Javier G. Paradelo
Altamira, 6 oct (EFE).- El Museo de Altamira ha estrenado un recorrido guiado por la exposición permanente para ver la Prehistoria 'con ojos de mujer', y que el público reflexione sobre estereotipos de género que, inconscientemente, se arrastran sobre este periodo de la humanidad.
Lo que se busca es que este enfoque de género sirva para que los visitantes conozcan desde otra perspectiva el registro arqueológico y la cultura prehistórica, y para visibilizar procesos, prácticas, relaciones o tecnologías que han sido obviados por el discurso histórico 'androcentrista'.
La visita permite ver con otros ojos la colección permanente del museo, donde se muestran los resultados de diferentes estudios científicos sobre las sociedades paleolíticas, para que el público reflexione y rompa de esta forma con los estereotipos que se arrastran desde hace décadas.
En esta visita se ponen en valor figuras como la de María Justina Sanz de Sautuola -hija de Marcelino Sanz de Sautuola y la primera persona que vio las pinturas de Altamira en 13.000 años- o la de Matilde Múzquiz -pintora y responsable de las reproducciones de la sala de los polícromos-.
En una entrevista con EFE, la responsable de estas visitas guiadas, la conservadora del Departamento de Investigación de Altamira, Elena Sánchez Moral, asegura que ambas mujeres han sido “figuras imprescindibles” en la historia del museo.
Este recorrido 'con ojos de mujer' tiene una duración cercana a una hora y se repetirá todos los martes de principios de mes al estar incluido en la programación cultural del museo para la temporada de otoño.
Para Sánchez, en las últimas décadas diferentes investigadoras han puesto de manifiesto cómo muchos discursos museográficos siguen respaldando una construcción del pasado que “invisibiliza” el aporte de las mujeres omitiendo parte de las actividades realizadas por estas.
En especial, se ha dado menor valor en las exposiciones al papel de las mujeres en la Prehistoria o, incluso, invisibilizándolas de las salas expositivas, generando así una comprensión desequilibrada del discurso histórico en las personas visitantes.
Igualmente resalta que el compromiso de Altamira con la igualdad se pone de manifiesto también en la creación, a inicios de 2022, de un grupo específico de trabajo de género en el que participa personal técnico de todos los departamentos del museo de manera voluntaria.
Recuerda que la perspectiva de género es una categoría de análisis que busca comprender las relaciones de poder y las diferencias sociales y culturales basadas en los roles masculino y femenino desde las etapas más prehistóricas de la humanidad.
A su juicio, la importancia de 'sexuar' el pasado reside en interpretarlo junto con otros datos, como son la edad al fallecer, indicadores de la dieta, marcadores de estrés, rasgos patológicos y su contexto arqueológico, que permiten desvelar pautas relacionadas con la estructura social.
Diversidad sexual y familiar
La actividad promovida por Elena Sánchez se complementa con una visita a la misma exposición permanente el próximo 9 de noviembre, guiada por la historiadora del Arte Eugenia Tenenbaum, que mostrará al público los tiempos de Altamira con una perspectiva de género y LGTBIQ+.
Tenenbaum presentará una particular evocación de las relaciones humanas en la Prehistoria, poniendo en valor la diversidad sexual, de género y familiar, desde el convencimiento de que las sociedades inclusivas, solidarias, igualitarias y tolerantes son también más resilientes.
Esta actividad forma parte del programa “Cultura orgullosa” que promueve el Ministerio de Igualdad en diferentes museos estatales.
Visión de la Historia libre de sesgos
Según Sánchez, desde Altamira se defiende que los museos arqueológicos juegan un papel esencial, tanto en la revisión de los contextos históricos a través del estudio de sus colecciones con nuevas aproximaciones teóricas y metodológicas como en la difusión de los resultados.
Ello permite ofrecer al público nuevas actividades y exposiciones con una visión libre de sesgos, ya que, ha señalado, el objetivo final es hacer de los museos espacios abiertos e inclusivos de reflexión e intercambio científico en el que todas las personas puedan verse representadas.