La partida de los Presupuestos Generales del Estado para Cultura sube un 4,4% tras la bajada del 0,7% del año pasado, y recoge la esperada reducción del IVA del cine -del 21% al 10%- que Cristobal Montoro anunció en el último Consejo de Ministros. Si en 2017 se destinaron un total de 801,1 millones a la Cultura, este año serán 837,6, lo que supone un incremento de 35 millones respecto al año pasado.
Aunque esta cifra es la más alta que el Ejecutivo ha destinado en los últimos seis años, desde que en 2013 se recortara en más de 220 millones de euros, queda muy lejos de los 1.284 millones invertidos en 2009 (la mayor cantidad de las últimas dos décadas).
Regresando a las partidas, mientras que el cine fue el gran beneficiado de los anteriores presupuestos -con una subida del 13,8% para compensar el varapalo de la congelación del IVA-, este año su partida apenas crece un 1%. En cambio, las más beneficiadas son las que se encargan del patrimonio histórico, un sector que se encontraba en números rojos. De forma que Administración, Conservación y Restauración, y Promoción salen ganando con la comparativa, pero tampoco reciben grandes cifras.
Esta última, en concreto, representa la mayor subida de toda la tabla de Cultura con un 75%, que se traducen en 8,34 millones. Le sigue Administración, con un aumento del 7,79% y 117,3 millones, y Conservación y restauración, con el 4,2% y 29 millones.
En el otro extremo de la balanza se encuentra la literatura: la partida más castigada de estos presupuestos. La promoción del libro y publicaciones culturales cae un 3%, pasando de 8,42 millones en 2017 a 8,2. Recordemos que el año pasado, de la mano de los presupuestos, se presentó el Plan de Fomento a la lectura 2017-2020, que busca captar un 40% más de lectores con un presupuesto diez veces menor que el de cine.
Mientras que la promoción de los libros cae, las bibliotecas disfrutan de una notable subida de 43,6 millones a 47. El año pasado hicieron lo propio, pero con apenas un 0,3%.
Desgranando un poco más el sector cinematográfico, que recibe 85,7 millones, las ayudas a los festivales no presentan grandes cambios. Los que cayeron el anterior año, como San Sebastián, siguen caídos, y las aportaciones a instituciones sin ánimo de lucro se congelan, como la de 20.000 euros a CIMA. También, la gran subida del año pasado al Fondo de protección a la Cinematografía se mantiene en 70 millones. Una partida destinada a la subvención de nuevos proyectos (y al pago atrasado de los realizados estos años).
Tanto teatro, como música y danza, suben un 1% en sus respectivas partidas. No obstante el primero, como gran vapuleado histórico en los presupuestos, sufrió una bajada del 5,4% el año pasado, por lo que la subida de este año no estabiliza su situación. Mirando un poco más de cerca su partida, destacan los 125.000 euros destinados a la rehabilitación de los teatros privados madrileños. Mientras tanto, los festivales de Mérida y Almagro se mantienen.
En cuanto a música y danza, que reciben 100 millones, llama la atención la dotación a la fundación del Teatro Real (de rabiosa actualidad con el caso de la Zarzuela). Este centro vuelve a recibir una partida de 500.000 euros para la programación de su 200 aniversario (que arrancó en enero de 2016 y se extiende hasta finales de 2018) y los 9,4 millones que recibe de nuevo como ayuda anual.
Por último, museos y exposiciones son otros de los “agraciados” de este año, protagonizando un 4% y un 9% de subida respectivamente. No solo han escuchado las protestas del sector de las galerías en general, sino las de los directores de los grandes centros. El Museo del Prado (recibe 49,7 millones) y el Reina Sofía (39,5 millones) vuelven a subir. El año pasado, el Thyssen perdió casi un millón respecto al ejercicio anterior (quedándose aún así con unos generosos 5,2 millones, que este año suben a un 5,6). A nivel autonómico, Valencia es la que más sube y el Museo Nacional de Arte de Cataluña se queda en segundo puesto.