Barcelona, 11 may (EFE).- Los tres miembros del Tricicle han defendido este martes el poder de la risa, en el diálogo que han mantenido con el escritor Eduardo Mendoza, la actriz Laura Aubert y el 'clown' Guillem Albà en las cocheras del Palau Robert, edificio que acoge en Barcelona una exposición que repasa sus cuarenta años de trayectoria.
“La risa es como la salud, la echas de menos cuando no la tienes”, ha dicho Paco Mir, en referencia tanto a la importancia del humor para “olvidar los malos tragos de la vida” como a la necesidad que tienen los actores cómicos de las carcajadas del público para asegurarse de que están haciendo bien su trabajo.
El Tricicle, cuyo espectáculo de despedida fue interrumpido por la pandemia de coronavirus, puede vanagloriarse de haber regalado muchas risas a lo largo de cuatro décadas.
Paco Mir lo tiene cuantificado: “360 risas por función, es decir una risa cada ocho segundos”; o lo que es lo mismo “una intensa catarsis de risas en cada función”, añade Carles Sans.
Unas risas que se pueden recuperar ahora en la exposición “Tricicle Clic, gesto, humor, lenguaje”, que el Palau Robert ha organizado con motivo de su despedida de los escenarios.
Una larga despedida que empezó en 2016 y tenía que haber finalizado el 30 de marzo de 2020, con la última función de “Hits. Lo mejor de lo mejor de lo mejor”.
La pandemia impidió la traca final que tenían prevista, por lo que hoy han anunciado que volverán al escenario cuando la vida teatral esté normalizada para decir adiós por todo lo alto, aunque todavía no saben exactamente cómo.
Mientras, se les puede ver en las pantallas distribuidas por la exposición del Palau Robert, junto a material de atrezo de sus espectáculos.
“Viendo la exposición me doy cuenta de que hemos hecho muchísimas cosas -ha reconocido Joan Gràcia- y es que, realmente, siempre hemos intentado que cada espectáculo fuera diferente al anterior”.
“Nosotros no somos humoristas, somos actores cómicos que hacemos muchos papeles. Los humoristas tienen un personaje al que se ciñen, como el tonto, el listo..., lo nuestro es diferente”, ha agregado.
En la misma línea, Paco Mir ha revelado que sus referentes son el grupo británico Monty Python y el grupo de humoristas con el que trabajó Rowan Atkinson antes de hacerlo en solitario como Mr. Bean.
“Todos son referentes de actores cómicos que utilizan la palabra”, ha aclarado Mir, quien considera que el uso del gesto como único medio de expresión es una de las singularidades del Tricicle.
“Ceñirnos al gesto supone más trabajo porque tiene limitaciones”, ha añadido Sans, lo que, no obstante, “ha sido una de las claves de vuestro éxito porque la propuesta era inédita”, en palabras de Eduardo Mendoza.
Joan Gràcia ha recordado los orígenes de la compañía en la escuela El Timbal de los años setenta, donde estudiaban expresión corporal con Joan Font, y en el Institut del Teatre, donde aprendieron mimo.
El éxito les llegó con la interpretación de “Soy un truhán, soy un señor” en el programa “Un, dos, tres...responda otra vez”, de TVE.
“Creo que somos el grupo más imitado del mundo -ha bromeado Sans- porque no hay fiesta de final de curso en el que no salga el truhán”.
“Os imitan mucho porque lo vuestro parece sencillo, pero llegar a esta sencillez es tremendamente complicado”, ha destacado Mendoza.
Una complejidad que “ha costado mucho que sea valorada por las instituciones” porque “parece que los premios solo los pueden recibir los dramas y las tragedias”, ha apuntado Aubert.
No obstante, todos los presentes han estado de acuerdo en que lo importante es el reconocimiento del público y el Tricicle se despide tras cuarenta años de éxitos con cifrás récord: más de 6.000 representaciones en 450 teatros de veinte países que han hecho reír a 4.231.656 espectadores.