El capitán y la tribulación del barco antinmigración “C-Star” permanecen detenidos desde el pasado miércoles por las autoridades turcochipriotas en Famagusta bajo sospecha de tráfico de personas. Varios tripulantes han declarado que el capitán prometió ir a Italia y afirmaron haber pagado 10.000 dólares por el viaje.
En concreto, según el periódico local 'Kibris Postasi', cinco de los tripulantes han solicitado asilo en el país y han obtenido un visado provisional de diez días mientras se examina su petición.
Este jueves han comparecido ante un tribunal el capitán y el propietario de la embarcación, así como ocho miembros de la tripulación, todos ellos ciudadanos de Sri Lanka, bajo la acusación de portar documentación falsa y de entrar ilegalmente en este puerto.
Algunos medios turcochipriotas apuntan que las autoridades los expulsarán de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) -reconocida solo por Turquía- y les obligarán a abandonar las aguas territoriales por falta de pruebas suficientes para incoar un sumario.
10.000 dólares por viaje
En la comparecencia ante el tribunal esta mañana, los tripulantes acusaron el capitán de haberles mentido, pues, dicen, les prometió como destino final Italia. Asimismo, afirmaron haber pagado unos 10.000 dólares cada uno para este viaje, que arrancó en Yibuti hace 38 días.
El objetivo de la misión “Defend Europe” es, según esta organización ultraderechista, patrullar el Mediterráneo, “vigilar” las actividades de las ONG que realizan tareas de salvamento en el Mediterráneo y devolver a la costa africana a los emigrantes que encuentren.
Hasta ahora, el movimiento “Generación Identitaria”, formado por jóvenes de nueve países europeos, ha logrado reunir a través de una campaña de micromecenazgo unos 134.000 euros para financiar esta operación, duramente criticada por todas las ONG activas en el rescate.
“Defend Europe” ha acusado a las ONG que rescatan a inmigrantes en el Mediterráneo de tener una actitud “irresponsable y criminal” porque “es parte de la inmigración masiva que causa tantos problemas en Europa” y porque “anima a los inmigrantes ilegales a asumir riesgos considerables al cruzar el mar en embarcaciones improvisadas, causando muchas muertes”.
En un principio, el objetivo del barco, que zarpó desde Yibuti, era llegar a Catania (Sicilia) el pasado 18 de julio, pero los primeros problemas surgieron en el canal de Suez, donde fue retenido, aunque después pudo continuar su recorrido.