El Consejo de Ministros ha acordado finalmente comprar al empresario lácteo José María Lafuente su archivo por 27.795.045 euros, que se abonará en once anualidades (hasta 2032). Además se creará en Santander un centro asociado al Museo Reina Sofía para albergar las piezas del conjunto, en la antigua sede del Banco de España. La rehabilitación correrá a cargo del Ayuntamiento de Santander, que ha anunciado una inversión de 11 millones de euros para la conversión del edificio en museo, donde se expondrán parte de los 133.000 documentos, fotografías, manuscritos, revistas, cartas, libros, carteles, catálogos y panfletos del archivo del cántabro. Es la compra de archivo más cara jamás firmada por el Ministerio de Cultura, según informan a este periódico desde el área de Archivos de la cartera que dirige Miquel Iceta, donde suele ser habitual que el fondo se nutra de legados, donaciones o compras de menor cuantía.
“Es una colección de documentos, no un conjunto orgánico de documentos”, puntualizan desde el área de Archivos, aunque reconocen que se le puede llamar archivo. Desde este área reconocen a elDiario.es que pagar una cantidad tan elevada por un archivo puede generar un problema de inflación del precio de los que puedan ofrecerse a partir de ahora para formar parte de las colecciones públicas. De hecho, el total del presupuesto destinado a Archivos en 2022 es de 32 millones de euros.
La compra más aproximada a esta sucedió en 2010, cuando la entonces ministra Ángeles González-Sinde, hoy presidenta del patronato del Museo Reina Sofía, adquirió por 3,5 millones de euros el archivo de Carmen Balcells (1930-2015). La memoria en papel de la agente literaria más importante de la literatura en castellano, estaba compuesta por obras originales o manuscritos de premios Nobel de Literatura como Mario Vargas Llosa o Gabriel García Mázquez y otros de autoras como Ana María Matute. Los documentos descansan en el Archivo General de la Administración (AGA), en Alcalá de Henares, y suponen más de 2.500 metros lineales de documentos.
Único en el cómic contracultural
“Por lo que me cuenta el director del Museo Reina Sofía, este archivo es importantísimo. Sin él no entenderíamos lo que pasó desde los años cincuenta en adelante, en la cultura española. Y esto se lo debemos al interés de un coleccionista que se obsesionó con que no se perdiera ese material”, explicó el pasado mes de marzo Miquel Iceta, en la azotea del Museo Reina Sofía, antes de la reunión mensual de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio. Ese día se informó que en 2021 la inversión del Ministerio de Cultura en compra de arte para las colecciones públicas del Estado alcanzó los 5,9 millones de euros, una cifra que “casi duplica a la del año anterior”. Pero que queda muy lejos de los casi 30 millones de euros que se abonarán a Lafuente.
La decisión del Consejo de Ministros pone punto final a una operación que arrancó en 2014, cuando José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura con el PP y también cántabro (Lafuente nació en Lugo pero al año de vida ya residía en Cantabria), propuso una opción de compra similar a la operación Carmen Cervera: entrega inmediata y pago a los diez años. La dirección del Museo Reina Sofía dijo entonces que era “el archivo particular más importante de Europa” y que con él el museo se convertiría en “un referente documental de la museografía de Latinoamérica”. Sin embargo, la firma no encontró solución debido a las aspiraciones económicas del coleccionista y a las crisis sucesivas por las que atraviesa el país desde entonces.
Entre los documentos del archivo de José María Lafuente figuran libros de artista, fotolibros, documentación de performances, acciones, revistas, fanzines, obras de poesía experimental y originales de cómic. Desde Cultura señalan que el archivo está especializado en historia del arte del siglo XX en América Latina, Estados Unidos y Europa, “con un énfasis particular en España”. Aclara el Ministerio que los fondos adquiridos son “exhaustivos y únicos” en áreas como el futurismo, dadaísmo y surrealismo, vanguardias rusas y producción artística soviética, revolución tipográfica de principios del siglo XX y en las redes de producción artística de la segunda mitad del siglo XX.
En el conjunto, informan desde Cultura, se distinguen dos grandes periodos: el primero, de 1900 a 1945, y un segundo período que abarca del año 1945 a 1989. Destacan fondos de artistas como Sol LeWitt, Ulises Carrión, Ray Johnson, Gianni Bertini, José Luis Castillejo, Henri Chopin, Edgardo Antonio Vigo, George Maciunas o Marcel Broodthaers. El Ministerio de Cultura considera que el archivo de José María Lafuente “es tan solo comparable con dos de las colecciones privadas más importantes de Estados Unidos y Europa: la Merrill C. Berman Collection y la colección de Edigio Marzona”. Además aseguran que resulta único “por la representación de la contracultura y el cómic español de las décadas de 1970 y 1980, con fondos únicos de publicaciones y autores: revista Ajoblanco, revista Star, Nazario, El Cubri, Ceesepe, etc”.