Al menos nueve muertos tras un nuevo naufragio en El Estrecho, según el único superviviente

Un menor de Guinea que ha sobrevivido a un viaje en patera y fue rescatado por unos surfistas en la costa de El Palmar, en Cádiz, ha desvelado una nueva tragedia en El Estrecho que habría costado la vida a las nueve personas que viajaban con él en una pequeña lancha de juguete, según han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil.

Una de las víctimas es una mujer de unos 30 años cuyo cuerpo sin vida apareció en la playa de El Palmar, en el municipio gaditano de Vejer de la Frontera, este martes por la tarde. Otro es un varón cuyo cadáver ha sido hallado en la playa de Los Corrales, en Chipiona, a unos 90 kilómetros de El Palmar, sobre las 6:30 horas de esta mañana.

La Guardia Civil relaciona los hechos con el relato que un día antes, el lunes por la tarde, dio un muchacho de origen subsahariano menor de edad que fue rescatado del agua por unos surfistas en la misma playa y que fue trasladado con una hipotermia severa al hospital de Puerto Real, donde permanece ingresado.

El menor, de Guinea, contó que, tras viajar dos años por África con la esperanza de alcanzar Europa, llegó a Tánger, al norte de Marruecos. Allí pagó 700 euros para llegar en una barca con motor a la costa española con otras seis personas. “Lo que iban a ser seis personas fueron diez y lo que iba a ser una lancha a motor se convirtió en una 'toy' (lancha hinchable de juguete) con un solo remo”, han explicado las fuentes.

El muchacho ha relatado que en ese momento solo vio delante dos opciones, ser detenido por la policía marroquí o hacerse a la mar en esas condiciones, y optó, como las otras nueve personas, por lo segundo. En esa 'toy' estuvieron una semana en el mar, intentando alcanzar la costa de Cádiz.

El frío, la falta de alimentos y agua, y el fuerte oleaje hizo que algunos de los ocupantes murieran en la embarcación, de acuerdo con su relato. Sus compañeros de viaje tiraron sus cuerpos al agua. Otros, según el relato de este muchacho, cayeron al agua y se ahogaron porque ni ellos tenían fuerzas para volver a subir a la lancha de juguete ni los que iban en ella las tenían para ayudarles.

El resultado es que solo este chico ha llegado con vida a la costa de Cádiz, aunque con una hipotermia severa. Tras el hallazgo del cadáver de la mujer este lunes por la tarde, la Guardia Civil no sabe si pueden llegar más cuerpos a esta costa, ya que cree que muchos de ellos perecieron en alta mar.

Por su parte, la activista Helena Maleno ha denunciado en su perfil de Twitter que, desde el pasado viernes, su organización, Caminando Fronteras, viene “alertando de dos pateras de 9 y 11 personas que nadie rescató”. “El derecho a la vida, ahogado en la frontera sur”, ha recalcado Maleno. 

Por otro lado, esta misma semana, el pasado lunes, aparecía un nuevo cadáver de la patera que naufragó el pasado 5 de noviembre en la playa de Caños de Meca, con lo que el número de víctimas de este siniestro se ha elevado ya a 23, la mayor tragedia relacionada con la llegada de pateras en lo que va de año. A los fallecidos en Caños de Meca se sumaron otros 13 migrantes muertos en la costa de Melilla en esa misma jornada.

En lo que va de año, al menos 630 personas han muerto en su intento de cruzar a las costas españolas, según el recuento de la Organización Internacional para las Migraciones. Las ONG especializadas y organismos como Acnur reiteran a los Gobiernos que pongan en marcha vías legales y seguras de acceso para que estas personas no se vean empujadas a poner en peligro su vida en el mar para llegar a Europa.