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2022, en clave de derechos humanos

Aleksander, de 41 años, se despide de su hija Anna, de 5 años

Marta Maroto

31 de diciembre de 2022 18:38 h

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Una fecha queda marcada en el calendario de este año que termina: 24 de junio. Aquel día, al menos 23 personas perdieron la vida en su intento de saltar la valla de Melilla, y cientos más fueron devueltas en caliente. Seis meses después, persisten varias preguntas sobre la tragedia.

2022 será recordado igualmente como el año en el que la guerra volvió a estallar a las puertas de Europa, desbordando la crisis energética y alimentaria mundial. Por primera vez en la historia de la Unión Europea, se ha activado el mecanismo de acogida automática a refugiados que huyen de la invasión de Ucrania ordenada por Vladímir Putin. 

La guerra en Ucrania detonó el desplazamiento de personas de más rápido crecimiento desde la Segunda Guerra Mundial: algunos prepararon la maleta nada más escuchar las primeras explosiones del 24 de febrero, otros esperaron hasta creérselo del todo, hay quienes pasaron días atrapados en filas kilométrica de coches, y quienes decidieron abandonar su vehículo y caminar a pie. Algunos aguantaron hasta que no pudieron más.

En cifras y más allá de Ucrania, según la ONU, en 2022 se han superado los cien millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, y ha sido el año en el que más niños y niñas se encuentran en necesidad de ayuda humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. 

Con más sombras que luces, esta selección de los eventos más relevantes que han marcado el año en clave de derechos humanos deja algunas ausencias, así que invitamos a los lectores a que sigan compartiendo en los comentarios y redes sociales los hechos determinantes ocurridos en este 2022 que pronto dejamos atrás.

1. La tragedia de Melilla

Fue el 24 de junio muy pronto en la mañana. Las autoridades marroquíes habían desalojado los días anteriores los campamentos de migrantes en las inmediaciones de la valla, en Nador, y más de 2.000 personas se dirigieron a la alambrada, con el objetivo de cruzar a España. Muchos eran sudaneses, una nacionalidad que potencialmente puede recibir asilo. 

133 personas lograron cruzar a la ciudad autónoma, pero al menos 23 fallecieron -40 según las ONG- y cientos resultaron heridas por una intervención policial que incluyó devoluciones en caliente desde el lado español al marroquí, golpes, pedradas y lanzamiento de bombas de gas lacrimógeno en espacios muy reducidos, según el testimonio de los supervivientes y el relato de diversas investigaciones periodísticas

Desde Casablanca, varios migrantes que habían sobrevivido al salto, entre ellos algunos que afirmaban ser menores, contaron a ElDiario.es haber devueltos “en caliente”, a pesar de que algunos se encontraban heridos o incluso “inconscientes”. Una investigación de Lighthouse Reports confirmó que al menos había una persona fallecida en suelo español, a pesar de que el ministro del Interior insistiese en que no sucedió ningún “hecho trágico” en Melilla.

Pese a las acusaciones de organismos internacionales y peticiones de la Comisión Europea y de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía ha decidido archivar la investigación sobre las muertes, exonerando de cualquier responsabilidad a Interior, la Guardia Civil y los agentes que estuvieron ese día sobre el terreno. 

2. Destrucción y resistencia en Ucrania  

El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó la invasión de Ucrania. La aparente superioridad de Moscú hizo pensar a muchos analistas que el conflicto se dirimiría rápido. Diez meses después del comienzo de la invasión, miles de vidas perdidas y sin solución diplomática a la vista, se calcula que Ucrania ha recuperado la mitad del territorio capturado por Rusia.

Mientras las tropas de Putin intentan mantener el territorio conquistado al este y el sur y la lucha se centra ahora en el Donbás, en la parte oriental del país, muchas voces acusan a Rusia de utilizar el invierno como arma lanzando misiles sobre las infraestructuras energéticas, provocando apagones en todo el país en pleno invierno. Se ha documentado ampliamente la destrucción, ataques que no distinguen entre civiles y combatientes, tortura, detenciones ilegales que ha dejado a su paso la ofensiva rusa; y expertos independientes enviados por la ONU han constatado que se han cometido crímenes de guerra.

