Soon Yi rompe su silencio: “No habría estado 20 años con Woody Allen solo para vengarme de Mia”
Soon Yi, la esposa de Woody Allen, ha roto un silencio de décadas para defender la inocencia del cineasta ante las acusaciones de abuso sexual de Dylan Farrow. Lo ha hecho en una larga entrevista para Vulture, en la que también se ha abierto sobre su infancia en el seno familiar de Mia Farrow y la fría relación que, según ella, siempre mantuvo con su madre adoptiva.
“Lo que ha ocurrido con Woody es muy triste, muy injusto. [Mia] se ha aprovechado del movimiento #MeToo y ha paseado a Dylan como a una víctima. Y toda una nueva generación está escuchando hablar sobre esto cuando no deberían”, ha declarado. A sus 47 años, la estadounidense de origen surcoreano ha ofrecido una versión de los hechos que sitúa a Mia Farrow como una mujer cruel, volátil y manipuladora, cuyo cariño y atenciones distaban mucho de las que ofrecía a sus hijos biológicos.
Descrita por su madre adoptiva como una persona lenta y oscura, Soon Yi refutó en 1992 que “no soy una pequeña flor retrasada y menor de edad que haya sido violada, molestada y mimada por un padrastro malvado”. Mia Farrow denunció en 1992 a su exmarido Woody Allen por haber abusado de su hija Dylan. Unos meses antes, Mia había descubierto en el apartamento del director unas fotos de Soon Yi desnuda.
En ese mismo instante, el núcleo familiar Farrow-Allen se partió en dos, quedando por un lado los hijos que apoyaban la versión de la madre, como Dylan y Ronan, y por el otro los que defendían que Mia era una persona dañada y manipuladora. “Mia era muy volátil. Entiendo que estuviese enojada, no me malinterpretes, tenía todo el derecho a estarlo. Pero era como un sumidero que arrastraba todo con ella”, explica Soon Yi en la entrevista.
Tras el incidente con Soon Yi, Mia Farrow grabó un vídeo en el que Dylan, de seis años, respondía a las preguntas de su madre y terminaba admitiendo que Allen abusó de ella. Después de una investigación de siete meses realizada por un equipo de tres investigadores de abuso infantil en el Hospital Yale-New Haven, los abogados de Allen alegaron que no había evidencias de que su cliente hubiera abusado de Dylan Farrow. Por su parte, los abogados de Mia tildaron el informe de “incompleto e inexacto”.
Soon Yi solo hace referencia a un momento de su vida durante ese proceso, cuando el director demandó a Mia Farrow exigiendo la custodia de sus hijos Dylan, Ronan y Moses, y aprovechó para hacer pública la relación amorosa con la hija adoptiva de su exmujer. “Solo supe que él me amaba cuando dio la conferencia de prensa y lo dijo públicamente. Incluso entonces, no estaba segura de si lo decía en serio. Nunca nos habíamos dicho esas palabras el uno al otro”, recuerda.
Sin embargo, Soon Yi rechaza de pleno los comentarios que le acusan de casarse con el novio de su madre para hacerle pagar por sus desprecios. “¿Habría estado con él durante 20 años solo para vengarme de Mia? Es ridículo”, defiende.
“Mia nunca fue amable conmigo, ni siquiera educada. Y esto fue una oportunidad de estar con alguien que me mostraba afecto y era bueno conmigo. Hubiera sido idiota, retrasada, si me hubiera quedado con Mia en vez de irme”, declara. Durante el resto de la entrevista, Soon Yi, que tiene dos hijos adoptivos con Woody Allen, asegura que solo toma como referencia a Mia Farrow para saber qué tipo de madre no ha querido ser.
Entre el suplicio que relata se incluyen insultos como “retrasada” o “idiota”, amenazas de “te voy a mandar a un manicomio”, y humillaciones como apuntarle las palabras que no sabía deletrear en los brazos o colgarla boca abajo porque “había leído que eso me haría más lista”.
Ante las acusaciones de Soon Yi, su hermano Ronan Farrow no ha tardado en salir en defensa de su madre y su hermana. “Como periodista, estoy sorprendido por la falta de atención a los hechos, la negativa a incluir testimonios de testigos que contradigan las falsedades de esta pieza, y la falta de credibilidad a las respuestas de mi hermana”, ha escrito en Twitter.
Por su parte, Dylan también ha arremetido contra la publicación porque “la idea de permitir que un amigo de un presunto violador escriba un artículo unilateral que ataca la credibilidad de su víctima es repugnante”.