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Regreso al pasado-presente de 'Outlander'

Los fans de Juego de Tronos están empezando a experimentar un síndrome que los seguidores de Outlander llevan sufriendo más de un año. Ellos lo llaman el #droughtlander, un hashtag que se ha convertido en las redes sociales en punto de encuentro y que, traducido al castellano, vendría a ser esa época de sequía e impaciencia creciente, e inevitable, entre temporadas.

La complejidad de la producción y los viajes temporales que marcan a Outlander han hecho que entre la segunda y tercera temporada haya pasado más de un año. Pero la espera se acabó este lunes 11 de septiembre (Movistar+) con el estreno de la tercera temporada.

Una tanda de 13 capítulos que en tono recuperan la esencia de la primera temporada, el espíritu aventurero frente a las conspiraciones palaciegas del París de la segunda temporada y añade más humor para compensar el drama romántico que pasan sus dos protagonistas mientras están separados en dos épocas históricas y 200 años de por medio.

Claire ha vuelto al siglo XX, punto de partida desde que hizo su viaje al pasado a la Escocia del siglo XVII, donde Jamie sigue sufriendo las consecuencias de la derrota de los clanes escoceses frente a las tropas británicas en la histórica (y real) Batalla de Culloden.

Tanta ida y venida no es ninguna novedad para los fans de la saga de novelas en los que se basa la serie. El aliciente para ellos es ver transformados en pantalla las escenas literarias creadas por Diana Gabaldon y trasladadas por Ron D. Moore (Battlestar Galactica) a la ficción televisiva. Y como les pasaba a los fans literarios de Juego de Tronos en la época en la que los libros de George R.R. Martin servían de guía a la serie, esperar a ver las caras de sorpresa de los otros fans (los seriéfilos) cuando descubran todo lo que tienen Claire y Jamie por delante.

La tercera temporada, como el tercer libro de la saga, arranca con una separación que por supuesto acabará en reencuentro. También tendrá un gran salto de escenario que es mejor todavía no adelantar aunque la campaña de promoción, para quien lo quiera buscar, no ha escatimado en pistas sobre lo que está por venir. Cada uno vive los spoilers a su manera.

La saga literaria tiene ocho novelas publicadas y unas cuantas derivadas, así que seguro que los fans de la serie estarán esperando que el #droughtlander, aunque cueste, se siga repitiendo unas cuantos años más.

Los fans de Juego de Tronos están empezando a experimentar un síndrome que los seguidores de Outlander llevan sufriendo más de un año. Ellos lo llaman el #droughtlander, un hashtag que se ha convertido en las redes sociales en punto de encuentro y que, traducido al castellano, vendría a ser esa época de sequía e impaciencia creciente, e inevitable, entre temporadas.

La complejidad de la producción y los viajes temporales que marcan a Outlander han hecho que entre la segunda y tercera temporada haya pasado más de un año. Pero la espera se acabó este lunes 11 de septiembre (Movistar+) con el estreno de la tercera temporada.