La guerra en Ucrania ha dejado algunas de las imágenes más duras de este año, como las de la masacre de Bucha, descubierta tras la marcha de las tropas rusas, o la de un padre agarrando la mano de su hijo muerto en los bombardeos de Járkov. Pero también hemos conocido historias sobre la resistencia del pueblo ucraniano en una guerra que parece interminable. A corazón abierto y apenas alumbrado por linternas, cirujanos como Borys Todurov operan en mitad de los apagones. La psicóloga Oksana Sliepova intenta combatir el trauma de los más pequeños en Kiev. Tras refugiarse en Moldavia, Margo, de 10 años, regresó al emblemático teatro de Odesa, en su ciudad, para actuar como bailarina principal. 

La invasión rusa ha provocado una oleada de solidaridad internacional nunca vista, haciendo que la Unión Europea activara por primera vez en su historia la directiva de protección para asegurar la protección de los refugiados, que según los últimos datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas ascienden a 7,8 millones. El Ministerio de Interior español activó un sistema inédito para que los desplazados puedan tramitar de forma exprés en 24 horas la protección temporal. La sociedad civil se ha volcado con la acogida de refugiados: caravanas de vehículos atravesaron Europa para llevar ayuda humanitaria y trasladar personas.

3. Las otras guerras olvidadas

Mientras la invasión rusa ocupa titulares, otros conflictos que perduran en otras partes del mundo parecen pasar más desapercibidos, y varias voces han criticado lo que consideran un doble rasero de Occidente. Se han establecido comparaciones, por ejemplo, con otra guerra reciente, la de Siria. La académica Leila Nachawati recogía en este análisis la reflexión del periodista sirio y fundador de Baynana Okba Mohammad: “24 horas para dar papeles a los refugiados ucranianos en España. En mi caso, han tardado dos años y cinco meses para responder, aunque también llegué de una guerra con Rusia”.

Las partes enfrentadas en la guerra que desde hace dos años asola la región etíope de Tigray, en Etiopía, uno de los lugares donde mayor peligro corren los trabajadores humanitarios, firmaron en noviembre un alto al fuego permanente después de un fuerte recrudecimiento de la violencia y la hambruna, que ha dejado miles de muertes y millones de desplazados. En Palestina la violencia ha aumentado este 2022 con cifras de muertes no vistas en años, según Naciones Unidas, que destaca la especial vulnerabilidad de los menores en un conflicto cada vez más alejado de una resolución pacífica.  

Yemen lleva siete años en guerra y las hostilidades en el país no cesan. En mayo, un informe de Amnistía Internacional, el European Center For Constitutional and Human Rights (ECCHR) y el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, que se basaba, en parte, en las revelaciones que elDiario.es, denunció la connivencia de empresas españolas en lo que se consideran crímenes de guerra, como te contamos aquí

La violencia de las milicias y el impacto de la crisis climática, en Mozambique han provocado el desplazamiento interno de más un millón de personas y miles de muertes en Cabo Delgado, una lucha que ya avanza hacia su sexto año de escalada. Además de las inundaciones en Pakistán, que anegaron más de un tercio del país y mataron a más de 1.200 personas, el cuerno de África se enfrenta a su peor sequía en los últimos 40 años, con 20,5 millones de personas en riesgo de hambre severa en Etiopía, Kenia y Somalia.

4. Qatar: un Mundial bajo la lupa 

Apodado como 'el Mundial de la Vergüenza', la Copa del Mundo de fútbol en Qatar empezó con mal pie y bajo un intenso escrutinio. Motivos no sobraban: estadios levantados con la muerte de trabajadores migrantes en las peores condiciones, huella energética y las leyes represivas contra las mujeres, el colectivo LGTBI y contra la libertad de prensa. 

Las luces del Mundial se apagaron bajo el estallido del caso Qatargate, la trama de corrupción y sobornos dentro de la Unión Europea con la que el Gobierno de Qatar pretendía mejorar su imagen internacional, y que apunta también a Marruecos. 

