La Sgae verá mañana si a la tercera va la vencida y salen sus estatutos

La Sgae se enfrenta mañana a una jornada decisiva para su futuro ya que sus socios deberán decidir, por tercera vez, si sacan adelante los nuevos estatutos propuestos por su presidenta Pilar Jurado, una reforma de la que depende también su readmisión en la confederación internacional CISAC.

Este nuevo documento, que necesita dos tercios de los votos para salir adelante, tiene como objetivo, según ha informado la Sociedad General de Autores y Editores, adecuar a la entidad al nuevo marco legal tanto español como europeo en materia de propiedad intelectual, así como “modernizar la entidad, simplificando su estructura siguiendo el ejemplo de otras entidades europea”.

Y todo ello, matizan, para lograr “una mayor eficiencia, flexibilidad y transparencia en la gestión de los derechos de autor”. Según han informado a Efe fuentes de Sgae este nuevo documento es “prácticamente igual” al anterior ya que sólo se ha reformado el artículo 50 de la propuesta que hace referencia a las “causas de inelegibilidad”.

Mañana será la tercera ocasión -desde que entró en vigor la Ley de Propiedad Intelectual- en que la Sgae intente sacar adelante esta reforma que viene motivada por los cambios introducidos en la Ley de Propiedad Intelectual, derivados del Real Decreto-ley 2/2018, por el que se incorpora al ordenamiento jurídico español la Directiva 2014/26/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, y la Directiva (UE) 2017/1564 del Parlamento Europeo y del Consejo.

En total tienen derecho a voto 18.400 socios de los 120.000 que tiene la Sgae, ya que existe -así lo dictamina la LPI- el voto ponderado. Pero quienes deciden el resultado suelen ser 1.500 socios, es decir, los que más recaudan o han recaudado a lo largo de su vida artística para la Sgae.

Y pendientes de la aprobación de los nuevos estatutos está la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), que el 30 de mayo del pasado año decidió excluir como miembro durante un año a la Sgae de España, a raíz de denuncias “que son motivo de gran preocupación en relación con las actividades de la entidad”.

Además exigía, y sigue vigente, la realización adicional de “importantes desarrollos técnicos y cambios reglamentarios necesarios para garantizar el cumplimiento de la Sgae de las reglas profesionales” para las sociedades que integran la organización.

De salir adelante estos nuevos estatutos la CISAC podría iniciar el proceso de readmitirla.

También está con signo de interrogación una posible intervención del Ministerio de Cultura, que está pendiente de que el Tribunal Supremo aclare qué órgano es competente para autorizar esta medida después de que la Audiencia Nacional denegara la intervención.

Pero en el orden del día, en concreto el punto 5, el que se refiere a la aprobación, en su caso, de la incorporación en los ingresos de la entidad de la diferencia existente en los derechos pendientes de reparto.

Un punto en el que, según fuentes de la Sgae críticas con la gestión de Jurado, dicen que la presidenta quiere “convertir un pasivo de 10 millones en un activo” para que “le cuadren las cuentas”.

La reforma estatutaria llega mañana a la asamblea general extraordinaria tras recibir el sí por los socios de los diferentes territorios después de que fuera aprobada para llevarla a esta cita con las urnas por la Junta Directiva de la entidad por 33 votos a favor, uno en blanco, una abstención y ninguno en su reunión del pasado 19 de diciembre.

Así, según la presidenta de la entidad, Pilar Jurado, los estatutos “vienen avalados por un proceso de diálogo y escucha activa de todas las sensibilidades dentro de la SGAE”.

Jurado subraya en un comunicado que los nuevos estatutos han sido aprobados por más del 80% de los socios en las pre-asambleas celebradas la pasada semana en los distintos territorios.

Para la presidenta, los nuevos estatutos “aspiran a ser integradores y representativos de todos los socios de la Sgae”.

Y recalca que estos estatutos “atienden a sectores hasta ahora poco escuchados, como el de coreografía, aportando una nueva definición de obra coreográfica y un nuevo sistema de reparto; y también regulan la participación de los Consejos Territoriales, que entran a formar parte de la estructura organizativa dependiendo directamente de la Junta Directiva”.