El director, actor y legendario miembro de los Monty Phyton ha despertado duras reacciones a sus comentarios sobre el movimiento me too. Terry Gilliam declaró el pasado viernes en una entrevista con AFP que la iniciativa contra el abuso sexual en Hollywood se ha convertido en una “turba”.
“Es como cuando la mafia toma el control, llevan sus antorchas y van a incendiar el castillo de Frankenstein. Es una locura cómo se están simplificando las cosas”, dijo el cineasta. Además, Gilliam se lanzó a opinar sobre las mujeres que, según él, usaron a Harvey Weinstein para impulsar sus carreras.
“La gente tiene miedo de decir cosas, incluso de pensarlas. Es un mundo de víctimas. Creo que algunas personas sacaron mucho beneficio de su encuentro con Harvey y otras no. Esas sabían lo que hacían. Estamos hablando de gente adulta, con mucha ambición”, añadió.
El ex-Monty Phyton también describió a Weinstein como un “monstruo” y aseguró que aún quedan muchos hombres en la industria como él. Sin embargo, dijo también que si el productor se encontraba en medio de esta campaña de desprestigio era por “gilipollas”. “Harvey abrió la puerta a algunas personas para tener una noche con él, ese es el precio y tú pagas”.
Sus palabras fueron condenadas rápidamente por diversas personalidades del cine norteamericano. La más dura con el director fue la actriz Ellen Barkin, secundaria del filme Miedo y asco en Las Vegas. “Mi consejo es que no te quedes nunca a solas con Terry Gilliam en un ascensor”, escribió en su cuenta de Twitter.
Cuando un usuario de la red social le requirió más precisión sobre sus acusaciones, la actriz se limitó a contestar que “cuando vas conduciendo y ves una señal de stop, ¿necesitas más información para pisar el freno?”.
Tan pronto como Variety se hizo eco de la entrevista, ella les respondió diciendo que le “había dado la vuelta el estómago”. “Es el último hombre que debería reprender a un movimiento que quiere proteger a las mujeres de los abusadores”, lanzó velada.
Por su parte, Judd Apatow, director de comedias como Trainwreck y Virgen a los 40, tildó los comentarios de Gilliam de “idiotas y peligrosos”.
“No estuvo en esas habitaciones. No puede saber lo agresivo, violento y aterrador que fue [Weinstein]. ¿Quién es él para decir que se trataba de algún tipo de acuerdo? Debería estar avergonzado de sí mismo”, escribió Apatow.
Mientras la industria se revuelve por sus declaraciones, Terry Gilliam se prepara para estrenar su proyecto maldito, El hombre que mató a Don Quijote. Una película malograda ocho veces y que ha tardado 18 años en ver la luz. Protagonizada ahora por Adam Driver, Jonathan Pryce, Oscar Jaenada y Olga Kurylenko, su llegada a las salas está prevista para este año.