Es uno de los jueces a los que tantas veces ha aludido el ministro del Interior en funciones para cuestionar las muchas denuncias que pesan sobre los CIE. Como están bajo control judicial permanente, dice Fernández Díaz, “se deduce claramente” el respeto de los derechos humanos en su interior. Pero Ramiro García de Dios, uno de los tres magistrados encargados del control del CIE de Madrid, aboga por su cierre y contradice cada uno de los argumentos del Gobierno a golpe de auto . “¿Qué concepto tiene el ministro de la dignidad humana?”, se pregunta.
El juez de control del CIE de Aluche más activo, quien más resoluciones ha emitido para denunciar las condiciones del centro, responde a las preguntas recordando historias, nombrando quejas concretas, mostrando decenas de casos de internos que le empujan a decir lo que dice. “Es una falacia que no se vulneran los derechos humanos en el CIE ”, sentencia en su despacho, rodeado de montañas de autos judiciales.
Durante la protesta que mantuvo a 39 internos del centro sobre la azotea para exigir libertad, García de Dios no estaba en funciones -la labor de vigilancia del CIE de Madrid es ejercida por tres jueces en turnos rotativos de un mes-, por lo que asegura no tener detalles de lo ocurrido aquel día ni de las denuncias de malos tratos posteriores pero su experiencia en el control de los centros aporta contexto para comprender todo lo ocurrido durante la última semana.
Antes de comenzar la entrevista, se siente obligado a hacer una breve aclaración: “No fue un motín, fue una protesta. Una protesta desesperada de gente desesperada”.
Cuando tuvo lugar la protesta, usted no se encontraba en funciones. Pero ¿le ha llegado algún dato sobre las razones y sobre lo ocurrido?
En principio no tengo ningún dato para saber qué pasó. Lo único que sé es que entre ellos hay personas que se han jugado la vida, no solo cruzando el estrecho. Hay muchos que cruzan en patera desde Argelia a las costas de Almería y Granada. Personas que se han jugado la vida para llegar a España, que escapan, o bien de una persecución o de otra situación. Son personas desesperadas que se suben varias horas a un tejado en un acto inútil. ¿Por qué? Yo lo achaco porque para ellos ser expulsados y devueltos a sus países después de arriesgar su vida les desespera.
Los datos que yo tengo indican que es mentira que utilizasen la violencia física. Es una auténtica falacia. Fue una protesta desesperada de gente desesperada.
Algunos internos han denunciado que fueron golpeados por la policía antes y después. ¿Sabe algo?
Desconozco salvo lo que he escuchado a través de los medios porque este mes no estoy en funciones como juez de control.
De confirmarse, ¿sería la primera vez? ¿Ha habido en otras ocasiones denuncias de malos tratos?
No, no sería la primera vez. Ha habido bastantes. Ha habido denuncias de malos tratos verbales, humillaciones, vejaciones... Pero también me han llegado denuncias de agresiones muy fuertes.
Recuerdo un caso de un ciudadano colombiano que, además de denunciarlo la ONG y él, lo denunció la propia Fiscalía. Ese caso es el más grave que conocí de maltrato físico. Se trataba de un concurso de lesiones y tortura punitiva. Este chico colombiano había tenido un altercado con tres policías. En una grabación se ve cómo le empujan. Allí le desnudaron y lo metieron en un ángulo donde la cámara no captaba acciones.
Denuncian muchos maltratos verbales, humillaciones. Las típicas frases: moro de mierda, machito, sudaca... Casi todas las frases venían a ser de tipo humillante. O, por ejemplo, otras del tipo: “¿Qué te crees, vas a comer más? Si tú en tu país no comes. Coge las sobras...”. Era el caso de unos internos que habían pedido comer más. Todo es una cadena... Porque en el comedor del CIE tienes que pedir permiso para levantarte.
También recuerdo el caso de Samba Martine. Pude comprobar que había por lo menos varios días en los que Samba había pedido asistencia y la habían despachado.
Sobre las últimas denuncias de malos tratos, la Policía dice tener informes médicos que acreditan que no había heridos. ¿El servicio sanitario del CIE es independiente?
El servicio médico del CIE de Madrid está externalizado. El Gobierno subcontrata a una empresa privada para desarrollar este servicio.
Cuando le llegan denuncias de malos tratos, ¿es complicado investigarlos? ¿Dónde encuentra esas trabas?
Sí, es difícil. En primer lugar, a mí la denuncia me llega dos o tres días después. Yo llamo para entrevistarles el día siguiente. El primer obstáculo que suele repetirse es que, cuando hay varios testigos, suelen ser expulsados o puestos en libertad rápidamente después de la denuncia. A ello se suma la dificultad del idioma porque, si no hablan español, tengo que esperar a que venga el intérprete. Otras veces, los internos que declaran como testigos se echan para atrás por miedo.
