La comunidad internacional reconoce el problema del acceso a fármacos y su desarrollo
En 2012, el programa conjunto de Naciones Unidas para el sida (UNAIDS) declaró tras el dictamen de los expertos de la Comisión Global sobre VIH y Derecho, que había un número creciente de leyes relacionadas con el comercio internacional que estaban vulnerando el derecho a la salud de millones de personas.
A día de hoy más de un tercio de la población mundial carece de acceso a medicamentos. Lo que antes parecía un problema que afectaba a poblaciones de los países empobrecidos hoy ya afecta a todos los países del mundo. El alto precio de los fármacos y la falta de investigación en enfermedades poco rentables para la industria están construyendo uno de los mayores problemas sistémicos a los que nos enfrentamos hoy en día.
En consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible firmados el pasado septiembre, el secretario general de las Naciones, Ban Ki-Moon, ha convocado un Panel de Alto Nivel sobre innovación y acceso a tecnologías de la salud. ¿El objetivo? Recomendar soluciones para poner remedio a la terrible incoherencia actual de estas políticas, facilitando el tránsito en los caminos donde se cruzan los derechos humanos, los intereses privados y la salud pública.
Esto se hará a través de una revisión y evaluación de las propuestas que ha recogido el Panel de Alto Nivel entre diciembre y febrero, y que han ido llegando desde diferentes organizaciones de la sociedad civil, grupos de pacientes, centros de estudios, gobiernos e industria farmacéutica. Todas ellas serán analizadas por un grupo de 16 personas, expertos en temas de comercio, salud pública y derechos humanos.
La participación ha sido muy alta, y la variedad de las aportaciones de cada sector auguran un análisis complejo y minucioso del grupo de expertos. Han sido 176 propuestas lanzadas; de todas ellas, 30 están siendo defendidas públicamente por sus precursores en dos audiencias públicas que están teniendo lugar este mes. La primera, el pasado miércoles, en Londres. La segunda en Johannesburgo, el próximo jueves 17.
Salud por Derecho ha querido contribuir a este cambio tan necesario formando parte de una de esas 30 aportaciones que ayer fue expuesta y defendida en Londres por Saoirse Fitzpatrick, en representación de las muchas organizaciones que defendemos la necesidad de un modelo de innovación de medicamentos que esté guiado por las necesidades de salud pública global, no por intereses comerciales, y que tenga como resultado medicamentos eficaces, asequibles y entendidos como bienes públicos.
De entre las muchas medidas que se argumentan en el documento, en la línea de lo que recoge la campaña No es sano, destacamos la necesidad de transparencia en el sistema de I+D, tanto en los datos de la investigación, como en la financiación pública y privada y en los precios negociados por los sistemas de salud con la industria. Defendemos la necesidad de encontrar nuevas fórmulas de I+D que desvinculen los incentivos para desarrollar medicinas de la expectativa de obtener enormes ingresos, para poner fin así a los monopolios farmacéuticos facilitados por las patentes. También creemos necesaria la creación de un observatorio global de I+D que identifique las áreas de necesidad médica y coordine los esfuerzos de una investigación transparente y eficaz que concluya en medicamentos asequibles.
Tras el análisis y las aportaciones a cada una de las diferentes propuestas por parte del grupo de expertos y el Panel de Alto Nivel, se presentará un informe final a la Secretaría General de las Naciones Unidas en junio de 2016. Será Ban Ki-Moon, entonces, el que llevará el informe a la Asamblea General, que decidirá las acciones que habrán de llegar en los años venideros para remediar este terrible sinsentido por el que, actualmente, las normas de comercio y propiedad intelectual son más importantes que los derechos humanos y la salud pública global.
La convocatoria de este Panel de Alto Nivel por las Naciones Unidas pone de manifiesto la importancia de un tema que no deja de agravarse. Es la primera vez en la historia de las Naciones Unidas que hablan del problema de acceso a medicamentos como un problema global y no solo como un problema de determinados países empobrecidos. Este Panel es otra oportunidad para alzar la voz y hacer historia, y para construir hitos que nos lleven a un mundo en donde la salud de muchos sea más importante que las cuentas bancarias de unos pocos.