Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
España tiene más de un millón de viviendas en manos de grandes propietarios
La Confederación lanzó un ultimátum para aprobar parte del proyecto del Poyo
OPINIÓN | Aldama, bomba de racimo, por Antón Losada

El problema de actores y actrices...

Esta semana han llegado al buzón de la Defensora quejas relacionadas con el texto “Maribel Verdú y las hipotecas”, publicado en eldiario.es dentro del blog “El Rastreador”.

En él se muestra en vídeo las palabras pronunciadas por la actriz al recoger el premio Goya de este año, con las que recuerda “a todas esas personas que han perdido sus casas, ilusiones, futuro, hasta sus vidas por culpa de un sistema quebrado, injusto y obsoleto”, y tras ello se incluye otro vídeo de una campaña publicitaria protagonizada por Verdú en el año 2010 para promocionar la Unión de Créditos Inmobiliarios, formada por Santander y BNP Paribas.

La noticia ha generado multitud de reacciones tanto en los comentarios de la página web como en el buzón de la Defensora y en las redes sociales.

Soy actriz y como tantos colegas, estoy sin trabajo la mayor parte del tiempo. Soy lectora habitual de eldiario.es y me ha sorprendido el enfoque de esta noticia, en la que no se explica el momento en el que se celebraba la gala, con recomendaciones para que los compañeros no protestaran ni reivindicaran en sus discursos. Me sorprende sobre todo que se diga que ”el problema de los actores y actrices es que a veces prestan su voz y su imagen a campañas publicitarias“. Yo no tengo ningún problema, mi único problema es que estoy en paro y que cuando tengo trabajo, me pagan poco y mal. Ya está bien de ver a todo un colectivo como si fuera un problema. Y por cierto, hay muchos actores que no hacen nunca campañas publicitarias”, escribe YotambiénbuscotrabajocomoCandelaPeña.

¿Cuántos periodistas privilegiados dirían lo mismo que Maribel Verdú al recoger un premio? A la vista de la realidad, parece que muy pocos. ¿Cree la defensora que esta noticia que han publicado es realmente una noticia relevante?”, plantea Luca Carionte.

He preguntado al autor de la noticia, Íñigo Sáenz de Ugarte, cuál fue el interés que vio en ella. Esta es su respuesta:

Es un ejemplo de una técnica periodística normal que usamos en numerosas situaciones y con todo tipo de personajes. Constrastar sus declaraciones u opiniones con la realidad anterior, con lo que dijo o hizo antes. Todo el mundo sabe que lo hemos hecho en incontables ocasiones con Rajoy, pero no es un tratamiento que se deba reservar a los políticos”.

La mayoría de los comentarios dejados en el buzón de la Defensora hablan de “la noticia”, y este es un punto que debe quedar claro: ¿Es realmente una noticia o se trata en realidad de un texto con cierta carga opinativa? ¿Es la simple enunciación de un hecho o un artículo opinativo? Así responde Sáenz de Ugarte:

Si la intención hubiera sido la de denunciar una conducta reprochable, habría escrito un artículo de opinión (y puedo escribirlos en términos bastante duros), y no lo hice. Pero creía que la gente tenía derecho a conocer ese anuncio. Sólo es publicidad, pero de alguna manera representa muchas de las actitudes que hemos tenido en este país en la última década: todo iba bien, no teníamos que plantearnos nada, y al final descubrimos que vivíamos en una ficción. Lo que parecía un sistema viable, con sus defectos e injusticias, ha resultado ser un inmenso engaño. No es un deshonor descubrirlo ahora, pero no conviene olvidarlo. Al menos, para que no nos vuelva a pasar.”

La duda con respecto al género periodístico del texto es importante a la hora de analizar las quejas desde esta sección. Se puede argumentar que en realidad “Maribel Verdú y las hipotecas” no se presentó con un tratamiento puramente informativo, ya que se publicó dentro de un blog, “El Rastreador”. En ese caso, cada cual es libre de decir lo que quiera, y de afirmar que un determinado sector profesional tiene un problema. Otra cuestión es cuánto hay de justicia en esa afirmación o generalización. Pero no es este el campo del que se ocupa la sección de la Defensora. Desde el punto de vista estrictamente periodístico, si el texto no es opinativo, como el propio autor indica, hay una frase desafortunada:

Al escribir que “el problema de actores y actrices es que a veces prestan su voz y su imagen a campañas publicitarias” se está afirmando que los intérpretes en este país tienen un problema. La frase no esconde su intencionalidad. Habría sido más adecuado decir que “el problema de algunos actores y actrices es que a veces prestan su voz y su imagen a campañas publicitarias”, porque son muchos los que no acceden a participar en anuncios publicitarios y porque así se evitaría una generalización poco seria desde el punto de vista periodístico. Por otro lado, si estamos hablando de un contenido informativo, ni siquiera esta segunda opción resultaría objetiva.

Aquí se podría entrar en toda una serie de valoraciones sobre las razones que colocan a actores y actrices en el centro de la diana de tantas críticas procedentes de algunos círculos, incapaces de distinguir entre trabajadores y patronal del sector. De hecho sería interesante abordar con datos la realidad de los intérpretes y recordar que pertenecen a una de las profesiones con más paro del país.