En el terreno de juego, uno de los ganadores indiscutibles de este año ha sido Marruecos, cuya selección llegó a la final, y la afición de los países árabes, quienes por primera vez se han visto representados y reconocidos en un mundial que nunca antes había tenido lugar en un país de Oriente Medio. 

5. El giro de España sobre el Sáhara Occidental

En un momento en el que toda la atención se dirigía al reciente estallido de la guerra en Ucrania, en marzo de este año, el presidente Pedro Sánchez daba un giro de 180 grados muy criticado a la política exterior de España, dando por buena la posición de Marruecos con respecto al Sáhara Occidental. 

Las relaciones con el país vecino no estaban totalmente restablecidas, y en una carta enviada por Sánchez al rey Mohamed VI,  el presidente se aseguró que la propuesta de un régimen de autonomía para el Sáhara que Marruecos hizo en 2007, que descarta la convocatoria de un referéndum como exige Naciones Unidas, es la “más seria, realista y creíble” para la resolución del conflicto. 

El giro de la posición española ocupó las conversaciones en los campamentos saharauis de Tinduf. Varios refugiados no mostraron gran sorpresa, pero sí indignación hacia lo que consideran una “doble traición”, como te contamos aquí.

6. Del canal de la Mancha al Tapón del Darién

Parte de la atención este año se ha centrado en el Canal de la Mancha, que separa a Francia de Reino Unido, que miles de personas tratan de cruzar escondidas en el interior de camiones a través del Eurotúnel o en precarias embarcaciones atravesando el transitado canal comercial. Este año 45.000 personas lo han cruzado en pequeñas embarcaciones, un fuerte incremento si se compara con el año pasado, 28.500, que ya triplicó las cifras del anterior. 

En un intento de lidiar con los flujos migratorios, durante este 2022 convulso para los tories, el Gobierno británico trató enviar a solicitantes de asilo a Ruanda, donde deberían, en teoría, esperar mientras se tramita su petición, un plan que encendió todas las alarmas y no tardó en suscitar acciones legales. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) paró el primer vuelo en junio. De momento no ha habido más intentos. El Gobierno socialdemócrata de Dinamarca, que fue el primer miembro de la UE que comenzó a revocar permisos de residencia a ciudadanos sirios, planea una medida similar.

Este año también se ha cobrado la vida de 2.005 personas en su intento de cruzar el Mediterráneo, según la Organización Internacional de Migraciones (OIM). En nuestras fronteras, la ruta hacia Canarias sigue siendo la más mortífera, según el último informe de Caminando Fronteras. En los últimos cinco años, en total, 11.286 personas han perdido la vida en su intento de migrar a España, según los últimos datos de la ONG, que cuenta con un sistema telefónico de alertas al que acuden migrantes en riesgo o sus familiares. Esto equivale a seis muertes cada día.

Además, un informe de la Oficina Antifraude de la UE (OLAF) ha constatado el encubrimiento de malos tratos y devoluciones en caliente en el mar Egeo por parte de los funcionarios de la agencia de fronteras, Frontex.

Los flujos migratorios se suceden también al otro lado del océano y un nombre resuena con crudeza en mitad de la desesperación de miles de venezolanos y haitianos que huyen de la miseria: el tapón del Darién. La selva en el sur de Panamá, colindando con Colombia, siempre fue una ruta poco transitada por su peligrosidad de subida al norte, al sueño estadounidense. Sin embargo, este año ha visto como miles de personas la han transitado.

En EEUU, los estados conservadores del sur del país, ante la llegada de migrantes sin más posibilidad que quedarse en las calles, están montando a las personas en autobuses y enviándolos a estados progresistas, e incluso a la casa de la vicepresidenta, Kamala Harris. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado mantener, de momento, una polémica norma aprobada por Donald Trump durante la pandemia para expulsar de manera inmediata a migrantes en la frontera.

