No era Raphael, en uno de sus habituales conciertos, sino que fue Ricky Rubio quien vivió su gran noche convirtiéndose, una vez más, en protagonista de la jornada en la NBA y de la victoria de sus Timberwolves ante los Wizards (119-104).
El base español completó un gran partido al conseguir 22 puntos (6 de 10 en tiros de 2, 2 de cinco en triples y 4 de 4 tiros libres), cinco rebotes, 19 asistencias y tres robos en 39 minutos.
Rubio se encuentra en su mejor momento después de los rumores que lo situaban lejos de la franquicia de Mineapolis, que buscaban su traspaso antes del cierre del mercado. “”Estoy jugando mi mejor baloncesto. Siento que voy a más en mi juego y que el equipo también camina en la misa dirección“, afirmó el base.
Demostrando su talento, ganándose al entrenador y a una afición que hace años que espera un buen equipo y que esta temporada sueña con entrar la fase final por el título de la mano del base y del omnipresente Karl-Anthony Towns. “Sabemos que es difícil alcanzar los playoffs, que no dependemos sólo de nosotros, pero lucharemos hasta el final”, declaró Rubio.