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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

La poesía, otra forma de rezar para el ganador del premio Fernández Labrador

EFE

Tegucigalpa —

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La poesía, al menos para el hondureño Dennis Ávila, quien acaba de ganar el premio internacional “Pilar Fernández Labrador”, en Salamanca (España), es “otra forma de rezar” y la considera una herramienta para “ser testigo de nuestros días”.

“Escribir poesía es otra forma de rezar. La considero una herramienta fundamental para ser testigo de nuestros días, para dar voz a quienes se les priva de sus derechos fundamentales y un sentido de claridad a la cortina de humo que distorsiona nuestro entendimiento”, ha dicho Ávila en entrevista con Efe desde Costa Rica, donde reside.

Ávila, quien nació en 1981 en Tegucigalpa, ha ganado el premio de poesía “Pilar Fernández Labrador” en su séptima edición con su obra “Los excesos milenarios”.

Y, en medio de la crisis por pandemia del coronavirus, el anuncio de este galardón ha sido recibida como “una buena noticia” en su país.

CONVICCIÓN PARA MANTENER VIVO EL CONCURSO

Ávila ha subrayado que la organización del premio “tuvo mucho coraje en mantener vivo este proyecto de difusión poética, aún en medio de la crisis que agobia al planeta y, en particular, a España, país al que le ha tocado vivir unas semanas de infarto”.

“De hecho, la fecha del cierre del premio fue el 1 de marzo, cuando nadie podía imaginar que la pandemia podía ocasionar semejante angustia”, lamenta el poeta hondureño.

La única explicación que Dennis Ávila encuentra para mantener vivo el concurso, es “la profunda convicción que ha demostrado esta familia de intelectuales y apóstoles de la poesía que, a lo largo de seis años, ha logrado que este reconocimiento crezca de manera notable, siendo uno de los que reúne más participaciones en el mundo, considerando que no tiene dotación económica”.

En “Los excesos milenarios” Ávila expone su preocupación sobre el curso que está tomando la humanidad.

“Para ello, recurrí a distintas enseñanzas de los pueblos ancestrales americanos, para establecer un diálogo con los 'elementos cardinales' que rigen nuestra naturaleza”, relata el autor.

Explica que se planteó la “búsqueda de una visión” que le ha permitido redactar un “informe medular”. Son “poemas en los que, sorpresivamente, dibujé muchas situaciones que nos ha tocado vivir en este presente impensable”, añade.

REFERENCIA DEL PREMIO

Las votaciones para el premio de este año se hicieron a través de medios tecnológicos, y el jurado ha estado integrado por Pilar Fernández Labrador, António Salvado, Carmen Ruiz Barrionuevo, Jesús Fonseca, Alfredo Pérez Alencart, Carlos Aganzo, José María Muñoz Quirós, Inmaculada Guadalupe Salas y David Mingo.

El premio fue instituido por la Asociación Mujeres en Igualdad de Salamanca, con la colaboración de la Diputación Provincial y la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca, en reconocimiento a Pilar Fernández Labrador, reconocida referente cultural de una región “siempre abierta al mundo de las artes y las letras”.

Pilar Fernández Labrador también ha sido la creadora de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos, cuya XXIII edición está prevista para este año, con el patrocinio de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.

Ella es, además, la creadora de los Premios “Ciudad de Salamanca” de Poesía y Novela, con una historia de 21 y 23 años, respectivamente.

Ávila ha destacado que el incentivo de participar no es económico. Es otro: “la invitación al evento de premiación en Salamanca, durante el Encuentro de Poetas Iberoamericanos”, previsto para octubre.

En ese evento “se recibe una placa de reconocimiento, una obra plástica (homenaje a El Quijote) del artista Miguel Elías, el libro en una edición debidamente cuidada (con un poema traducido a 15 idiomas), más una edición del mismo traducido al portugués, logrando con ello que la obra del poeta premiado coja mucha fuerza en distintos lugares del mundo”.

En el concurso de este año, con 1017 trabajos presentados de 26 países, el chileno Marcelo Gatica, obtuvo el Accésit con su libro “El mar ya no es”.

Ávila es el primer hondureño merecedor de este reconocimiento literario, que antes ganaron poetas de Argentina, Costa Rica, Cuba, Chile, España, El Salvador y México.

SU TRAYECTORIA

El poeta hondureño ha publicado obras como “La calada” (2000), “Algunos conceptos para entender la ternura” (2005), “Geometría elemental” (2014) y “La infancia es una película de culto (2016)” y ha participado en eventos literarios en Centroamérica, Bolivia, Cuba, España, Estados Unidos, México y Puerto Rico.

Su poesía está seleccionada en diversas antologías y ha sido traducida al portugués, inglés, rumano, árabe e italiano.

Su libro más reciente es “Historia de la sed” (2019).