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VÍDEO | Cuando se unen el machismo y el racismo: “Qué morbo follar con una morenita”

Gabriela Sánchez

Paula está harta de que grupos de hombres comenten su culo y sus pechos “de negra” entre gritos cuando pasa por el bar de enfrente de su casa. Andrea no celebró su renovación del contrato porque la explicación de su jefa le provocó más daño que alegría: “Das a la tienda ese aire exótico que necesitaba”. Siham Jessica reacciona atónita cuando le preguntan si “esa falda no es muy corta para ser mora”.

Escuchar “el morbo” que, debido a sus rasgos racializados, les produce a algunos hombres imaginarse manteniendo relaciones sexuales con ellas es algo habitual en su vida. Como también la frase que más repiten para evidenciar el machismo cargado de racismo que soportan cada día: “Eres muy guapa… para ser negra/latina/mora”.

La exotización, la hipersexualización, la “narrativa de la belleza occidental” y la “estigmatización” se encuentran escondidas en cada una de estas afirmaciones recibidas por mujeres racializadas por el hecho de serlo. Por el hecho de ser mujeres. Por el hecho de ser negras, magrebíes, latinas, asiáticas, gitanas.

Para visibilizar ese sexismo “específico”, un grupo de mujeres feministas racializadas ha lanzado un vídeo, adelantado por eldiario.es, en el que son ellas quienes formulan las frases que están hartas de escuchar. “Queremos mostrar que ese tipo de agresiones están en la cotidianidad de mujeres racializadas, pero que única y exclusivamente la viven mujeres racializadas”, reflexiona Andrea Camila, integrante de la Asociación La Gaitana.

“Nos referimos a aquellas agresiones machistas que tienen una connotación racista muy implícita. Esas que las mujeres blancas, por más que feministas que sean, nunca van a tener que combatir porque no las van a tener que vivir”, añade. El vídeo ha sido creado únicamente por personas racializadas integrantes de tres organizaciones: Kwanzaa, Asociación de Estudiantes Latinoamericanxs y La Gaitana.

“El feminismo, para que lo sea, debe ser antirracista”

Bajo el nombre '#EsMachismoyEsRacismo', las autoras del vídeo piden que el discurso feminista predominante visibilice el machismo desde todas sus perspectivas porque, a su juicio, el movimiento europeo ahora mismo es “predominantemente blanco”. “Buscamos reforzar el feminismo. Se hace muchísimo más fuerte si las cuestiones sobre raza y sobre clase se tienen en cuenta en las narrativas”, reflexiona Siham Jessica Korriche, de la Asociación de Estudiantes Latinoamericanas.

La campaña demanda un “feminismo realista”, para lo que, aseguran, “tiene que ser antirracista”. “Debe ser consciente de todas las estructuras, políticas y sociales más allá del machismo que también implican a otras mujeres, para ser un feminismo realmente interseccional”, apuntan.

Paula Napi Collins, de la Asociación Afrodescendiente Universitaria Kwanzaa considera que existe una “invisibilización” de las mujeres negras en las campañas feministas. “En España, la gran mayoría de las mujeres que aparecen son blancas. No nos sentimos representadas por este feminismo europeo”, señala. “Y no solo en las campañas, las víctimas racializadas están invisibilizadas también en los medios y, cuando salen, a veces parecen destacar su origen como diciendo 'No era de las nuestras”, añade Pilar Oyana Nsé, de la misma organización.

“¿Eres latina? Por eso estás tan caliente”

“Ese culazo es de dominicana, ¿verdad?”. “Me encantaría follarme a una latina, pero solo eso, ¿eh? Que con lo calientapollas que sois…”. “¿Ah, latina? Por eso estás tan caliente, mami. Claro, a ti no te entra porque las asiáticas tenéis el coño estrecho. Como son pollas muy pequeñas…”. “Siempre me ha dado mucho morbo follar con una morenita”.

Los comentarios con connotación sexual ligados a los estereotipos que pesan sobre las mujeres racializadas son los más repetidos en el vídeo. Son machismos y racismos cotidianos, aseguran, en los que destacan una palabra: “exóticas”.

La activista y youtuber Desirée Bela Lobede recordaba en un artículo publicado en Vice en 2016 el trasfondo colonialista al uso del término “exótico” para definir a las personas negras. Bela recordaba los zoológicos que, durante el siglo XIX, exhibían a seres humanos racializados trasladados de las colonias españolas: “Así es como se anunciaba a las personas de otros continentes en estos circos y zoológicos: como exóticas. Considerar un cuerpo como exótico y exhibirlo en zoológicos y circos crea la sensación de que ese cuerpo puede ser tratado de forma irrespetuosa”, afirma.

Así, describe Bela, “es como esos cuerpos racializados se convertían en ”algo“. La ”exotización“ como una forma de señalar una belleza ”inesperada“ dentro de los cánones de belleza occidental: ”Frases como 'para ser negra eres muy guapa', que hemos escuchado tanto, reflejan una asunción de que lo bello es lo rubio, lo blanco. A estos agresores nadie les ha enseñado que lo bonito es lo blanco, pero crecen con ello. Son las narrativas de belleza eurocéntrica“, apuntan las creadoras del vídeo.

Y son ellas quienes quieren denunciarlo. A través de la campaña, relatan sus propias experiencias, libres de “whitesplaining”. La misma práctica común entre muchos hombres -por la que tratan de explicar con cierta condescendencia asuntos de los que ya saben sus interlocturas- , aseguran, se expande también en el seno del activismo y feminismo blanco.

“No quiere decir que las feministas blancas tengan vidas ausentes de violencias. Hay una violencia, opresión, sistema estructural que oprime y es indiscutible”, asegura Paula Napi Collins. “Lo que decimos es que hay que tener en cuenta que, así como sobre ellas caen esas violencias, sobre las mujeres racializadas caen esas y también otras relacionadas con la raza. Se trata de sumar voces y plantear estrategias. Pero para eso antes hay que sentarse y replantear ciertas cosas de los posicionamientos feministas europeos”, apunta Andrea.

Si tiene que citar uno de los momentos en los que más racismo y machismo ha sufrido, su mente se va a su ambiente laboral. Supuestamente era un buen día. Andrea se disponía a firmar un nuevo contrato temporal, un nuevo “contrato precario”, cuando su jefa quiso transmitirle la “felicidad” que sentía por tenerla tres meses más como empleada de una tienda en el centro de Madrid. “Nos gustaste desde el primer día, con esa carita, tan maquilladita. Es un placer tenerte aquí porque le aportas ese aire exótico, pero, a la vez, tienes un punto positivo porque hablas muy bien. Sí, ya sabes, no pronuncias mal la ”c“ y la ”z“”, recuerda la joven.

Lo que su jefa asumía como un cumplido, atravesó a Andrea y le hizo recordar las razones por las que, relata, “iba tan maquillada”. “Para hacer una entrevista tengo que ir súper maquillada, aparentando haber nacido y crecido en el Barrio de Salamanca y blanquear mi apariencia para llamar mi atención”, reflexiona la integrante de la Asociación La Gaitana. “Si yo no me hubiese gastado tanto dinero en maquillaje, ni me hubiese esforzado en aprender a hablar con el acento específico como se habla aquí, quizá yo no valía tanto”. Y esto, dice, también “es racismo y es machismo”.

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