Contratados en origen y vuelta a su país: en qué consiste la migración circular pactada por Sánchez en su gira por África

Durante su gira por Mauritania, Gambia y Senegal, Pedro Sánchez ha alcanzado acuerdos con sus autoridades para impulsar programas de migración circular entre España y los tres países africanos. Su anuncio, basado en la búsqueda de vías de migración legal que el presidente español quiere potenciar como fórmula para reducir las llegadas irregulares a las costas españolas, ha sido criticado por el Partido Popular, alegando que puede causar un “efecto llamada”. 

Estas son unas claves para entender en qué consiste la migración circular por la que apuesta el Gobierno. 

¿Qué es?

La migración circular es un mecanismo que consiste en la contratación de trabajadores en sus países de origen con el objetivo de trasladarlos a España para trabajar durante una temporada en sectores con más dificultades de cobertura de vacantes, como la agricultura y la construcción. Una vez finaliza su contrato -fijo discontinuo-, que no puede durar más de nueves meses cada año, el empleado debe volver a su hogar. 

¿Esos trabajadores pueden volver a España a trabajar?

Sí. La autorización que reciben los trabajadores extranjeros que participan en estos programas tiene una duración de cuatro años, aunque cada año solo pueden trabajar un máximo de nueve meses. “Esto permite que puedan venir todos los años a trabajar, y retornen tras ese periodo con las garantías establecidas en su contrato de que serán convocados en la siguiente estación o temporada”, explica el Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones, responsable de poner en marcha y supervisar estos programas. 

¿Estos programas son nuevos?

No. La migración circular existe desde el año 2000, cuando se aprobó la Ley de Extranjería, que reguló lo que se conoce técnicamente como la orden de gestión colectiva de contrataciones en origen (Gecco). Por tanto, gobiernos tanto del PP como del PSOE han utilizado esta fórmula para poner en contacto a trabajadores extranjeros con empresas con necesidad de mano de obra para sectores muy específicos y apoyar su traslado a España durante una temporada específica, con la condición de que estos empleados regresasen a su país de origen.

Hasta hace unos años este tipo de programas se limitaba, salvo excepciones, a ciudadanos marroquíes -sobre todo mujeres- empleados en las campañas de recolección. Destaca como ejemplo los contingentes de mujeres que cada año vienen de Marruecos a Huelva para la recogida de la fresa. 

Con la reforma de la Ley de Extranjería aprobada en 2022, fueron modificadas algunas características concretas del modelo de los programas de migración circular. Entre los cambios destaca la simplificación de los trámites, dado que antes los proyectos tenían que tramitarse año a año, y actualmente se hace una vez cada cuatro, reduciendo las cargas administrativas para las empresas y para  las personas migrantes. Tras esta modificación normativa, se ha impulsado la aplicación de esta vía de migración regular.

¿Cómo funciona el procedimiento?

 La Dirección General de Gestión Migratoria es la encargada de ponerse en contacto con la Embajada de España en el país en cuestión, quien pone en conocimiento de las autoridades locales las ofertas de empleo. Si el país considera que puede satisfacer esa demanda, pone en marcha el proceso de selección de trabajadores, detallan desde Inclusión. Las entrevistas se realizan en el país de origen en un proceso suelen estar presente técnicos del Ministerio de Inclusión, además de las empresas correspondientes o asociaciones de compañías de un sector concreto. 

¿Qué pasa después de los cuatro años? ¿Tienen posibilidad de regularizar su situación?

Sí. Si el empleado extranjero cumple con el regreso a su país durante este tiempo, podrá solicitar tras el primer periodo de cuatro años una autorización de residencia y trabajo de dos años en España, con la que podrá trabajar por cuenta ajena y propia.

¿Con qué países se tiene este tipo de programas?

En 2022, se firmaron convenios con países como Marruecos, Colombia, Honduras y Ecuador. En 2023, se amplió a Senegal, Argentina y Uruguay, según explica el Ministerio de Inclusión. 

¿Cuántas personas se han acogido en los últimos años?

En 2022, llegaron a España por esta vía 19.100 trabajadores. En 2023, participaron en el programa 17.200 personas, según los datos de Migraciones. 

¿Por qué lo defiende el Gobierno?

El Gobierno defiende esta vía como “un ejemplo paradigmático de migración regular, ordenada y segura” porque, a su juicio, ofrece una “triple ganancia”. Según detalla el departamento dirigido por Elma Sáiz, el sistema permite “encontrar oportunidades en el extranjero sin romper los vínculos con su país en origen, favorece que empresas encuentren los perfiles cualificados que requieren; y es una herramienta de cooperación y relación entre países a nivel internacional”. 

¿Qué novedad hay tras los viajes de Sánchez?

La única novedad, al menos de lo anunciado Sánchez, es la puesta en marcha de estos programas en países donde hasta ahora no los tenía activos: Mauritania y Gambia. También ha anunciado un pacto para iniciar un nuevo procedimiento de migración circular con Senegal, país con el qué sí ha llevado a cabo anteriormente este tipo de proyectos. 

¿Se han producido algunas denuncias sobre las condiciones en las que trabajan estos ciudadanos extranjeros temporales?

Aunque el proceso de selección y firmas de contratos está supervisado por el Ministerio de Inclusión y la normativa impone una serie de requisitos para garantizar condiciones dignas y el salario mínimo, en algunos programas de migración circular se han producido algunas denuncias de los empleados contratados, ligadas a la falta de información clara en origen sobre las circunstancias de trabajo, lo salarios recibidos o abusos de algunos empresarios que se aprovechan de la vulnerabilidad extra de estas personas.

A inicios de 2022, por ejemplo, algunos empleados trasladados desde Honduras para recoger la fresa en Huelva se quejaron ante la supuesta falta de información clara recibida en su país de origen. Entonces, este medio documentó que varios jornaleros decidieron marcharse y abandonar el programa. También en la misma provincia andaluza, las temporeras de la fresa traídas de Marruecos han denunciado en diversas ocasiones las condiciones laborales que se encontraron a su llegada, así como el trato recibido. Varias empleadas procedentes del reino alauí denunciaron abusos sexuales en 2018.

A nivel laboral, el detalle de las condiciones de trabajo y de alojamiento depende de las empresas participantes, explican las mismas fuentes. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM), a través de una subvención del Ministerio de Migraciones, tiene la misión de “verificar que todos esos alojamientos” cumplan una serie de recomendaciones incluidas en la orden que regula el programa de contratación en origen. 

El Ministerio siempre ha defendido que estos casos son puntuales y, en general, los y las participantes finalizan su actividad laboral satisfechos y suelen repetir en las siguientes temporadas. Recuerdan que todas las condiciones de trabajo básicas están reguladas en la normativa que rige estos programas y, de ser vulneradas, le corresponde controlarlo a Inspección de Trabajo. También vigilan su cumplimiento sindicatos como UGT y Comisiones Obreras.