupasangres sentimentales–y bad idea right?, que habían anticipado el carácter que iba a imprimir su nuevo disco cuyo título, ante todo, es toda una declaración de intenciones: lo ha compuesto desde las entrañas.
Así lo demuestra desde la canción que abre el álbum, all-american bitch, una sátira con la que se rebela contra las expectativas y doble raseros contra los que todavía siente que tiene que enfrentarse.
“He experimentado mucha confusión por los sentimientos de rabia e insatisfacción que sentía que no podía expresar, especialmente en mi trabajo. Siempre he sentido que no podía admitirlo, que tenía que sentirme afortunada porque mucha gente querría estar en mi sitio. Y esto solo provoca muchos sentimientos reprimidos. Siempre he luchado contra el deseo de querer ser la chica americana perfecta, y la realidad de no sentirme así todo el tiempo”, reflexionó en una entrevista con The Guardian.
Rodrigo reconoció a la revista Interview que precisamente esta es una de sus canciones favoritas del disco, cuyo título 'debe' a Joan Didion y su libro The White Album. “Tiene tantas citas tan jodidamente geniales. Leí cómo Didion iba a San Francisco para conocer a todos los hippies que llevaban cinco años tomando ácido y asistiendo a conciertos de Grateful Dead. Allí hablaba con un hippie que se había escapado de casa y llamaba a su madre 'zorra americana'. Y yo estaba como ”es la frase más jodidamente guay que he oído nunca', así que tuve que escribir una canción sobre ello“.
El amor, el desamor, la presión, las expectativas y la culpa son otros de los temas que vertebran su recién lanzado trabajo discográfico. No habrá que esperar demasiado para ver a Rodrigo en acción interpretando sus nuevos temas. La cantante actuará la próxima semana en los gala de entrega de los MTV Video Music Awards, en la que opta a cinco galardones: Mejor vídeo del año, Mejor canción del año, Mejor vídeo pop, Mejor fotografía y Mejor edición.
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