7. Mujeres en primera línea en Irán

El rostro de una mujer iraní es el símbolo de las protestas que este año han dado la vuelta al mundo. La historia es de sobra conocida. Mahsa Amini, kurda de 22 años, murió bajo custodia policial tras ser detenida por llevar mal puesto el velo obligatorio.

Las protestas estallaron en septiembre y se extendieron por todo el país, encabezadas desde un primer momento por mujeres jóvenes y bajo el lema de “Mujer, vida, libertad”, y piden la impugnación de todo el sistema político en Irán, fundado por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979. Las hemos visto quitándose y, en algunos casos, quemando pañuelos, en un desafío al régimen.

Las autoridades iraníes han respondido con violencia y acoso. Según el Centro para Derechos Humanos en Irán, más de 400 personas han muerto y más de 18.000 manifestantes han sido detenidos. La ejecución pública de Majid Reza Rahnavard ha sido la segunda condena a muerte vinculada a las protestas.

8. Avances y retrocesos en los derechos de las mujeres

2022 termina con la mirada atenta a las mujeres afganas. Los talibanes hicieron de Afganistán uno de los países donde ellas sufren mayor represión en el mundo. La prohibición del acceso a la universidad y el veto a las trabajadoras humanitarias de ONG han sido las últimas medidas que han cercenado su libertad y derechos.

En materia de igualdad y derechos sigue quedando un largo camino por recorrer en todo el mundo. Estados Unidos ha sido uno de los protagonistas del retroceso de los derechos de las mujeres en 2022. Casi medio siglo después de la sentencia del Tribunal Supremo, que protegía el derecho al aborto a nivel federal, el alto tribunal controlado por una mayoría de jueces conservadores revocó la histórica decisión de 1973 Roe v Wade

Algunas buenas noticias han llegado desde Colombia. Una marea de pañuelos verdes salió a celebrar a las calles la despenalización del aborto hasta las 24 semanas, un triunfo de colectivos feministas tras meses de parálisis institucional de la norma. 

En Túnez, entretanto, las asociaciones feministas alertan de que el aumento de la violencia machista ha alcanzado “su punto más alto” y la nueva ley electoral ha relegado el principio de paridad de género. Y España ha acabado el año en alerta con diez asesinatos machistas en menos de un mes.

9. Luces y sombras para el colectivo LGTBI

El colectivo LGTBI ha sufrido también varios reveses y retrocesos en varios países este 2022. En Rusia, el Parlamento votó a favor de prohibir la “propaganda LGBT” entre adultos, e Indonesia ha penalizado las relaciones sexuales fuera del matrimonio, algo que prohíbe de facto las relaciones homosexuales, al solo ser legal el matrimonio heterosexual.

Desde Estados Unidos llegó una noticia positiva. La derogación de la protección federal del aborto provocó la movilización de la comunidad LGTBI, y culminó con la aprobación en el Congreso de Estados Unidos de un proyecto de ley que blinda el matrimonio entre personas del mismo sexo y lo protege de la discriminación en caso de que el Supremo decidiera revocar ese derecho.

10. Fondo “histórico” para los vulnerables a la crisis climática

A horas de cerrarse sin ningún acuerdo, la cumbre anual del clima que se celebró en noviembre en Egipto aceptó al fin la creación de un fondo para paliar los daños que ya causa la crisis climática a los países más vulnerables.

El fondo, de momento, está vacío. Pero casi todas las partes consideran que la decisión de crearlo marca un hito porque se trata de que los estados que han generado el problema climático al enriquecerse –a base de emitir CO2 al quemar combustibles fósiles desde la revolución industrial–, aportarán recursos para compensar los daños que provocan las inundaciones, las sequías o ciclones provocados por la alteración del clima.

“Este resultado nos hace avanzar”, dijo Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático. “Es un resultado histórico que beneficia a los más vulnerables de todo el mundo”. Los países empobrecidos consiguieron así, tras años, que se atienda esta demanda. Por lo demás, apenas se avanzó en el recorte de emisiones de CO2 y para muchos, la COP27 no estuvo a la altura de la crisis medioambiental que amenaza el planeta.

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