Pero volviendo a la noticia. Quizá habría sido pertinente incluir un breve recordatorio sobre el contexto en el que se celebró la gala de los Goya, con recomendaciones por parte de la Academia para que los participantes evitaran discursos con contenidos reivindicativos o de denuncia. Al fin y al cabo, resultó llamativo que, a pesar de esto, hubiera actrices que ejercieran su derecho a expresar su protesta o su opinión sobre temas de gran actualidad.

He expuesto también las cuestiones planteadas en el buzón de la Defensora al director de eldiario.es, Ignacio Escolar, y esta es su respuesta:

En su momento, antes de publicar el artículo en el blog, tuvimos un debate en la redacción sobre si debíamos o no destacar ese viejo anuncio de Maribel Verdú y relacionarlo con su denuncia de los Goya. Hubo bastantes opiniones en contra incluso dentro de la redacción. Con dudas, decidimos darlo, aunque como un asunto menor: solo en ese blog, -El Rastreador, donde recogemos algunos debates y vídeos que circulan por la Red- y como un tema secundario en la portada. No ha sido ni mucho menos nuestra única información sobre las protestas en los Goya: antes y después de la gala, hemos publicado muchos otros artículos, tanto de información como de opinión. Desde eldiario.es defendemos -y esa ha sido la tónica general de nuestra cobertura- que ser actor no limita a nadie su libertad de expresión. Los actores tienen el mismo derecho a criticar (o aplaudir) al Gobierno que cualquier otro ciudadano. Leyendo a posteriori las críticas y los argumentos de algunos lectores -muchos de ellos son bastante buenos-, personalmente creo que nos equivocamos. Como director de eldiario.es, pido disculpas a los lectores y les agradezco que con sus críticas nos ayuden a mejorar. ”

La noticia “Maribel Verdú y las hipotecas” sugiere que la actriz tiene un problema porque presta su voz e imagen a campañas publicitarias. Y ante esto algunos lectores se han preguntado “cómo es posible que se critique a la Verdú desde un diario que incluye publicidad de empresas del Ibex 35”, denuncia Juan Cavero.

En esta noticia se mira la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Eldiario.es ha aceptado y divulgado publicidad de Bankia, Bankia la que pilota desalojos de familias de sus viviendas, no un banco que da créditos a los promotores.... ¿No decís que poner y cobrar la publidad de Bankia no compromete vuestra independencia?”, protesta Helenna.

Preguntado sobre este punto, Escolar señala lo siguiente:

Eldiario.es se financia por dos vías: a través de los lectores que pagan cinco euros al mes como socios y por la publicidad. Esa publicidad no compra nuestra línea editorial. Informativamente, no tratamos a esas empresas anunciantes ni mejor ni peor que si no se anunciasen. Es posible que más adelante algún anunciante se moleste por algún artículo pero, por ahora, hemos demostrado que se puede hacer y nadie se ha quejado. No lo íbamos a aceptar. Ojalá eldiario.es pudiese sufragar todos sus costes solo a través de los lectores, sin necesidad de publicidad; por ahora, no llega a la mitad de los costes, y cada euro extra que ingresemos lo vamos a gastar en contratar más periodistas para mejorar nuestra información. Pero en un medio gratuito para los lectores, como es eldiario.es, y si consideramos al periodismo un oficio y no un hobby, la única forma de que los periodistas podamos dedicarnos a tiempo completo a la información pasa, hoy por hoy, por la publicidad”.

Sáenz de Ugarte también responde sobre este asunto:

Me parece lógico que se plantee [esta cuestión], no voy a mejorar lo que ya escribió Rafael Reig en eldiario.es. La clave no es incluir publicidad, sino el precio que pagas por ello. Y Reig explica perfectamente qué es lo que hay que hacer al respectolo que ya escribió Rafael Reig”.

En su artículo, Rafael Reig defiende la publicidad siempre que ésta no condicione los contenidos de un medio y solicita de todos vigilancia para dar la voz de alarma si llegara el momento.

Si esa vigilancia la aplicamos a Maribel Verdú, lo cierto es que en la gala de los Goya dio pruebas de independencia. En cuanto a la mayoría de los actores y actrices, sus principales problemas pasan por el enorme porcentaje de paro, por la inestabilidad laboral, y no por el hecho de que a veces, algunos, presten su imagen a campañas publicitarias. Eso solo pueden permitírselo unos pocos. Y entre esos pocos, también hay quienes prefieren no hacerlo.

Por lo demás -y más allá de lo estrictamente periodístico- como me dijo un activista egipcio cuando estallaron las revueltas árabes de 2011, “si para impulsar el cambio solo pueden participar los que llevamos años haciéndolo, nos quedaremos solos y fracasaremos de nuevo”.

Esta semana han llegado al buzón de la Defensora quejas relacionadas con el texto “Maribel Verdú y las hipotecas”, publicado en eldiario.es dentro del blog “El Rastreador”.