Las ONG temen precisamente una de esas complicaciones. Que sean expulsadas las personas que han denunciado malos tratos. ¿Hay una tendencia a que sean deportados más rápido de lo normal?
Sí, de todas las complicaciones esa suele ser la principal dificultad. Yo diría que hay esa tendencia a que o se les expulse o, en el caso de los inexpulsables, se les ponga en libertad, para que ya no tengan que denunciar.
En el caso del chico colombiano lo expulsaron rápidamente. Porque sabían que era un caso que estaba muy documentado. Para que no denunciase, lo metieron en el primer avión que salía hacia Colombia.
¿Existe impunidad con respecto a lo que ocurre en el interior de los CIE?
Los CIE son centros de sufrimiento y espacios de impunidad policial. Son centros de sufrimiento porque la privación de libertad ya es sufrimiento. A ello se añade el miedo a la devolución, sobre todo en el caso de los que huyen de la persecución o de determinadas circunstancias de su país.
Existe opacidad. ¿Por qué no puede entrar la prensa en los CIE? ¿Por qué cuando los jueces de control intentan profundizar te dan largas? Y después llega la impunidad, porque el corporativismo policial existente tiende a tapar los casos de maltrato. Ocurre en todos los hechos delictivos pero el corporativismo policial tiende también a protegerse.
¿Podría poner algún ejemplo?
Varios internos de diferentes nacionalidades y de estancias en el CIE durante distintas fechas me hablan de un policía concreto que se dedica a denigrar a las mujeres, a insultar. No puede ser que todos mientan. Entonces, lo comento con la dirección del CIE y suele echar la culpa a los abogados. Como ahora no pueden echársela a ETA... Aunque, bueno, quizá responsabilicen ahora a Podemos -ironiza-.
Ahora llaman 'el sádico' al jefe de seguridad. Se refieren al servicio médico como “los doctores ibuprofeno”... Si eso se repite en diferentes momentos, es que algo pasa.
Precisamente sobre el jefe de seguridad del CIE de Aluche hay muchas quejas. Él fue el encargado de negociar durante la protesta -ya que el director estaba de vacaciones- y la persona que se encontraba al mando del operativo policial.
A mí todos los comentarios que me llegan son negativos. Me dicen que está poniendo muchas pegas a las tareas de las ONG. Por parte de los internos, que el jefe de seguridad ampara ciertas actuaciones que el director quizá no suele hacerlo.
Yo no tengo ningún elemento para decir por qué le llaman “el sádico”... Pero si le llaman así es que algo pasa, ¿no?
Fernández Díaz dijo que había una leyenda negra sobre los CIE porque “claramente” respetan los derechos humanos.
En primer lugar, las condiciones de los CIE están privadas de libertad exclusivamente por una irregularidad y, eso, según cantidad de doctrina legislativa, eso en sí mismo una vulneración de los derechos humanos.
¿Cuál es la concepción del ministro sobre los derechos humanos? ¿Qué concepción tiene del derecho humano fundamental a la dignidad? Si tenerles ahí estabulados, sin nada que hacer, si tratar a seres humanos como objetos, no es atentar contra la dignidad humana para el señor Fernández Díaz, es que debe tener otro concepto. El ministro condecorador tiene otras concepciones de la dignidad humana.
Tiene una visión de los derechos humanos muy raquítica, muy simplona. Cuando faltan un mínimo de condiciones en relación a la propia estancia en el CIE, también se consagra institucionalmente de un trato degradante.
¿Qué condiciones concretas del CIE suponen tratos degradantes?
No hablamos solo de agresiones físicas. En el CIE de Aluche encierran a internos celdas de aislamiento como represalia por pequeñas cosas, eso es un trato degradante. Ahora no está lleno, pero el CIE sí ha estado a tope en otras ocasiones. Yo he visto el CIE con hacinamiento.
Cuando empezamos, tuvimos que hacer cantidad de requerimientos durante años porque en las 'celdas-habitaciones', de ocho personas, no había inodoro. Por la noche las cerraban y no había ni timbre. Los internos e internas pedían a gritos. Nos encontramos con internos defecando en bolsas de plástico. Mujeres contándome que tenían la menstruación, llenas de sangre y no tenían ni para lavarse. Conseguimos, después de años, que pusiesen un pequeño baño dentro de las celdas-habitaciones.
Aunque ahora esto no ocurra ha pasado y no hay que olvidarlo. Si el señor ministro dice que no es un trato degradante...
Es curioso que usted sea quien hable de trato degradante cuando Fernández Díaz se ampara en ustedes, en la figura de los jueces de control, para defender las supuestas buenas condiciones de los CIE. ¿Las resoluciones judiciales que emiten son siempre atendidos?
Hay muchas resoluciones judiciales que no me las han tenido en cuenta a pesar de haber requerido directamente incluso al Ministerio del Interior. Un ejemplo: el reglamento de los CIE establece que en los centros tiene que haber un administrador civil, nada de policía, y un médico del Sistema de Sanidad Público. No lo hay y lleva desde 2013 en vigor. He reclamado directamente al director general de la Policía y al secretario de Estado y aún estamos esperando.
Hay más: la falta de notificación con doce horas de antelación de los vuelos de deportación, las trabas al acceso al derecho al asilo, para conseguir que permitiesen los móviles en el CIE de Madrid han pasado años... También hemos hecho tantas reiteraciones para que les entreguen copias de los informes médicos...
Así que decir que se cumplen los derechos humanos en el CIE porque nosotros los vigilamos no conduce a ningún sitio. Porque la existencia en sí de los CIE es una vulneración de derechos humanos. El hecho de que priven de libertad para expulsión a una persona sin haber cometido un delito, por más que sea legal, y esté en esas condiciones en un centro, es una vulneración de derechos humanos. Es todo una cadena. Si el lo que quiere decir es que no se les cuelga o no se los azote, pues sí, evidentemente eso no se hace. Pero que no se vulneran los derechos humanos en el CIE es una falacia.
Son tres jueces de control del CIE de Aluche que rotan cada mes, aunque usted firma los autos más contundentes, los que ha puesto en mayores compromisos a la dirección del centro.
No. Muchos de los autos que he firmado yo, cantidad de resoluciones potentes, estaban consensuados con mis otros dos compañeros. María José García Galán, que estaba entonces en el juzgado número 19, y Antonio Viejo, que es el actual decano, y estaba en el juzgado número 20. El fondo solíamos consensuarlo y luego lo redactaba yo. Otros autos, como los del uso de los móviles o de la falta de notificación con antelación, han sido conjuntos. Con ellos consensuábamos prácticamente todo.
Habla en pasado, porque los magistrados María José García Galán y Antonio Viejo ya no son jueces de control. La magistrada de control del CIE que estaba en funciones cuando ocurrió la protesta no acudió al centro como solicitaron varias ONG por escrito. En esta nueva etapa, ¿se siente solo en la labor de vigilancia? ¿Nota el cambio con respecto a la etapa anterior?
Ahí no voy a entrar. Que cada uno que piense lo que quiera.
María José García Galán y Antonio Viejo nos tomamos el derecho y las garantías en serio. Ni potente, ni peleón, ni bueno, ni malo. Garantismo de los derechos. Si no lo hacemos, ¿qué pasa? ¿Convertimos los derechos en retórica? Yo no estoy aquí para eso.
Es cierto que hay diferencias entre unos jueces de control de unos CIE y de otros, y eso se refleja en las diferentes condiciones de los centros.
¿Qué hubiese hecho usted durante la madrugada o el día posterior de la protesta en el CIE si le hubiese tocado estar en funciones?
¿Si hubiese estado en funciones el día de la protesta? ¿Quiere que se lo diga? Yo me hubiese presentado allí. No porque quiera, porque es mi función. ¿Cree que me gustaría estar allí desde las 21:30 horas e intentar dialogar? No, yo preferiría dormir, pero me tomo en serio mi trabajo y el respeto a los derechos humanos pero desde una concepción amplia, no raquítica como la quieren.
¿Los CIE son peores que las cárceles?
Tuve un interno latino que me dijo: “Llevo aquí 40 días, estuve en prisión tres meses por no pagar una multa y estuve mejor los tres meses en prisión que los 40 días que llevo aquí”. Los funcionarios de prisiones están especializados en el trato, en las cárceles tienen bibliotecas, gimnasios, tienen tareas para hacer... En mi opinión los CIE son de peor condición que las cárceles.
Ahora hablamos del CIE de Aluche, pero los hay aún peores: el de Algeciras, el de Tarifa o el que tuvieron que cerrar de Málaga, una antigua cárcel que se caía... Que los CIE son peores que las cárceles es una realidad. Otra cosa es que estén menos tiempo, en el CIE más de 60 días no estás.
¿Hay que cerrar los CIE?
Yo creo que el mejor destino de los centros de internamiento sería que desaparecieran. Si se pretende sostener que hay personas condenadas por sentencia firme que tienen que ser expulsadas, pueden hacerlo desde las cárceles. ¿Por qué se mezcla en la misma instalación a personas que han cometido delitos, algunos graves, y a otras que no?
Conozco lo dice la ley, pero repito, mi concepción de los derechos humanos es más amplia.